Cifras escandalosas. De acuerdo con las estadísticas de la Casa de la Mujer de Santa Cruz, institución encargada de promover y defender la equidad de género, cada año atienden un promedio de 5.000 denuncias de violencia contra las féminas, vale decir 50 casos por mes. Es más, la Unidad de Víctimas Especiales, dependiente del Ministerio Público, el año 2010 atendió 981 casos y los Servicios Legales Integrales, de la Dirección de Género y Asuntos Generacionales de la Alcaldía cruceña, registró 5.193 casos. Estas cifras son alarmantes si se toma en cuenta a aquellos hechos delictivos que no son denunciados y que según las autoridades, sería una cantidad similar.
Hay derechos en la CPE pero no en la práctica. La ministra de Justicia, Nilda Copa, una de las 10 ministras mujeres que conforman el Gabinete del presidente Evo Morales, explicó que 34 artículos de la CPE se refieren explícitamente "a las reivindicaciones largamente exigidas por las mujeres de todo el país".
Entre ellos citó la ratificación del principio de igualdad de derechos, la incorporación de la equidad de género como principio fundamentalísimo del Estado y, sobre todo, el derecho de las mujeres a vivir una vida sin violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad y la obligación del Estado de tomar todas las medidas necesarias para hacer cumplir ese derecho. Por su parte, la directora y fundadora de la Casa de la Mujer, Miriam Suárez, asegura que entre la teoría de las leyes y la práctica dista una brecha muy larga. “Hay avances, decir que no los hay es una torpeza pero una cosa es que usted sueñe con que se acabe la violencia, otra muy diferente es ver la realidad”, sostiene Suárez, que trabaja en el rubro desde hace 20 años. Para la directora de la dirección de Género y Asuntos Generacionales de la Alcaldía, María Rosa Valencia, en los últimos 10 años, han habido avances significativos en la legislación boliviana, pero no así en los espacios políticos. Destacó la Ley 1864 que establece los Servicios Legales Integrales (Slims) para atender los casos de las mujeres en los distritos municipales.
La lucha por la igualdad en el día a día La trabajadora social, Mariela Flores, indica que se han logrado progresos significativos en el acceso igualitario de las mujeres a la educación, pero los frutos de ello siguen siendo limitados especialmente en Bolivia, donde se manejan en los distintos niveles socio-políticos que continúan manteniendo a la mujer como un icono sexual. En criterio de Flores, que también se dedica a la docencia, el mayor reto de la mujer actual es vencer sus propios miedos que le impiden a diario reconocer sus fortalezas y potenciales que cada mujer lleva en las venas. “La docencia y el Trabajo Social me han permitido en cada intervención fortalecer la enseñanza en base a la equidad de género, pero entendí que es el Testimonio de Vida la mejor forma de enseñar y éste se ha convertido en el mayor aporte que he aprendido a dar en cada rol que me ha tocado vivir”, dice Flores.
Las mujeres no conocen sus derechos. Reina Meza es una noble ama de casa que todos los días debe soportar los gritos de su esposo a la hora de comer. Ella vive en plena ciudad y desconoce los derechos que la protegen de cualquier tipo de violencia. Leocadia Choque es chofer y propietaria de una empresa de trufis. Esta mujer, a pesar de desconocer sus derechos, tiene su propia empresa y trabaja diariamente como si fuese un “gran empresario”.
Hay 34 ar-tículos de la CPE que se refieren explícitamente a las reivindicaciones largamente exigidas por las mujeres de todo el país".
Nilda Copa
ministra de justicia
Las mujeres desconocen sus derechos
Algunas mujeres, especialmente las nobles amas de casa, no conocen sus derechos. muchas de ellas viven sometidas al abuso psicológico, físico y sexual.
5.931 Casos en los Slims.
Esa es la cantidad de denuncias atendidas por abusos con las mujeres.
981 Casos en la UVE.
La Unidad de Víctimas Especiales atendió esa cantidad de casos.
Cada mujer debe valorar, amar y hacer respetar su dignidad y la naturaleza individual e inigualable que la caracteriza, pues es a partir de ello que la educación de género se convierte en fundamental.
MARIELA FLORES
TRABAJADORA SOCIAL Y PROFESORA
Sueño y aspiro a vivir en una sociedad justa, democrática, donde las diferencias se respeten y no sean motivo de desigualdades injustas. Por eso lucho cada día.
MIRIAM SUÁREZ
DIRECTORA DE LA CASA DE LA MUJER
Vivo un calvario con mi esposo. Todos los días tengo que escuchar sus gritos a la hora de comer y mis hijos también lloran. Estoy desesperada, no sé qué hacer con esta situación.
REINA MEZA
AMA DE CASA Y MADRE DE 5 HIJOS
No tengo esposo, soy soltera y he aprendido a andar siempre sola en la vida. Trabajé 16 años de empleada y ahora tengo mi propio negocio y lo administro
sin ningún problema.
LEOCADIA CHOQUE
propietaria y administradora de su empresa de transporte
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