lunes, 28 de mayo de 2012

A tres años de la ley, el bono "Juana Azurduy" no llegó al área rural

A tres años de la promulgación de Decreto Ley 066, (3 de abril de 2009), el Bono "Juana Azurduy", "no benefició a las madres gestantes del área rural", afirma Francisca Alvarado, autora del proyecto. Pese a diversos intentos de mejorar el mismo sobre todo en temas administrativos, como la implementación de modalidades de pago en el área rural, y debido a la poca accesibilidad a algunas zonas, lo que provocó retraso o la no cancelación de este beneficio.

Así también lo reconoce el Gobierno, en muchos de sus reportes ratifican; que "para alcanzar este beneficio, algunas madres tuvieron que atravesar muchas dificultades. Entre los problemas más comunes estuvo la falta de cédula de identidad de la madre, por ejemplo. Otro es el tema de la mala inscripción y registro por parte de funcionarios de los municipios, quienes en muchos de los casos llenaron con errores los documentos, como el cambio de nombres y apellidos, ocasionando muchos problemas".

Para Francisca Alvarado: "En los tres años que tiene el proyecto los resultados fueron dramáticos sobre todo en el área rural, cuando visitamos las provincias de, Charazani en La Paz, Independencia en Cochabamba, o Chipaya en Oruro, y preguntas si han recibido el bono a las mujeres gestantes o alguna señora con su hijo de 6 años, ellas contestan que no saben de qué se trata".



BUROCRACIA EN EL PROCEDIMIENTO

Lo que pasa es que el procedimiento de cancelación ha sido muy burocrático, sostiene Alvarado: "Por ejemplo en una comunidad lejana, de un área dispersa, donde no existe una posta, o no hay médico, las mujeres no están acostumbradas a visitar un hospital". Además existe una condicionante, "para recibir el bono uno de los requisitos es que la mujer gestante debe ir a su respectivo control en los hospitales, pero ellas tienen miedo, porque reciben maltrato, les riñen o son discriminadas, esto les aleja del hospital".

Otro es el tema cultural, "las madres del área rural están acostumbradas a visitar a las parteras populares, porque en ellas depositan su confianza, me pregunto ¿cómo valorar el trabajo de las parteras para que el sistema las reconozca y tengan la posibilidad de certificar el nacimiento de un niño?, el Gobierno deberá contemplar esta otra dificultad.



MUCHO GASTO PARA OBTENER EL BONO

Se dice que el objetivo principal del bono fue bajar los índices de mortalidad materno-infantil, en ese entendido las madres debieran hacerse sus controles médicos respectivos. Significa que por cada una de cuatro revisiones recibe Bs 50; en el primer control postnatal obtiene Bs 120 y luego, cuando el bebé nace, 12 pagos bimestrales de Bs 125, hasta que el niño cumpla dos años. En total obtiene Bs 1.820.

"Pero eso queda en el papel" afirma Francisca: "Siendo además burocrático el tramite, el gasto es demasiado para ellas, me decía una hermana, tengo que viajar desde mi comunidad a la ciudad, ese es un gasto, luego hacer los trámites, significa otro gasto, son tantas las dificultades que las mujeres originarias tienen que atravesar, en la práctica no han logrado cubrir sus expectativas".

Los datos del Gobierno señalan que el bono "Juana Azurduy" canceló Bs. 219 millones en tres años, el registro de embarazadas y recién nacidos llegó a 340.021 personas durante el 2009, es decir entre el 11 de mayo y el 31 de diciembre. Pero para el año 2011 de enero a abril, el número de inscritos apenas llegó a 26.700 beneficiarios, lo que hace un total de 366.759, "significa que no están en la meta prevista que creo era de medio millón", remarca Francisca Alvarado.



POLÍTICAS PÚBLICAS

Francisca Alvarado es autora del proyecto, producto de su tesis presentada en la Universidad de Aquino para obtener el grado académico de abogada, y a partir de ello junto a un grupo de mujeres redactó y tramitó el decreto durante tres años, para luego convertirse en el Bono "Juana Azurduy de Padilla" el año 2009.

Informes sobre la situación laboral de la mujer refieren que en Bolivia a partir de la implementación del modelo neoliberal el año 1985, la presencia de la mujer trabajadora en nuestro país ha crecido, por cada 100 empleos 57 pertenecen a mujeres, pero sin derechos laborales, obteniendo ingresos económicos de hasta el 40 % menores que el varón. "Y cuando la mujer se embaraza, comienza su tragedia, las echan de su trabajo, no tienen atención médica, y lo que es peor el que juró amarla la abandona, tal parece que es malo nacer mujer", afirman algunas mujeres.

Según Alvarado, oriunda de Curahuara de Carangas, es necesario trabajar mucho más en cuanto a políticas públicas se refiere, "a partir de estrategias de desarrollo debiera considerarse simultáneamente el tema de la salud de la mujer, junto a las variables económicas, sociales y culturales".

Al proponer este proyecto quise dedicar a todas las madres del país, en particular a las madres indígenas, con algo que las beneficie, porque "mujer en tanto madre dadora de vida es el eje de la familia, una madre es capaz de brindar todo sin recibir nada a cambio, desde esta palestra les digo; madres, gracias por ser madre", finaliza.

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