El informe se centra en el papel de la mujer en la agricultura y revela cómo el sector agrícola trabaja por debajo de su capacidad en muchos países en desarrollo debido a una profunda desigualdad de género.
“El informe plantea sólidas razones económicas para promover la igualdad de género en la agricultura”, reconoció el director general de la FAO, Jacques Diouf, al ilustrar el documento a la prensa. “La igualdad de género no es tan sólo un ideal noble, es también crucial para el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria, debemos eliminar todas las formas de discriminación contra las mujeres”.
Uno de los mayores problemas es que las mujeres “no tienen el mismo acceso a los insumos: tierra, ganado, trabajo, educación, servicios de extensión, crédito, fertilizantes y equipos mecánicos”. “Si lo tuvieran, sus rendimientos serían los mismos que los de los hombres, producirían más y la producción agrícola en su conjunto se incrementaría”. La entidad estima que si se concede a ellas el mismo acceso que a ellos a los recursos agrícolas, sería posible aumentar de 20 a 30% la producción de las explotaciones gestionadas por las mujeres en los países en desarrollo.
“Supondría una reducción del número de víctimas del hambre en el mundo del orden del 12 al 17%, equivalente a entre 100 y 150 millones de personas”, calcula la FAO, que cifra en 925 millones el número de desnutridos en el mundo el 2010, de los que 906 millones viven en países en desarrollo.
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