Se casó a los 31 años y dos años después vino su primer y único hijo: Pablo, que ahora tiene seis. Ella quería el segundo, pero los médicos le dijeron que “no era recomendable que tenga un hijo más”, recuerda.
Patricia forma parte del grupo de mujeres bolivianas que sólo tienen un vástago y que según el Instituto Nacional de Estadística (INE), con datos de 2009, llega al 24% de las madres.
La tendencia del hijo único es la segunda de mayor importancia en el país, ya que primero están las madres con dos vástagos (28,98%); en tercer lugar se encuentran las progenitoras con tres (18,50%). Luego siguen las que tienen cuatro (8,84%), cinco (6,58%), seis (5,29%) y ocho (2,97%), según la Encuesta de Hogares realizada por el INE.
“A veces no salen las cosas como uno las planifica; sin embargo, Pablito es lo único que necesito”, afirma Patricia.
Virginia, de 36, es otra de las madres bolivianas que sólo tiene un hijo. Ella intentó embarazarse, sin éxito, desde el inicio de su matrimonio, hace ocho años.
El año pasado pudo concretar su anhelo al recurrir a la inseminación artificial. Ahora tiene a su hijo de nueve meses.
Los médicos, sin embargo, le dijeron que por su “avanzada edad” no podía tener más descendencia.
Más datos
En Bolivia, en 2009, del total de mujeres de 13 y más años de edad 2,1 millones eran madres, de las cuales el 52,76% estaban casadas.
El estudio revela además que la edad promedio de las progenitoras es de 40 años para el área urbana y 41, para la rural.
El promedio de años de escolaridad en las madres llegó a 7,46 años de estudio. En las ciudades las mamás con más educación duplican al promedio registrado en el campo,
Mientras en el área urbana las madres han estado 8,99 años en las escuelas, en área el rural el registro es de 4,14 años.
En el caso de Patricia, ella no sólo culminó la enseñanza escolar de 12 años, sino que además estudió administración de empresas en la universidad.
Un informe elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario revela que las madres bolivianas reciben un 30% de la masa salarial de las ciudades y que hay una creciente sobreexplotación del trabajo de las mujeres que representan un 44% de la población asalariada de Bolivia, según ANF.
Una de cada diez asalariadas en las principales ciudades del país tenía un trabajo de calidad, la mayoría en el sector estatal.
“Las mujeres que trabajan por su cuenta son las mayores impulsoras de la dinámica del comercio en el país, favoreciendo la distribución a bajo precio de la producción nacional e importada y cumpliendo un rol subordinado a la ganancia empresarial”.
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