Ella es fuerte como un roble. La vida le enseñó a vencer muchas situaciones difíciles y a construir su felicidad y la de su familia. Ha dejado muchas cosas por darle a sus hijos más del 100%, para que tengamos las herramientas necesarias para luchar en la vida.
Siempre con la mirada alta, nos enseñó que tan importante es el triunfo como saber levantarse luego de una caída. Mi madre es mi compañera de trabajo, de viajes y más que una amiga, mi eterna confidente. Está a mi lado cuando la necesito, por todo ello le doy gracias a Dios.
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