jueves, 27 de agosto de 2015

Kushner asegura que recuerda poco y exclama: "Una mierda, ¿no?”



A William Kushner se lo ve preocupado, cansado. Cuando se le pregunta sobre lo que ocurrió el miércoles 19 de agosto se le escapa: "Una mierda, ¿no?”. Recuerda poco del día en que murió su exnovia, Andrea Aramayo. Nada de si ella intentó aferrarse a su coche o si gritó para que se detuviera.
"No recuerdo gritos ni que ella golpeara. Las ventanas de la vagoneta son polarizadas, no se ve bien y eran las tres de la mañana, estaba oscuro. Puse el coche en marcha antes de que ella llegara, obviamente”, cuenta Kushner desde donde está, detrás de unas rejas de hierro con pintura descascarada, en la sección La Posta del penal de San Pedro, donde guarda detención preventiva tras ser imputado por feminicidio.
Despide a su madre con una sonrisa al palpar contento una bolsa nylon que ella le entrega.
Después se pone serio. La barba le ha crecido y aún se le nota la cicatriz en el puente de la nariz que le dejó un certero golpe de Arturo Fortún, el amigo de Aramayo que lo retuvo aquella madrugada, cuando Kushner bajó de su vagoneta marca Jeep y observó el cuerpo de su expareja tendido sobre el asfalto.
Su relación, que comenzó a principios de este año, llegó a su fin el sábado anterior al hecho.
El martes 18 de agosto, Aramayo, de 27 años, estaba deprimida y quedó en salir a la discoteca Mongo’s con sus dos amigos: Andrea Bohórquez y Fortún. Allí se encontró con Kushner y se produjo una discusión.
Él afirma que no deseaba permanecer por más tiempo allí, así que a eso de las 3:10 del miércoles 19, salió rápidamente de Mongo’s para marcharse en su coche. Dice que sus dos amigas lo seguían, mientras los guardias de seguridad del boliche retenían a Aramayo.
Habla lento, escoge bien las palabras que utiliza. "Fui a recoger mi auto, que estaba sobre la calle Pedro Salazar, estacionado detrás de otro vehículo, dando la vuelta la esquina hacia la avenida 6 de agosto. Partí y me detuve en la esquina de la calle Hermanos Manchego para esperar a mis dos amigas. Detrás de ellas vi que se acercaba Andrea. Reconoció la vagoneta y comenzó a correr. Puse en marcha el coche cuando escuché cerrarse la segunda puerta. Tampoco partí como MacGyver. El auto es automático y en pendiente tiende a avanzar”.
Lo que ocurrió después, en los 30 metros que según él recorrió, es aún un misterio. Después de la muerte de su expareja, la madre de ella, Helen Álvarez, afirmó entre lágrimas que Kushner la atropelló, que un médico de la Clínica del Sur le dijo que un vehículo pasó por encima de la cabeza de su hija y llamó a Kushner "asesino”, un adjetivo que lo persigue hasta en la cárcel.
El abogado que patrocina a la familia de Aramayo dijo que una caída -que según la parte contraria fue lo que sufrió Andrea- no ocasiona las graves lesiones evidenciadas en su cadáver. Fracturas en el cráneo, el tórax, hemorragia, laceración de un pulmón, desvío de la columna, entre otras, señala el informe forense.
Kushner se frota la cara. "Yo avancé lento, 30 metros y miré por el retrovisor lateral. Esperaba verla…, no sé qué palabra utilizar, resignada. Pero la vi desvanecida. Recién me detuve”, cuenta

Lo llaman a la gobernación del penal. En el camino una mujer lo mira de lejos y al pasar por su lado se inclina como si lo escupiera: "¡Asesino!”, le dice rápido.
En las oficinas lo abordan otros periodistas, ansiosos por hablar con él

Muchos cuestionan su poder económico, según dicen. Allí se lo ve de jean, chaqueta deportiva y tenis. Su apellido se ha convertido en el más repetido en la prensa y en las redes sociales en los últimos días.
Cuando se refiere a los medios, Kushner dice: "Me han sacado la mierda”. Ahora prefiere cortar la entrevista y volver a su celda, a encerrarse con un candado.
Registrarán el coche 8 días después del hecho
La Fiscalía programó realizar para hoy una de las primeras pericias que ayudarán a esclarecer la muerte de Andrea Aramayo. Se trata del registro de la vagoneta ploma marca Jeep que conducía William Kushner la madrugada del 19 de agosto, cuando presuntamente atropelló a su expareja.

En este trabajo se buscará material biológico en el exterior del coche, se determinarán las zonas de impacto, sus características técnicas y también si existen huellas dactilares en su superficie y si estas pertenecen a Aramayo.

La vagoneta permanece hace más de una semana en un garaje utilizado por Tránsito como depósito de vehículos secuestrados, en Sopocachi.

El registro del lugar del hecho (calle Pedro Salazar, esquina Hermanos Manchego) se realizó al anochecer del viernes, casi tres días después de que Andrea fuera hallada sobre el asfalto gravemente herida.

También se tomó declaraciones a los primeros testigos y se practicó una pericia de toxicología al cuerpo de la fallecida.
 Pero queda por realizar la reconstrucción del hecho además de otras pericias como la elaboración de una planimetría virtual, pero las partes aún no fueron notificadas.

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