Ella nunca me falta, primero cuando fui al colegio, después cuando comencé a estudiar mi carrera de medicina y ahora como esposa y madre. Siempre me inculca hacer el bien a los demás comenzando desde mi hogar.
No tiene horas ni días para sus hijos y sus nietos. Es un ejemplo en lo sentimental porque nos habla del respeto al prójimo y del amor a nuestro pueblo.
Ella es un roble cuando tiene que luchar, no se doblega, es firme en sus convicciones e ideales y es tierna cuando se trata de ser madre”.
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