Es la primera vez que la agencia sanitaria de Naciones Unidas realiza un estudio global sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres, tanto la ejercida por sus parejas como por hombres con los que no comparten su vida.
Los datos muestran que el 35 por ciento de todas las mujeres padecerán violencia machista a lo largo de su vida, algo que les dejará consecuencias que pueden ir desde un brazo roto, a embarazos indeseados, a problemas psicosociales profundos.
El estudio revela que, globalmente, el 38 por ciento de todas las mujeres asesinadas lo fueron a manos de sus parejas, y que el 42 por ciento de las que padecieron violencia física o sexual de su pareja sufrieron graves consecuencias médicas posteriores.
El informe también muestra que las mujeres violentadas tienen dos veces más posibilidades de experimentar depresión o alcoholismo que el resto.
Las mujeres violadas tiene una vez y media más posibilidades de contraer enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, la clamidiasis, la gonorrea o el VIH-Sida.
Asimismo, las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual tienen el doble de posibilidades de quedarse embarazadas sin desearlo que el resto, y sus bebés tienen un 16 por ciento más posibilidades de nacer con bajo peso.
Por regiones, la prevalencia de maltrato de mujeres se sitúa en un 45,6 por ciento en África; un 40,2 por ciento en el Sudeste Asiático; un 36,4 por ciento en el Mediterráneo Oriental (aunque no hay datos sobre la violencia que no fue ejercida por la pareja); un 36,1 por ciento en las Américas; un 32,7 por ciento en los países de altos ingresos; un 27,9 por ciento en el Pacífico Occidental; y un 27,2 por ciento en Europa del Este.
Uno de los principales problemas es que el miedo de ser estigmatizada provoca que muchas mujeres no denuncien o ni tan siquiera comenten con el personal sanitario que son víctimas de maltrato.
A pesar de los obstáculos, el 7,2 por ciento de las mujeres en el mundo denunciaron haber padecido violencia machista y acoso sexual por hombres que no son sus parejas; éstas mostraron padecer 2,3 veces más alcoholismo que el resto, y sufrían 2,6 veces más casos depresión o ansiedad.
Ante esta realidad, el informe destaca la necesidad de que todos los sectores de la sociedad se comprometan a "eliminar la tolerancia ante la violencia contra las mujeres", y a ayudar a las que la han padecido.
Para ello, la OMS ha editado unas directrices destinadas a que el personal sanitario sepa detectar, tratar y en su caso denunciar los casos de mujeres maltratadas.
La OMS pretende que todos los trabajadores de la salud cuenten con formación para detectar las víctimas de maltrato y saber responder adecuadamente en función del caso.
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