miércoles, 30 de mayo de 2012

Claudia Cronenbold Una mujer con don de mando

Claudia Cronenbold es la máxima autoridad en Transierra, la empresa propietaria del gasoducto que transporta gas desde Tarija al Brasil. Cruceña, de profesión ingeniera industrial, casada, tiene tres hijas y desde hace varios años viene desempeñando cargos de alta responsabilidad, algo que ha sabido equilibrar con su entorno familiar para poder salir triunfante de cada desafío.
Sobre ello giró la conversación, de sus éxitos, su familia, sus amistades y sobre todo del ejercicio de poder en una firma donde el capital humano es mayoritariamente masculino.

- ¿Hace mucho que trabaja en el sector petrolero?
- Cuando egresé de la universidad trabajé en una consultora del sector hidrocarburífero, después en el Banco Económico, donde estuve cuatro años y llegué a ser gerente de planeamiento. Hace 11 años que estoy en Petrobras. He trabajado prácticamente toda mi carrera en planeamiento. Tuve la oportunidad de ir a Río de Janeiro, donde me desempeñé como gerente de esa área. Después, en un gran desafío en Bogotá, trabajé dos años y medio como directora corporativa de Petrobras y hace un año la empresa me puso el reto de liderar Transierra.

- ¿Soñó con un cargo así?
- El cargo en sí nunca fue mi objetivo, pero sí contribuir desde la posición que me toca con mi empresa y con la sociedad. Hacer la diferencia, para ver que la empresa, la calidad de vida de las personas que trabajan conmigo y el país mejoren. Ese siempre ha sido mi sueño, sentirme útil. Gracias a Dios las cosas se han dado, he tenido importantes retos, pero la parte más importante es sentir que estoy contribuyendo con mi firma, mis colegas y mi país.
- ¿Se siente en el poder?
- Creo que es una gran responsabilidad. Tengo claro que 70 familias dependen de las decisiones que tomo y para que a la empresa le vaya bien, también es importante que todos rememos juntos. Para mí, el liderazgo consiste en hacer que todas las personas den su máximo potencial.

- ¿Es muy importante el trabajo en equipo?
- Yo sola no podría hacer todo. El reto con mi equipo de trabajo es darles a ellos las oportunidades adecuadas y canalizar sus cualidades y perfiles hacia los objetivos de la empresa.

- Explíquenos ¿qué es Transierra?
- Es una empresa que transporta el gas que vendemos a Brasil a través de un gasoducto que va desde Tarija hasta Río Grande. Son 432 kilómetros de un ducto que transporta el gas que se produce en el sur del país hasta el lugar donde empalma con el gasoducto que va al Brasil. Son nueve años que operamos, acarreando el 60% del gas que exporta Bolivia sin ningún accidente, porque lo más importante en esta empresa es la seguridad y una disponibilidad del gasoducto. No podemos fallar, si lo hacemos el Estado incumple con el vecino país un contrato millonario.

- ¿Cuál es el porcentaje de mujeres que trabaja en esta empresa?
- El sector de hidrocarburos es un sector masculino, que de a poco se va abriendo para perfiles femeninos. Un ejemplo claro es que en Petrobras es la primera vez que tiene una gerente general y una presidenta. Las féminas normalmente están en las áreas administrativas y se ve muy pocas en operaciones. En Transierra el 27% de los trabajadores son mujeres. Ese es el mismo índice de Petrobras.

- ¿Cómo equilibra sus ocupaciones con sus responsabilidades familiares?
- Soy muy afortunada, mi esposo es un hombre moderno, el no me ayuda con las labores de la casa, compartimos esas tareas, que es muy diferente y la responsabilidad con nuestras hijas también es compartida. Cuando tuve la oportunidad de salir fuera del país, su apoyo fue fundamental, porque renunció a su trabajo y nos trasladamos todos. Mi hija mayor es cruceña, la otra es brasileña y la tercera es colombiana. - ¿Es fácil conciliar eso?
- En un curso que hice sobre diversidad cultural, Petrobras planteaba entender las diferencias culturales, donde se detectó que en los hombres de éxito, un 80% tiene una estructura familiar muy estable y eso les permite desarrollarse y lograr sus objetivos, mientras que en las mujeres el indicador es triste, el 80% han tenido que renunciar a una vida de familia, son solteras, sin hijos o divorciadas. Porque para nosotras es mucho más difícil encontrar una pareja que quiera conciliar el equilibrio. Me dio mucha pena ver que el 80% había tenido que escoger entre el trabajo o la casa. Gracias a Dios yo estoy en el 20% restante.

- Eso significa asignar importancia al equilibrio de roles...
- Hay muchos artículos sobre el equilibrio que se debe tener en la vida, entre la parte emocional, la familia y el trabajo, porque una persona que le dedica más tiempo al trabajo y descuida su vida emocional se va cargando de frustraciones y decae su concentración, por lo tanto su productividad.

- ¿Entonces se da tiempo para confraternizar con sus amistades?
- Me gusta el cine, es una de mis pasiones, también el buen teatro, soy muy amiguera, tengo mis juntes con mis excompañeras del colegio Alemán y con la fraternidad de mi esposo. Otra cosa que amo es jugar voleibol. De joven practicaba bastante y no me resigno a dejarlo, aunque sea una vez a la semana juego de 9 a 11 de la noche. Leo libros relacionados con mi trabajo, por ejemplo, sobre gestión que ayudan a entender a las personas, me parece que la parte humana es muy importante en la toma de decisiones.

Ella

Claudia Cronenbold Arnez es hija de René Cronenbold y Martha Arnez. Casada con Marcelo Rivero, con quien tiene tres hijas mujeres: Mariana (11), Thais (5) y Marcela (2). Es cruceña, nació el 23 de agosto de 1973, estudió Ingeniería Industrial en la UAGRM y trabaja en Transierra desde hace un año.

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