¿Es muy difícil ser una mamá con una carrera exitosa?
Es complicado para una mujer en cualquier ámbito el ser una buena profesional y una buena madre. Una tiene que organizar los horarios de tal forma que no se descuide el trabajo y que el tiempo que se pase con los hijos sea de calidad. A veces hay mamás que están todo el día con los hijos pero no comparten momentos, porque se ha vuelto algo rutinario. En cambio, cuando una tiene poco tiempo, creo que aprovecha más de éste y se da calidad.
Sin embargo, tu área de trabajo es especialmente difícil...
En mi caso, la banca no tiene horarios. Yo llego tempranito a las siete de la mañana, no bajo a almorzar a la casa y normalmente mi horario de trabajo es hasta las nueve (de la noche), a veces más. Pero ése es mi ritmo, trato de organizarme bien para hacer seguimiento a mi hijo por teléfono y trato de que los fines de semana estemos juntos. Creo que el orden y la organización son clave para ser una buena madre.
¿Cómo has afrontado tu realización profesional como mujer?
Ha sido difícil, un reto grande. La satisfacción es que puedo ser un ejemplo para el resto de las mujeres, mostrarles que sí se puede cuando trabajas mucho. Si te esfuerzas, puedes llegar a lugares que antes estaban destinados sólo a hombres.
En estos tiempos, ¿aún existen límites para las mujeres?
Aún es difícil, hay mucho machismo en Bolivia, Latinoamérica y el resto del mundo. En mi caso, si tengo una reunión de Asoban, todos son varones; en el banco, todos los gerentes nacionales son hombres. Entonces tengo que imponer mi imagen y liderazgo, pero no en función de que soy la jefa, sino que muestro mi trabajo y llevo una relación —que es difícil, porque hay mucha presión— en que empleo la parte humana, que las mujeres manejamos bastante, durante 12 a 14 horas de trabajo. Si no hubiera un relacionamiento de calidad sería más difícil. Yo estoy muy feliz, ya voy a cumplir seis años de gerente. Aquí he hecho mi maestría más grande, no sólo en finanzas, sino en relacionarme con la parte pública.
¿Ese ritmo tiene algún costo?
Varias veces no he podido asistir a eventos de mi hijo. En el colegio me conocen muy poco, no asisto a reuniones a no ser que sea un domingo. El año pasado me preguntó si esta vez iba a poder estar en su cumpleaños... no lo hizo con enojo, fue algo natural. Eso me ha dolido, porque tengo que dedicarle más tiempo a mi hijo y es algo que tengo que equilibrar cada día.
Pero no puede descuidar una responsabilidad tan grande...
Para mí el trabajo es muy importante y si lo dejo, justo cuando no estoy, algo pasa. Debo saber dedicar el tiempo en la medida de mis responsabilidades. El 90% es para mi trabajo y el 10% para mi familia, pero trato de que ese tiempo sea bueno, que compartamos. Los días que almuerzo en casa no permito nunca que haya un televisor en el comedor, es tiempo de charla y de compartir. A veces veo que en un restaurante los hijos están chateando y no conversan; las relaciones personales son más importantes. Además, con mi trabajo quiero mostrarle a mi hijo que en lo que estudie, trate de aportar al país.
¿Cómo aprovecha mejor el tiempo con su hijo?
Cuando salgo en alguna revista, él siempre me pregunta qué es lo que estoy diciendo, entonces aclaro su duda. Además trato de explicarle que si no le dedico más tiempo es porque estoy trabajando por el país. El resto del tiempo comparto sus intereses, le encanta el fútbol y hay fines de semana que me hace despertar temprano para ver un partido en Europa, y yo feliz, me tengo que interesar en lo que a él le interesa. Él me ha dicho que está orgulloso de mí y yo trato de que se sienta orgulloso.
Tiempo libre
“Nos gusta bastante ir de paseo y caminar. Lo hacemos el sábado en la tarde... me cuenta cosas de su colegio y sus amiguitos. Los domingos escuchamos las canciones que está aprendiendo en guitarra”, cuenta.
Roles de hoy
“También me hace jugar, eso me permite ser más compañera. En estas épocas, si no eres compañera de tu hijo, él se alejará”.
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