domingo, 26 de mayo de 2013

Valerosas mujeres y madres

Las mujeres bolivianas, pese a su escasa participación en la política, son conocidas por ser valientes, aguerridas y decididas, en especial las hijas de Cochabamba, y es en honor a las valerosas heroínas de la Colina de San Sebastián que se declaró al 27 de Mayo como Día de la Madre en Bolivia.

Otra valiente mujer que estuvo presente en las batallas por lograr la independencia de las poblaciones americanas es Juana Azurduy, quien luchó junto a su esposo Manuel Padilla, aún estando embarazada, sin medir consecuencias, pudo más su amor por la libertad y llegó a comandar a uno de los ejércitos libertadores.

Bartolina Sisa, cuyo nombre utilizan ahora mujeres campesinas en una entidad formada para lograr el progreso de ese sector de la sociedad y la defensa de sus derechos.

En la actualidad se pueden destacar a mujeres muy valiosas, en suelo orureño existen tantas damas aguerridas como inteligentes, hayan o no nacido en esta alta tierra, no mencionamos nombres por temor a olvidar a alguna.



HISTORIA

La historia que dio origen al Día de la Madre boliviana es la siguiente:

El ejército de los sublevados, encabezado por Francisco del Ribero y Esteban Arze se enfrentó a las tropas realistas y proclamaron su adhesión a la causa independentista desde el 14 de septiembre de 1810, pero fueron vencidos.

En el año 1811 el comandante del ejército español José Manuel de Goyeneche decidió dirigirse a Salta para aplacar los focos subversivos de esas provincias, pero cuando se enteró que Cochabamba nuevamente se había levantado regresó.

Tanto las tropa realistas, comandadas por Goyeneche como las patriotas, lideradas por Esteban Arze se encontraron en Pocona en mayo de 1812. Arze fue vencido y Goyeneche avanzó hacia Cochabamba, donde las mujeres, enteradas de la derrota de sus padres, maridos, hermanos e inclusive hijos, decidieron defender su terruño a como dé lugar.

Las mujeres fueron impulsadas por una anciana no vidente de nombre Manuela Gandarillas, quien les infundió valor para que defiendan con sangre su hogar y armándose de palos y piedras esperaron a los realistas en la Colina de San Sebastián, también conocida como la Coronilla.

Goyeneche ingresó a Cochabamba el 27 de mayo de 1812 hallando en esa ciudad una fuerte resistencia, la lucha fue desigual y el ejército español acabó venciendo a las mujeres, pero en la historia quedó inscrito ese episodio de valentía sin límites de aquellas que pudieron perder la batalla, pero jamás perdieron la dignidad.

Pocas son las mujeres que salen a la luz pública, pero son muchas las que desde el anonimato trabajan con tesón, con inteligencia, con valor, quienes forman a generaciones de hombres y mujeres decididos a sacar a flote a esta patria que se les heredó en libertad, gracias, precisamente a aquellos que se animaron a dar la vida, como la muestra más grande de amor hacia la tierra que habitaron, con la idea fija en que sus hijos y los hijos de sus hijos merecían una vida mejor, una vida en libertad y con dignidad.



HOMENAJE

El Día de la Madre en Bolivia fue instituido por Ley de la República del 8 de Noviembre de 1927, a partir de entonces se destinan sendas celebraciones a rendir homenaje al ser que es capaz de renunciar a sueños, proyectos, anhelos y hasta a su propia vida por quienes ama.

Hoy por hoy, en las escuelas y sus hogares las madres reciben homenajes, con actos preparados especialmente, en medio de bailes, canto, poesía y regalos como coloridas tarjetas que elaboran sus hijos, convertidos en todos unos artistas, flores, dulces y refrigerios, aunque las madres sólo esperan poder ofrecerle al mundo a sus hijos, educados de la mejor manera que ellas conocen, con amor.

En épocas en que los índices de violencia contra las mujeres son altos, tanto en Bolivia como en el mundo, uno de los mejores regalos que pueden recibir por el Día de la Madre es poner un alto al maltrato, a la violencia, a los insultos, a las humillaciones que no sólo lastiman su cuerpo sino también su corazón y su espíritu.

No olvidemos a aquellas que merecen no sólo festejar el Día de la Madre, sino también el del Padre, pues al ser padre y madre deben equilibrar entre mimar y corregir, entre prodigar y tener firmeza, entre contener y castigar, además de trabajar día y noche para alimentar a sus hijos, ofrecerles oportunidades de un futuro promisorio y sacarlos adelante como personas de bien.

Para todas las mujeres que aquí mencionamos implícita o explícitamente, desde estas páginas, humildemente les deseamos que reciban bendiciones de nuestro Señor, Dios las bendiga y les dé la fuerza, el coraje y la sabiduría para seguir adelante por ellas y por sus hijos.



Bibliografía consultada

Historia de Bolivia, José de Mesa, Teresa Gisbert y Carlos D. Mesa Gisbert, séptima edición, Editorial Gisbert.

Artículo: Una Ley da el Aval para que se conmemore El Día de la Madre publicado en el portal web bolivianísima.com en base a la Legislación Social Boliviana de Abraham Maldonado y Lecciones de Historia de Bolivia de Florian Giebel

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