Según médicos de dicho nosocomio, la paciente padecía de deficiencias pulmonares y recibía hemodiálisis por insuficiencia renal crónica, como secuelas de las torturas y un sinfín de padecimientos durante la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez y otros regímenes de fuerza.
Domitila Chungara Barrios es un símbolo de la lucha por la restitución de los derechos humanos y la democracia, ya que junto a sus compañeras, los sacerdotes Luis Espinal y Xavier Albó y otros dirigentes sindicales, en diciembre de 1978, con una prolongada huelga de hambre lograron arrancar a Banzer una amnistía irrestricta, el retorno de dirigentes del exilio y la convocatoria a elecciones, previa renuncia del "tirano del septenio".
Chungara estaba internada en el hospital Viedma desde el pasado viernes 9, donde un respirador artificial le ayudaba a superar las deficiencias pulmonares, además de someterse a hemodiálisis por insuficiencia renal crónica.
Pese a los múltiples reconocimientos y nombramientos de diferentes presidentes e instituciones sindicales y municipales, a los que se suman las distinciones en otros países, "Domi" optó por internarse en una cama de la sala común del Hospital Viedma, para no gozar de ningún privilegio, según explicaron sus hijos que se turnaban para acompañarla en su lucha por su vida.
Domitila Chungara Barrios, de 75 años, fue madre de siete hijos, y autora de dos libros testimoniales, "Si me permiten hablar" y "Aquí también Domitila" que tuvieron difusión universal, además de cuadernillos de capacitación sindical y política. Fundadora de la Escuela Móvil de Formación Sindical que lleva su nombre y que trabajó en Quillacollo y Cochabamba.
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