Es Muriel Cruz Claros, aquella bella joven que desde hace 10 años no solo llenó de orgullo a los montereños, sino a los cruceños y bolivianos en general. Fue reina de belleza y de aquella época conserva mucho, pues sigue siendo muy guapa.
Hace pocos días fue elegida presidenta del Concejo Municipal de su ciudad y confiesa que al principio tuvo miedo, pero que después se llenó de valentía y se prometió a sí misma y a su pueblo trabajar para buscar mejores días para su tierra.
¿Te imaginaste que llegarías al cargo que ocupás?
Soy una persona que ha ido ‘quemando sus etapas’. Cuando fui miss me dediqué con responsabilidad a ello, luego me fui a EEUU a trabajar, y lo hice con todas mis fuerzas. Fui niñera, mesera, empleada en una tienda de Victoria’s Secret y secretaria.
Volví a Bolivia, ingresé a la política y me fue bien, ahora soy presidenta del Concejo Municipal de Montero. Siempre he sido positiva y creo que una grada sube a otra. Cuando fui reina utilicé la fama para ayudar a la gente, y me imaginaba ocupando un cargo público para seguir ayudando.
Entonces, ¿aspirás a otros cargos políticos?
Si se me da la oportunidad y mi pueblo quiere, sí. Deseo seguir en la política como servidora pública; me gusta lo que estoy haciendo.
¿Qué otro puesto te gustaría ocupar?
Por el momento estoy bien en el Concejo Municipal de Montero, pero podría aspirar a ser diputada.
Y en el futuro, ¿presidenta del Estado?
Sí, ¿por qué no? Tengo todas las ganas de trabajar por el pueblo y eso es lo más importante.
¿Estás capacitada para ello?
Soy joven, tengo mucho que aprender y no digo que postularía para esos cargos el próximo año. Tengo que tener más experiencia y estudio Derecho para tener una formación académica, que es muy importante para quien desea ocupar un cargo público.
¿Qué ha sido lo más difícil de tu incursión en la política?
No ha sido fácil, he tenido que vencer muchos prejuicios de la gente que cree que por haber sido reina de belleza no tengo capacidad, que no soy inteligente y no tengo sensibilidad social. Me ha costado demostrar mi voluntad de trabajar por el pueblo. Si hubiese sido hombre habría sido más fácil.
¿Te discriminaron por ser mujer?
Sí. Para nosotras es más difícil estar en la política, no creen en nuestra capacidad, dudan de nuestra responsabilidad. Además, cuando uno es madre (tiene dos hijos), tenés que atender los asuntos de la política, del cargo que se está ejerciendo, y al mismo tiempo cuidar a tus hijos.
¿En tu familia te apoyan?
Sí, totalmente. Al principio tenían algo de miedo porque muchas veces la política no es clara y solo quieren lo mejor para mí. Mis padres me alientan, me dicen que siga adelante, que haga realidad mis sueños, que ayude a la gente, que no haga caso de los que hablan mal de mí.
¿Tenés asesores políticos?
La persona que me invitó a participar en la política fue Gerardo Rosado, él me ayuda, me da consejos y me guía. Con él estoy muy agradecida porque me mostró el hermoso camino del servicio público. Después escucho lo que la gente me dice, lo que piden, y creo que no hay nada mejor que escuchar al pueblo.
¿Qué necesita más la ciudad de Montero?
Mucho. Tenemos que trabajar en muchas áreas, hay que mejorar la salud, la educación, llevar pavimento a los barrios. Y algo que me aterra es la inseguridad ciudadana.
Nos hemos convertido en una ciudad insegura y eso me gustaría cambiar. También quiero trabajar en beneficio de los niños, para que crezcan sanos y con educación, y así tendremos una nueva generación de ciudadanos que aportará al desarrollo.
Cuando mirás hacia atrás, ¿te arrepentís de algo?
Absolutamente de nada. Volvería a hacer todo lo que hice, a participar en concursos de belleza, que me enseñaron a ser disciplinada y autosuficiente; de haberme ido a trabajar a EEUU, porque allá aprendí a ser fuerte, a no tener vergüenza de trabajar en lo que sea; de haber tenido a mis dos hijos, que son mis dos angelitos; y de haber incursionado en la política, pues así puedo ayudar a mi pueblo.
Cometí errores y de ellos también aprendí mucho, nadie es perfecto. Cuando uno se cae, lo importante es levantarse y seguir caminando, de nada sirve lamentarse de lo que ya está hecho, hay que solucionar las equivocaciones y seguir adelante.
¿Te gustaría que tu hija sea reina de belleza y que ingrese a la política?
Me gustaría que sea lo que ella quiera, pues no hay nada mejor que hacer lo que a uno le gusta, de no hacer las cosas por obligación. Aunque confieso que sería bonito que sea miss, pues se viven hermosas experiencias y se aprende mucho.
¿Cómo está tu corazón?
Muy bien, lo ocupan mi dos hijos, ellos son lo más importante en mi vida.
¿Tenés pareja?
No tengo. Sentimentalmente estoy sola. Del padre de mis hijos me separé y a esa hoja del libro de mi vida ya le di la vuelta. Ahora estoy dedicada al servicio público, a la política y a mi familia.
Tu vida cambió mucho, de las pasarelas, al trabajo y ahora a la política...
Sí, mi vida cambió 180º. Pero así es mejor, creo que no hay que quedarse en un solo nivel, hay que renovarse, seguir adelante, no tener límites.
¿Qué te gusta más de lo que hacés actualmente?
Es emocionante ver a la gente contenta por las obras que se les entrega, por el beneficio que reciben, y ser uno el canal para que ello ocurra es muy bonito. Eso me gusta, el contacto con el pueblo, ver la cara de los niños, de los ancianos, de las mujeres, de aquella gente que no ha sido favorecida por la suerte, llegarles con algo.
El servicio social es el mejor oficio del mundo. Me gusta ayudar a nuestros semejantes y trabajar para darles mejores condiciones de vida.
¿Por qué la política está tan desprestigiada?
La política no está desprestigiada, son algunas personas que se sirven de ella para fines personales los que le hacen daño. Desde que entré a la política he creído que este trabajo es para servir al pueblo y no hay que ser tan sabio para hacer un buen papel, solo se tiene que obrar con responsabilidad y sobre todo con mucha sensibilidad social.
¿Qué le dirías a aquellos que creen que las misses son tontas?
Que no han conocido a una verdadera miss, a una reina de belleza preparada, y sobre todo, con conciencia social. Muchas veces se juzgan las respuestas que se dan ante el público, sin tomar en cuenta de que hay mucha presión sobre ellas, que son jóvenes e inexpertas en oratoria, y como algunas veces las respuestas que dan no son muy filosóficas, se generaliza que son tontas.
Invito a esa gente a que se suba a un escenario, con 1.000 personas en frente, cámaras de TV enfocándola y luces sobre su cara, a que de un discurso coherente, que guste a toda la gente y que arranque aplausos.
¿Qué pueden aprender los hombres de las mujeres?
Mucho, la sensibilidad que tenemos para solucionar los problemas, a ser detallistas, perseverantes y más humanas para enfrentar los conflictos.
¿La mujer es mejor administradora?
No creo que sea cuestión de ser mujer u hombre para administrar bien, es solo actitud de llevar adecuadamente una cosa. Hay buenas y malas autoridades varones, como también las hay mujeres. El deseo de luchar por el pueblo no es cuestión de género, sino de compromiso y de ganas de hacer las cosas bien.
¿Cómo te ves dentro de 20 años?
Trabajando por mi pueblo, no sé en qué puesto, pero junto a la gente que necesita ayuda, que es mucha. Con mis hijos grandes, tal vez profesionales y haciendo su vida.
¿Qué harías si fueras presidenta de Bolivia?
Lo que ahora quiero hacer por Montero, luchar para que la población tenga acceso a la salud, que todos los niños vayan el colegio en buenas condiciones, que haya seguridad en las calles, apoyar a los que producen alimentos para que las mesas de todos los bolivianos siempre estén llenas e incentivar la preparación de los jóvenes
PERFIL
Cargo: Presidenta Del Concejo Municipal De Montero
Edad: 26 Años
Ciudad: Montero
Reina De Belleza
Fue miss Montero 2002, reina del Carnaval de Montero, señorita Santa Cruz y miss Bolivia Internacional 2003. Representó a nuestro país en el Miss Internacional en Japón, donde se clasificó entre las 12 finalistas.
Familia
Tiene dos hijos: Andrea (7) y Javier Moreno (5).
Está soltera.
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