Estas desventajas de la mujer comienzan en la cuna, pues la asistencia a establecimientos educativos es menor que los varones, dejan las escuelas a muy temprana edad y, consiguientemente, hasta hace algunos constituían la mayor tasa de analfabetismo.
Al respecto, la secretaria general de la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”, Felipa Huanca, dijo que las mujeres del área rural todavía son discriminadas por la población y las mismas autoridades de Gobierno, pues no efectivizan políticas de atención social, en salud, educación y desarrollo productivo.
“No podemos tapar la realidad, si bien el Gobierno está trabajando para que las mujeres seamos incluidas en la participación de diferentes ámbitos de la sociedad, todavía falta, pero se está avanzando de a poco, sin embargo, estamos en un proceso de transición”, afirmó Huanca.
La representante de las mujeres indígenas del país informó que alrededor de dos millones de mujeres habitan en el área rural, de las cuales el 45% se encuentra en situación de discriminación, porque no tienen acceso a necesidades básicas de salud y educación.
En ese sentido, mencionó que los servicios de atención en salud son escasos, especialmente en lugares lejanos, incluso afirmó que en algunas comunidades no cuentan con un centro sanitario, y que los pobladores atienen sus dolencias con medicinas naturales.
Respecto a la educación, expresó que tampoco existen unidades educativas en varias comunidades, especialmente en lugares alejados, donde muchas mujeres no llegan a terminar sus estudios secundarios.
“A pesar de la situación que vive la mujer indígena, sin contar en muchos lugares con establecimientos educativos, muchas de nosotras pudimos superar el problema y luchar contra esa discriminación. Varias estudiamos y terminamos nuestros cursos de secundaria con el programa de la alfabetización”, afirmó.
Otro aspecto que remarcó la representante, es que la población citadina se constituye en un sector que discrimina a las indígenas de tierras rurales. A su juicio, las personas que habitan las ciudades capitales no valoran la producción artesanal y el trabajo agrícola de las mujeres del campo.
“Nosotras en el pueblo producimos todo tipo de tejidos, costura, somos agricultoras, y la población no toma en cuenta cuando hacemos llegar el producto al mercado informal de la ciudad, ya que ellos al ver tejidos elaborados por una mujer indígena no compran, y prefiere adquirir productos de procedencia extranjera”, enfatizó.
DATOS
- Alrededor de dos millones de mujeres habitan en el área rural, de las cuales el 45% se encuentra en situación de discriminación, porque no tienen acceso a necesidades básicas de salud y educación.
- Las desventajas de la mujer comienzan de niña pues la asistencia a establecimientos educativos es menor que los varones, por ello dejan las escuelas a muy temprana edad.
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