Cambio fue en busca de historias cotidianas y encontró relatos del maravilloso don de ser mamá.
“Mi vida fue muy dolorosa, pero sostuve un hogar con nueve hijos”, contó Catalina, una mamá de 58 años que educó y alimentó a sus hijos con las ganancias del puesto de venta de ropa que tiene en la zona de la Garita de Lima. Hoy varios nietos y yernas la rodean de amor y respeto.
Para ella, como para la mayoría de las consultadas, “el sacrificio que pasa una madre es sólo para ver a sus hijos salir profesionales” y ser gente que haga el bien.
Desde los 12 años, Catalina se dedica a la venta. Recuerda que se casó muy joven y “sin darse cuenta” tuvo nueve hijos. “A veces pensaba, me arrepentía de haber tenido tantos hijos, porque mi esposo era malo y yo tenía que trabajar sola, pero ahora los veo a todos grandes y son mi felicidad”, relata emocionada.
Lejos de su marido, la señora Catalina reconoce que su vida mejoró. Después de malas experiencias dejó de ser sumisa (con su pareja) para defender a sus hijos y lograrles el bienestar y la educación.
“En este día, les recomiendo a las madres que comprendan a sus hijos, traten de ser el ejemplo, porque a veces las madres los botamos y los empujamos a cosas malas”, comentó Catalina.
Somos ocho hermanos y una vez le pregunté, disgustada, a mi mamá: “¿Por qué tuviste tantos hijos? Y ella me dijo: ‘Cuando tú me respondas cuál está por demás, yo te responderé por qué tuve tantos hijos’”.
Esta lección de vida recibió Matilde, una joven que compraba flores.
Viviana Machicado, una mamá joven, contó que su hijo le cambió la vida: “Me levanto temprano para atender al bebé, cambiarle el pañal, prepararle la papilla. Aunque tengo suerte porque mi esposo me ayuda, no hay descanso”.
Por su parte, la señora Elena Calani relató que recibió poca ayuda de su esposo y que tener hijos fue el sacrificio y la alegría más grande que le dio la vida. “Mi esposo tuvo muchos accidentes y la carga de todo el hogar cayó sobre mis espaldas, pero logré salir adelante, todo por mis hijos”, dijo en medio de lágrimas.
Sin embargo, el recuerdo de los fines de semana le devolvió la sonrisa. Cada fin de semana Elena reúne a sus hijos de 14, 18 y 22 años, con quienes comparte la cocina y disfruta al escuchar sus inquietudes. “En la semana no tenemos tiempo, como no tuvimos estudios tenemos que luchar en la calle con la venta”, señaló.
Por su parte, Celia Velasco, una vendedora ambulante consideró que las madres no tienen tiempo para ellas, porque sus esfuerzos son para sus hijos. “Me levanto a vender a las 6 de la mañana y vuelvo a las 11 de la noche a mi casa, no tengo tiempo, todo lo hago por mis hijos (para que estudien y no tengan que vender como yo)”, señaló.
En este día, el Ministerio de Trabajo dispuso otorgar tolerancia a las mamás a partir del medio día. Una orden ministerial señala que la disposición debe ser coordinada y supervisada por las oficinas de recursos humanos de cada institución.
“Para mí y para mi hija fue un verdadero desafío enfrentar la maternidad”
Anahí Soláis es la hija que jamás soñó tener Daysi Di Natale (45), una mujer transexual que a sus 24 años se quedó con la custodia de su sobrina de un mes de nacida, tras la muerte de su hermana y su cuñado en un trágico accidente.
“Me hice cargo de la beba, le pedí ayuda a mucha gente para que me oriente cómo criarla, no sabía cómo evolucionaría, por qué lloraba, pero lo aprendí. La bebé llora cuando tiene hambre, cuando tiene cólico, aprendí el momento para darle la mamila (biberón)”, recuerda Di Natale, una transexual argentina que radica en Bolivia y que hoy, el Día de la Madre, espera comunicarse con su hija Anahí, una joven universitaria que estudia ingeniería agrónoma en Argentina.
Di Natale conversó con Cambio sobre su faceta materna. Dijo que durante los primeros años sufrió por la discriminación. Enfrentar la maternidad, comentó, fue un desafío para ambas. “Nos hicieron la vida imposible en el colegio, en las reuniones de padres de familia, pero eso nos dio más valor para seguir luchando, para estar más orgullosas. Ella está muy orgullosa de mí”, explicó. Narró que pasó hambre, pero nunca le hizo faltar nada a su hija. “Los hijos no esperan, cuando son nenes, no saben esperar con el estómago vacío, solamente saben pedir, tienen hambre y una tiene que buscar la comida”, dijo.
Contó que hubo épocas, durante la dictadura, que vivió huyendo. “A veces no podía sacar a mi niña, porque venía la Policía, los militares, y me detenían”. Dijo que entre los valores enseñó a su hija a decir siempre la verdad, por dura que sea, a estudiar para defenderse en la vida y, si se casa, que no dependa del marido.
Ahora mi compromiso es que salga profesional, si Dios me da más vida tal vez la vea realizada, una mujer de bien, que trabaja, que se desvive por su hija (…) Siempre le enseñé que no dependa del hombre, que viva de su dinero, de su trabajo, y si tiene hijos que también se desviva por criar a sus hijos, como la he criado, reveló Di Natale. En el Día de la Madre, ella recomendó nunca dejar de luchar por los hijos.
TESTIMONIOS
Nombre: Margarita Ceballos
“Mañana no vendré a trabajar porque mis hijos me festejan en la escuela, me dan regalos y así celebro este día. Es difícil criar a los hijos, cuando son pequeños no se les puede dejar solos”.
Nombre: Viviana Machicado
“Es mi primer bebé y es la bendición más grande que Dios me pudo dar en la vida, porque ahora entiendo el sacrificio de mi madre para sacarnos adelante. Ser madre es lo más lindo”.
Nombre: Elena Calani
“Yo les deseo todo lo mejor a las madres, que aprovechen este día para compartir con sus familias, aunque a veces no se puede por el trabajo. Pero es la oportunidad para ser mimadas”.
Nombre: Celia Velasco
“Ser madre es lo único en la vida, es maravilloso, porque tener los hijos es una alegría. Estoy en La Paz 22 años y tengo tres hijos, me costó mucho trabajo sacarlos adelante, pero con mi buena orientación todos estudian”.
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