Para Suáznabar, este hecho se debe mayormente a temores, mitos y creencias entre las mujeres. Uno de los principales es creer que el papanicolau es muy doloroso, otro que en el proceso se quita un “pedazo de la matriz” y también pensar que al no presentarse molestias una mujer está libre de tener cáncer cérvico uterino, sin tener en cuenta que es una enfermedad asintomática.
Otra de las razones para que la población femenina padezca de este tipo de cáncer es tener relaciones sexuales a temprana edad y la diversificación de parejas, es decir que “a más parejas es más probable tener este cáncer”, aseguró Suáznabar.
En ese sentido, la ginecóloga aseveró que es un examen que no produce dolor alguno y que tampoco consiste ni se extrae parte de la matriz, y que MSIB utiliza entre sus métodos un cepillo ultra delgado para evitar cualquier malestar.
Por estas razones, la especialista en ginecología resaltó la importancia del examen del papanicolau en las mujeres, ya que actualmente son 800 las mujeres que mueren al año por causa de esta enfermedad, situación que ubica a Bolivia como el país latinoamericano con mayor número de muertes por cáncer uterino que es prevenible.
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