El documento de la ACNUDH señala que si bien las mujeres alcanzaron, en el nuevo Gobierno, cargos en estructuras de la administración pública y en la vida política, en gobernaciones y alcaldías su presencia no logró prevalecer y evidencia que hubo ataques sexistas y denigrantes hacia el rol político de la mujer en épocas electorales.
“El nuevo Gobierno, establecido en enero, incorporó el 50 por ciento de mujeres en puestos ministeriales. Asimismo, gracias a la aplicación de la Ley de Cuotas, el porcentaje de mujeres en los cargos de concejales municipales ascendió a 42 por ciento. Sin embargo, en ninguna Gobernación y sólo en el 7 por ciento de las alcaldías y en el 28 por ciento de los cargos de asambleístas departamentales prevaleció la mujer”, indica el documento.
Sobre la evaluación, la ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia-Bartolina Sisa (CNMCB-BS), Julia Ramos, reconoció la laboriosidad que conlleva para la mujer alcanzar cada vez un mayor porcentaje de participación en altos cargos del Estado. Reconoció que “la capacitación y la adquisición del poder de conocimiento” son elementos que mejorarán la presencia femenina.
“En la organización de Las Bartolinas nos estamos preparando para las próximas elecciones en liderazgo, autoestima, oratoria y temas que nos orienten sobre las problemáticas comunes que tenemos en el país. De esta manera estaremos preparadas con conocimientos sólidos en el marco municipal, gubernamental y la estructura del Estado”, comentó.
Por su lado, la secretaria departamental de Desarrollo de la Gobernación de La Paz, Teodora Tapia, consideró que las mujeres deben capacitarse a la par de los varones.
“Esto no quiere decir que no haya mujeres preparadas, pero no siempre se eligen a las que tienen mayor conocimiento. Lamentablemente se imponen las cuestiones políticas”, dijo. Tapia, basada en su experiencia, recomendó que “las mujeres deben consolidar sus capacidades, ser más inquietas, tener mayor lectura”, para demostrar que están preparadas para administrar los cargos.
Muchas mujeres recurren al apoyo de los hombres que muchas veces no muestran su lealtad, dijo. “Vulgarmente podemos decir que nos hacen pisar el palito y es cuando cometemos errores”, dijo.
Los varones son solidarios entre ellos, en cambio las mujeres somos egoístas, tenemos que erradicar esa cultura, señaló la autoridad de la Gobernación.
Autoridades son madres y esposas
Las mujeres que ocupan cargos públicos suman sus responsabilidades a la de mamás y esposas, que muchas veces no tienen el respaldo de la familia. Esta situación limita ampliar su capacitación técnica para ejercer los puestos en las diferentes instituciones públicas, aseguró la secretaria departamental de Desarrollo de la Gobernación de La Paz, Teodora Tapia, en torno a la participación femenina en el poder.
“Nos cuesta participar en talleres de capacitación porque no nos alcanza el tiempo, tenemos que atender a nuestra familia y los esfuerzos se triplican. Por eso, tenemos deficiencias en la parte técnica y otros temas que hacen a la gestión de nuestros puestos”, comentó.
Manifestó que en el proceso de cambio las mujeres tienen el reto de mantenerse actualizadas, principalmente en las normas y nuevas estructuras del Estado para lograr mayor impacto en la implementación de planes y proyectos.
PARA TOMAR EN CUENTA
La Constitución Política del Estado en el artículo 11.1 señala que Bolivia adopta para su gobierno la forma Democrática participativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres.
El artículo 26.1 indica que todos los ciudadanos tienen derecho a participar libremente en la formación, ejercicio y control del poder político, directamente o por medio de sus representantes, y de manera individual y colectiva. La participación será equitativa y en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
El artículo 147: en la elección de asambleístas se garantizará la igual participación de hombres y mujeres.
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