La mañana del lunes 15 de mayo, una comisión de la Fiscalía Departamental de Pando se trasladó a la población Puerto Morales con el propósito de recabar la mayor cantidad de indicios sobre el abuso sexual contra una niña de 13 años, cuya víctima reveló los nombres de sus agresores.
La directora funcional de la investigación, Blanca Elena Ardaya, aclaró que –en abril pasado- una vez enterado del abuso sexual, el ministerio público actuó de forma inmediata y emitió órdenes de aprehensión para los presuntos implicados: Feliciano Llanos, Mateo Cruz, Ariel Inka y un adolescente de 14 años.
“Hemos llegado hasta la población dónde se habría suscitado el abuso sexual –en distintas ocasiones- contra una menor de 13 años. Acompañado por su papá, la propia víctima de una manera muy clara nos ha indicado los lugares donde se cometieron las agresiones. Varios indicios también incriminan la participación de otras dos personas que ya no viven en la zona, pero tienen orden de aprehensión”, mencionó Ardaya.
La comisión que se trasladó hasta la comunidad Puerto Morales, perteneciente al municipio Santa Rosa del Abuná, estaba conformada por la fiscal asignada al caso, un psicólogo, una trabajadora social, un abogado de defensa pública y efectivos policiales.
Después de la inspección al lugar de los hechos, además de las valoraciones a la víctima, la fiscal Ardaya determinó la aprehensión de Ariel Inca, de 19 años, y un adolescente de 14 años, moradores de la misma comunidad, quienes fueron trasladados hasta la ciudad de Cobija para el desarrollo de la medida cautelar.
El Juez Segundo de Instrucción Penal de la Capital, Elbio Bautista, ordenó la detención preventiva en la cárcel de Villa Busch para Ariel Inca por el presunto delito de ‘violación a infante, niña, niño y adolescente, con agravante’. En tanto, el adolescente está detenido en el Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges).
La agresión sexual contra una niña de 13 años en una población del departamento Pando causó mucha indignación a nivel local, departamental y nacional, al extremo que distintas instituciones y sectores sociales presionaron al Ministerio Público y a la Policía para esclarecer este caso.
“Un día que no había clases he ido a traer yuca y cuando estaba arrancando del yucal una persona me agarró, bajó mi buso y me abusó, después me dio un boliviano y me amenazó para que no avise a mi papá ni a mi mamá, el hombre se llama Feliciano. Después, otro día Yomar me hizo mucho daño en la escuela y ha visto una niña. El Ariel también me abusó junto con don Mateo, en su casa, me agarró mi mano, ha tapado mi boca y ahí me abusaron, después Ariel me pagó cinco bolivianos para que no avise a mis papás y al día siguiente no podía caminar bien, hasta ahora me sigue doliendo mi parte”, relató a Perla del Acre, la víctima, que pertenece a una humilde familia campesina.
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