Puñetes, patadas, palazos, y empujones contra paredes y el suelo son los métodos de ultraje contra estas mujeres. “La mayoría se encontraba en estado de ebriedad, y en algunos casos sólo el varón”, explica la jefa de Seguridad de la Brigada de Protección a la Familia, Rocío Riva.
Los casos más lamentables fueron de las tres jovencitas que llegaron intoxicadas sin poder sostenerse en pie, o responder a las preguntas de las oficiales de la Brigada.
Sólo, varias horas después, tiempo en que recuperaron el conocimiento se pudo llamar a sus familiares para que las recojan, según informó Riva.
En relación a las treinta mujeres agredidas, quince son reincidentes y quince son casos nuevos. Un caso que llamó la atención fue el de Jessenia (18), que fue golpeada por su concubino, Michael Jordán Martínez (17), quien la dejó con moretones en la cara y varias partes del cuerpo. Por la gravedad de la golpiza, la Brigada la remitió a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, pero Jessenia no sentó la denuncia, hasta ayer que reaccionó de una nueva golpiza que la dejó inconsciente.
“Antes me golpeaba pero no lo denuncié porque no era tan fuerte como ahora. Ayer me ha golpeado hasta romper el palo de la escoba en mi cuerpo”, cuenta Jessenia, sin poder ocultar sus moretones.
La joven vivía sola con su pareja en Cerro Verde. El sábado por la noche Jordán no encontró sus pastillas y arremetió contra su pareja que no supo indicarle dónde estaba. “Yo no vi dónde puso sus pastillas. Eran unas celestes que él tomaba, parece que eran para la tos, yo no sé. Pero, directamente me empezó a pegar”.
Según refiere la información preliminar, Jessenia no vivía con sus padres, sino con su abuela hasta que se juntó con Jordán. “Al parecer no le dejaban ver a su padre desde hace algún tiempo, pero ella llegó aquí con su padre y hermana quienes la trajeron para denunciar al concubino”, explicó Riva.
La mayoría de los casos reincidentes se debe a las reconciliaciones y el perdón de las víctimas, que se anticipan a una sanción contra sus agresores, según la explicación de Riva.
31 casos de violencia intrafamiliar entre sábado y domingo
La violencia doméstica nuevamente se hizo sentir el fin de semana. 31 casos se registraron sólo en dos días, sábado y domingo.Diecinueve de los casos son reincidentes, y el restante se trata de denuncias nuevas en la Brigada de Protección a la Familia. Una menor de 17 años, y dos ancianas también fueron víctimas de la agresión tanto física como psicológica.
Una anciana de aproximadamente 90 años fue abandonada por su hija afuera del patio a la intemperie en plena lluvia, su nieto la llevó hasta la Brigada para denunciar a la hija.
La violencia física va a la par de las agresiones psicológicas. En ninguno de los casos hay una diferencia entre personas de bajos ingresos, o personas de estrato alto.
“Aquí (a la Brigada) llegan las personas que uno menos se imagina. Los excesos en el consumo de bebidas alcohólicas, los celos, la extrema inseguridad de los varones, y la falta de comunicación en la familia son principales factores que inciden en la violencia tanto física como psicológica”.
Entre los casos registrados el fin de semana, el acaudalado dueño de un hostal también llegó hasta la brigada por agredir a su esposa.
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