lunes, 27 de febrero de 2012

Eva Braun, la cómplice de Hitler

La única mujer de Hitler. Después de vivir un romance de más de una década y media, el líder alemán la convirtió en su esposa. No fue tan sólo rubia, atlética y hermosa.

Eva Braun, la mujer que vivió un romance por 16 años con Hitler y se suicidó el 30 de abril de 1945, un día después de casarse con él, nació un 6 de febrero de 1912. A cien años de su nacimiento, se revela que no sólo fue una típica rubia tonta y la amante de Hitler, sino su cómplice.
De acuerdo con el artículo de elpublico.es, la historiadora alemana Heike B. Görtemaker tiene pruebas de que Braun apoyó las decisiones de Hitler, convirtiéndose así en su colaboradora. “Tenemos pruebas de que hacia el final de la guerra, Braun apoyó a Hitler en su locura de ser cercado por traidores. Ella se convirtió en su cómplice (…) No diría que fue una criminal, pero tampoco la mujer pasiva que simplemente pasaba por allí”.
Evidencia. Las pruebas de las que habla Görtemaker se encuentran en su libro Eva Braun. Una vida con Hitler (Debate), que salió publicado en español y causó polémica hace un año en Alemania. En su mayoría son cartas enviadas de Braun a su hermana en 1945, en las que ella insiste en que se guarde toda su correspondencia con Hitler. También han quedado 22 páginas de su diario personal y las fotos y películas que se hicieron en el Berghof, en las cuales la chica rubia que quería ser fotógrafa mostraba a Hitler como un amante de los niños y un cuidadoso hombre de familia.
Görtemaker argumenta que Braun formaba parte de la maquinaria de propaganda. “Braun debe ser entendida como parte de un grupo y como miembro del círculo más íntimo de Hitler. Y en este círculo, todos fueron testigos de lo ocurrido, y todos estaban convencidos de lo que se hizo”.
Esta tesis es contraria a los estudios hechos sobre Eva y otras mujeres que compartieron la vida con los nazis. “Por suerte, las nuevas investigaciones nos muestran ahora un cuadro más complejo y ya no son vistas como inocentes per se, sino que cada vez son más definidas como actores que también jugaron un papel aquellos años”, añade la historiadora.

17 años tenía Eva Braun cuando conoció a Hitler, por entonces de 40 años. Al año siguiente comenzó su relación.

6 años duró la Segunda Guerra Mundial, en la que Adolf Hitler hizo asesinar a millones de personas.

La relación de braun y hitler nació en un estudio fotográfico. La crónica de la pareja se inicia en octubre de 1929, cuando se encontraron en el estudio del fotógrafo Heinrich Hoffmann en Múnich, donde ella trabajaba. Hoffmann le presentó a Adolf como herr Wolf y le pidió que fuera a buscar cerveza y leberkäse para los tres; más tarde, Hitler se ofreció a llevarla a casa en su Mercedes, algo que ella rechazó, relata Görtemaker. Después llegarían más invitaciones al cine y a la ópera. Sin embargo, entre 1929 y 1935 existen pocos datos, según reconoce la historiadora. Añade que la relación entre ambos permaneció oculta ante la opinión pública hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.


sábado, 25 de febrero de 2012

Las 21 mujeres taxistas que desafían el peligro en Tarija

Me recogió de casa y observé que ella llevaba un niño en el asiento delantero, el niño de no más de seis años volteó y sonrió al verme. Durante todo el trayecto el chiquillo jugueteaba con el cinturón de seguridad mientras succionaba su desgastada mamadera. El asiento se había convertido en su corralito de juegos y a la vez en su pequeña cuna de menos de un metro.
A momentos me observaba por el borde del asiento como quien juega a las escondidas; lo hizo en tres ocasiones pero su inquietud no duró mucho tiempo ya que se durmió en la quinta cuadra recorrida. “Hasta que descansa”, dijo su madre, la conductora del taxi, quien concentrada en su labor puso el guiñador, apretó el freno, pisó el embriague, cambió de caja y dobló la esquina mientras me comentaba que ya son ocho años los que trabaja en ese oficio.
“Empecé a trabajar con mi marido pero no funcionó, a mí siempre me gustó manejar y conversar con la gente”, comenta la conductora del taxi quien revela que su nombre es Lorena Castillo y relata que decidió aprender a manejar cuando despidieron a su esposo del trabajo. Añade además con risas que la frase: “Mujer al volante, peligro constante”, para ella es sólo un chiste ya que su labor diaria le ha enseñado a conducir mejor que un varón. “Sé todo sobre autos, incluso de mecánica”, cuenta.
A pesar de su duro trabajo las mujeres que se dedican a este oficio se reconocen más delicadas, comprensivas, limpias, respetuosas, solidarias y tranquilas al manejar. Tanto es así, que muchos pasajeros las prefieren por sobre los conductores hombres.
Sin embargo Lorena revela que todavía deben escuchar comentarios como “uhh... subir al taxi con una mujer debe ser toda una aventura” o “es la primera vez que me lleva una mujer”, frases a las que ellas responden: “si quiere caballero puede bajarse y tomar un taxi conducido por un hombre” pero “nunca se bajan”, dice Lorena sonriente.
Cuenta que su niño se acostumbró a ser su fiel “copiloto”, dice que le gusta estar en el taxi y pasear por diferentes lugares. Él ya sabe que sacar la mano por la ventana es malo, que cuando sube al auto debe ponerle el seguro a la puerta, que su mamadera no debe colocarla donde está la caja de cambio sino en la cajuela y que es mejor siempre llevar su mantilla y una chompa por si cambia el clima.
Según una encuesta realizada por El País, no son muchas las mujeres taxistas en Tarija pero progresivamente se van incorporando más a un mundo que hasta hace poco parecía “cosa de hombres”. En nuestra ciudad hay 21 mujeres taxistas de un total de 1.089 radiotaxis distribuidos en 9 empresas de radiomóviles. Las empresas encuestadas fueron: radiomóvil Andaluz, 4 de Julio, Tarija, Full Móvil, Moto Méndez, Excel, Remix, Móvil Sur y Juan XXIII.
La operadora del radiotaxi Full Móvil, donde hay 11 mujeres taxistas, manifestó que el ser mujer siempre implica algunos riesgos y roces en el trabajo, sin embargo aclaró que los derechos de las trabajadoras nunca fueron vulnerados. “Los sueldos y los horarios son para todos por igual”, dice, inclusive revela que ella también conduce un radiotaxi y que es propietaria del mismo.
Los requisitos para ser una mujer taxista son los mismos que para un hombre. Se trata de tener una licencia de conducir y poseer el certificado de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) que acredite una buena conducta. “La cosa es ser conductor”, dice Lorena.
Las operadoras de los radiotaxis explicaron que el trabajo es de 24 horas que deben ser cumplidas en turnos. Los horarios en un día normal son de 6:30 a 9:30 y en la tarde de 12:30 a 15:30. Los horarios nocturnos, de 24:30 a 6:30 de la mañana, se deben cumplir día por medio y están programados de lunes a domingo según cronograma de turnos.
Muchas mujeres taxistas comparten el coche con sus maridos, “ellos suelen trabajar por la noche y nosotras de día porque es más combinable si se tienen hijos”, dice Carmen Díaz quien se pone al volante a las 8:30 y se retira a las 16:30.

El peligro de ser una mujer taxista
Borrachos, delincuentes y clientes burlones es lo que cada día y sobre todo los fines de semana deben aguantar las mujeres taxistas, quienes como ellas dicen, “saben darse su lugar”. Empero son pocas las que trabajan de manera independiente brindando el servicio de taxi debido a que el pertenecer a una línea de radiotaxis les brinda mayores garantías. “Si hay algún inconveniente llamamos a la central marcando un número y en ese momento vienen todos nuestros compañeros”, afirma Lorena.
“El trabajo es duro, hay que andar a las vivas. Cuidarse de policías extorsionadores y de los asaltantes, además de medir tiempos para llegar puntualmente a recoger a los hijos y hacer las labores en la casa, pero me gusta. Con este trabajo he redescubierto la ciudad”, dice Claudia López.
Cuenta también que su papá le dejó de hablar durante tres meses porque no quería que ella se dedicara a un oficio tan peligroso. “Me decía que era peligroso y que nunca podía confiar en los pasajeros que subían al auto”, dice.
Lorena cuenta que fue acosada por un pasajero que intentó abrazarla y sacarle su número de teléfono. “Más bien estaba en el centro de la ciudad y pare en el mercado Central y ahí le pedí que se bajará”, relata.

Los chismes de taxi
El taxi es un habitáculo pequeño de paso donde hay muchas personas que se abren a sus problemas y sus penas. Otras que conversan sus secretos y fechorías, sin embargo hay quienes olvidan que el oído y la concentración de una mujer son facultades superiores a las de un hombre. “A veces creo que actuamos como una terapia porque sabemos escuchar pero otras veces es mejor no meterse en las conversaciones”, dice Lorena.
Claudia cuenta que el taxi incluso se ha convertido en un escape en su real dimensión, relata que siempre que hay una discusión de pareja en la calle, la mujer o el hombre opta por tomar un taxi. “A veces no saben ni dónde los voy a llevar pero se calman, conversan y me dan una dirección”, cuenta.
Dice que ha visto llorar a muchas personas, a otras sonreír e incluso ha escuchado conversaciones “que no debía oír”. Relata que una vez un par de médicos subió a su taxi y se pusieron a conversar sobre la necesidad de dinero que tenía uno de ellos. “Invéntate una operación es abrir y cerrar”, le aconsejó uno de ellos, cuenta Claudia y sonríe.
Carmen dice que ha llevado a moteles y a clubes nocturnos a personas conocidas en el medio y que incluso quisieron darle propina para que nunca cuente esto, sin embargo no recibió la propina y tampoco nos contó de qué personas se trataba.

La equidad que alcanzó la mujer
Sin duda la mujer cada vez ingresa a más espacios que antes eran restringidos sólo para hombres. Este grupo que antes se creía discriminado ahora es el que más equidad ha logrado. Una encuesta realizada por la empresa Real Data sobre 1.900 casos en los nueve departamentos revela que los aspectos en los que más existe inequidad en Bolivia están relacionados con el factor económico (40.2%), las oportunidades de empleo (26.6%), el acceso a la educación y la salud. En contraposición, los encuestados identifican a las mujeres como el principal grupo que en los últimos años alcanzó la igualdad de oportunidades

ESTADÍSTICAS realizadas por el país
El radiomóvil Andaluz cuenta con 129 taxistas hombres y una mujer, el Móvil Sur tiene 100 taxistas todos son varones, el radiotaxi Full Móvil tiene 150 taxistas, entre ellos hay once mujeres. El radiomóvil Moto Méndez tiene 180 taxistas, entre ellos hay tres mujeres. En el radiomóvil Tarija hay 150 socios y ninguna mujer. En el radiotaxi Remix hay tres mujeres entre 150 taxistas hombres. El radiomóvil Juan XXIII tiene 100 asociados y ninguna mujer. El radiotaxi 4 de Julio tiene 80 taxistas, entre ellos tres mujeres. Finalmente el radiomóvil Excel cuenta con cerca de 50 taxistas y ninguna mujer. En total hay 21 mujeres taxistas de 1.089 conductores hombres.

martes, 21 de febrero de 2012

Yo las conocí... semblanza de la señora Giselle Sciaroni

La dama de todas las épocas, la que amistó con todas las edades, la que dejó su sello imborrable en cada institución en las que sirvió con dedicación y amor a su pueblo, ella ya descansa en paz.
Compartí con Giselle hermosas experiencias. Fue secretaria durante la primera gestión en la que presidí el Comité Cívico Femenino, allá por los años setenta. Recuerdo su valiosa sugerencia, que colocáramos como membrete en nuestro papel de escritorio, esa parte del himno que dice: “Siempre libres cruceños seamos, cual lo son nuestras aves y flores”. Su personalidad arrolladora, su entusiasmo y relacionamiento con las instituciones de Santa Cruz, sumado al grupo de valerosas mujeres que me acompañaron como Elffy Albretch, Anita Leigue, Celita Salmón, Felicidad Urdininea, Feliciana Rodríguez, Esperanza de Arano, Chabela Saavedra, Blanca de Echazú y otras de esa talla, le dieron fuerza y valor a mi gestión.
Más tarde Giselle, inquieta como era, gestionó un terreno en La Guardia para un centro piloto de drogadictos y alcohólicos, que era de urgente necesidad.
Le costó no solo tiempo en idas y venidas a la Alcaldía, sino también en convencer al alcalde de esa época. Su constancia y tenacidad logró que sea aprobada la donación. Luego comenzó la peregrinación en busca de fondos. Tocó puertas de empresas y amigos para que ayuden. Era una obra ambiciosa que requería mucha inversión. Ese trabajo la tuvo ocupada y por mucho tiempo preocupada, pues no fue fácil conseguir dinero, y la construcción no avanzaba como ella deseaba.
No olvidaré jamás el año 1986. Fue en mi segunda gestión en el Comité. Giselle me visitó con la propuesta de entregar la construcción iniciada, que se estaba deteriorando por el paso del tiempo, para que el Comité se hiciera cargo de la obra. Me dijo: “Confío en vos, sé que harás realidad esta imperiosa necesidad en nuestro pueblo. Solo te pido que el centro lleve el nombre de Mirette Sciarony de Bruun, mi madre, pues ella es el puntal que me anima y secunda mis trabajos sociales”.
Me emocionó su gesto y sinceridad, agradecí su confianza y le prometí presentar su oferta al directorio, que lo aprobó en pleno y enseguida nos dimos a la tarea de buscar recursos. En La Paz visitamos al director del Fondo Social de Emergencia, nuestro dilecto amigo Fernando Romero, quien nos ayudó con el proyecto y nos contactó también con el director del PL 480, Carlos Brogman, para conseguir fondos para el equipamiento.
Siete meses después, con la bendición de Dios y la presencia de Giselle, entregamos el centro Mirette Sciarony de Bruun sobre 1.850 metros cuadrados, equipado con 100 camas para internos, cuatro salas de terapia ocupacional, cuatro patios interiores para recreo y visitas, una hermosa cocina y un espacioso comedor con todo su menaje. También se sumó el grupo de Mujeres Unidas en Acción, construyendo una hermosa capilla, tan necesaria para la parte espiritual de los internos.
Con la valiosa ayuda de Monseñor Tito Solary y de la hermana Martina Chamy, se procuró entre las congregaciones religiosas que trabajan en Bolivia, alguna que pueda hacerse cargo del nuevo centro. Con la anuencia de Giselle, el centro fue entregado a Monseñor Pietro Gelmini, obispo italiano quen trabajaba con drogodependientes en su país.
Independientemente de sus reinados deportivos, carnavaleros, de sus experiencias consular y edil, de sus voluntariados en la Cruz Roja, Granja de Espejo, Mesa Redonda, cruzadas de bien y su gran popularidad, Giselle nunca perdió su sencillez y hermosa calidad humana.

Giselle , una hacedora incansable

La líder cruceña fue artífice de las luchas cívicas, ejerció como alcaldesa y consulesa y FUNDÓ AL MENOS 15 INSTITUCIONES. El voluntariado fue su Biblia y su gran sueño, la reapertura de la ex-Granja de Espejos. Se codeó con grandes empresarios y militares. El pasado 27 enero murió, a los 88 años



Texto: Cecilia Dorado N. / Fotos: Familiares, Pilar de Gutiérrez y Hernán Virgo

Giselle Bruun Sciaroni no tuvo hijos, pero acogió a muchos como si fueran suyos. Presos, niños de la calle, mujeres abandonadas, adictos, enfermos: todo ser humano caído en desgracia conmovía su corazón.

Detrás de esa figura fina y elegante, además de un temple de acero, se escondía una mujer muy humana. Su afán por involucrarse en temas sociales era tal que su madre, Mirette Sciaroni de Bruun, vivía preocupada porque Giselle no dejaba nada para ella. Y así se fue el pasado viernes 27 de enero de este año, a las 18:00, cuando su corazón dejó de latir.

En sus 88 años, ‘regaló’ a Santa Cruz más de 15 instituciones dedicadas a la salud, el civismo, los desamparados, el deporte, y un sinfín de gestiones inspiradas en su espíritu altruista. No por nada, el exdiplomático Agustín Saavedra Weise le dijo en un Día de la Madre: ‘No sos Giselle Bruun, sos una madraza de Santa Cruz’.

Cuando tenía 14 años, Giselle tomó más de un colchón de su casa y los obsequió al hospital San Juan de Dios, donde llegó a ser enfermera voluntaria.

Al propio escritor Edgar Lora Gumiel, autor de su biografía titulada ‘Giselle’ (1995), le asombraba ver a diario todo tipo de mendigos que ella llevaba hasta el pasillo de su casa, en la calle 24 de Septiembre, donde los bañaba, desparasitaba y curaba, para luego ubicarlos en algún centro que había creado.

“Todos los días se levantaba y pensaba qué podía hacer por alguien”, recuerda con añoranza su prima hermana Susy Castro de Sciaroni. Giselle se nutrió de sensibilidad ante el mundo en medio de la naturaleza que la vio nacer, la seguridad que le dieron sus padres y la disciplina inquebrantable de sus abuelos de raíces europeas.

CUNA DE LIBERTAD
La pequeña de ojos verdes nació el 24 de enero de 1924, en medio del olor a campo y el golpeteo de las aguas del río Piraí que bordeaban la imponente casona de su abuelo materno. José Sciaroni, un francés alto, delgado y de bigotes, había logrado construir su imperio en el Puerto Cuatro Ojos, al norte de Santa Cruz, por donde pasaban las barcazas rumbo al mar.
Giselle disfrutó gran parte de su niñez en la hacienda donde había una casona colonial, pues aunque migró a la capital cruceña junto a sus padres, no se perdía una vacación con sus abuelos. El viaje duraba una semana, recorría 142 kilómetros y hacía 14 pascanas. Para ella era una aventura internarse en el monte en una carreta tirada por bueyes, junto a un capataz y un ama de llaves. Según testimonios recogidos por Lora, de estos largos recorridos, Giselle aprendió mucho sobre la flora y fauna. Se jactaba de conocer los nombres de todas las especies y decía que llegar a la hacienda entrar al paraíso.

Don José era la admiración de Giselle, por su porte distinguido, fortaleza y seguridad que transmitía, la misma que ella inspiró a muchos que la conocieron. “Yo le decía mi generala, era a la única que me permitía llamarla así. Cuando había que hacer algo, ella mandaba y nosotras obedecíamos”, relata su entrañable amiga Pilar Trapero de Gutiérrez.
Giselle, que lideró hasta sus últimos días los grupos voluntarios Acción por Santa Cruz y Elffy Albrecht, era una mujer organizada y decidida; solía decir que era mejor hacer las cosas, que arrepentirse de no haberlas hecho.

Su personalidad también llevaba el sello cosmopolita de sus padres, Ángel Bruun, hijo de danés que se vio obligado a migrar a Bolivia tras la muerte de su padre, y Mirette Sciaroni, que a sus cinco años fue enviada a Francia e Inglaterra para criarse en el ambiente cultural de Europa, la que su padre José Sciaroni había dejado atrás.

EN FAMILIA. Una reunión de las primas en la casa de Giselle Bruun. En 1958 se había casado con Rafael Guido Gutiérrez Vaca Díez, pero al cabo de unos años se divorció














Mirette retornó a Bolivia a sus 18 años y se casó con Ángel en la década del 20, de esa unión nacieron Dorian y Giselle, que fue bautizada en la iglesia La Merced por monseñor Daniel Rivero. Bruun tenía otros dos hijos, Cristian y Elsa, de su primera boda.

En medio de una sociedad cruceña que convivía con tabúes y machismo, los padres de Giselle le dieron la potestad de ejercer el mando de su vida con mucha libertad. Cuando tenía 15 años, y después de haberse destacado como deportista a escala nacional, Giselle decidió dejar sus estudios en el colegio Alemán Pestalozzi y aceptar una invitación para convertirse en profesora de Educación Física. Ejerció la docencia por varias décadas hasta jubilarse.

Sus padres apoyaron cada uno de sus emprendimientos, aunque algunos tuvieron un alto costo familiar, como su exilio en la década del 50 cuando existió el llamado ‘Control Político’.
Después de crear la Unión Femenina Cruceñista en 1957, junto a la abogada y primera presidenta Elffy Albrecht y otras 22 mujeres cruceñas, Giselle se convirtió en un puntal de la propagación de las ideas de Santa Cruz, un pueblo que se había visto postergado por muchos años. En ese afán llegó a ser detenida y, finalmente, buscó su exilio en Buenos Aires (Argentina) donde estuvo por más de medio año, sola, sin trabajo ni dinero.

Ese episodio la marcó tanto que los cívicos y exautoridades involucrados por el Gobierno de Evo Morales con un supuesto grupo terrorista, y que fueron detenidos o salieron del país, la dejaban sin sueño. “Una de las cosas que más le apenó en los últimos tiempos fueron los perseguidos políticos, sufrió mucho por ellos, pues conocía muy bien qué era estar en exilio”, asegura su prima hermana Susy.

UNA LÍDER INNATA
La lucha por el 11% de las regalías había encendido la mecha que alcanzó el liderazgo femenino. Con ese objetivo, Giselle mantuvo un estrecho trabajo con personalidades de la época como Melchor Pinto Parada (expresidente del Comité pro Santa Cruz), Carlos Valverde Barbery (expresidente de la Unión Juvenil Cruceñista), Elffy Albrecht Ibáñez (expresidenta de la Unión Femenina Cruceñista, hoy Comité Cívico Femenino), Hernando García Vespa y otros cruceños que buscaban los mismos ideales. Varios sufrieron el exilio.
Giselle ejerció altos cargos en la administración pública en la década del 70, como ser alcaldesa de Montero y consulesa de Bolivia en Corumbá. En el norte cruceño hizo obras urbanas que cambiaron la cara al pueblo, le dotó de escuelas, sacó a las chicherías del centro y reconstruyó el edificio municipal.

Siendo consulesa, convirtió a Puerto Quijarro, que estaba sumido en la pobreza y el desorden, en un pueblo con calles amplias, jardines y plazas, una estación ferroviaria nueva y otras obras como un centro recreativo donde se ofrecía espectáculos que atraían hasta al público brasileño. Su labor en esta zona sentó soberanía nacional.

ALCALDESA. Giselle Bruun en un desfile cívico en Montero

El 28 de noviembre de 1970, junto a un grupo de voluntarias y médicos, creó la Legión Cruceña de Combate al Cáncer (LCCC). “Veía a muchos enfermos que no podían ser atendidos. Conseguía pasajes gratis y los enviaba a Sucre para ser tratados”, relata Bonnie Coca de Barbery, presidenta de la institución. Después de varias campañas de sensibilización, Giselle logró que Alberto M. Vásquez done un terreno en el que luego se construyó el Hospital Oncológico, hasta ahora el único en el país especializado en cáncer.

Su sensibilidad social también la convirtió en presidenta de la Cruz Roja Departamental, entre 1976 y 1977. Se dio a la tarea de recorrer en persona parajes inhóspitos, ranchitos sin servicios básicos, viajar en aviones maltrechos y montar a caballo hasta llegar a las inundaciones en Cordillera, Yapacaní, Okinawa, Vallegrande y otros puntos que requirieron su auxilio.
Su amiga Pilar aún recuerda las notas que le mandaba en los colectivos que llegaban desde Montero hasta la capital para que le ayudara a conseguir vituallas para llevar a Okinawa. Así, la Cruz Roja contribuyó al desarrollo cruceño.

TIEMPOS DIFÍCILES
En toda su labor de líder, sea cual fuese el lugar donde estaba, Giselle supo construir muy buena relación con empresarios y, en particular, con militares a fin de lograr sus objetivos a favor de la región. En las reuniones prefería compartir la charla con ellos. “Ella nos decía: ‘A mí me gusta conversar con los hombres, soy hombrerengue. No me gusta hablar de empleados ni de cocina. Me gusta estar rodeada de gallardos”, confiesa entre risas su prima hermana Susy.

El general René Barrientos Ortuño, expresidente de la República; los coroneles Oscar Adriázola, excomandante del Colegio Militar de Aviación; Fernando Sattori, exjefe del Estado Mayor; Joaquín Zenteno Ardaya y Andrés Selich Schop; además del Gral. Hugo Banzer Suárez, fueron algunos de los militares con los que Giselle trabajó de forma más cercana.
En vida, incluso destacaba el movimiento que provocó la caída del expresidente Juan José Torrez y le dio el poder a Banzer. “Recuerdo que en 1971, el pueblo cruceño realizó un movimiento en contra del gobierno de aquella época. Como siempre, destaco la valentía del doctor Carlos Valverde y la decidida cooperación del inolvidable Cnl. Andrés Selich, que hicieron posible el éxito de este movimiento”, declara en el libro de Lora.

Durante la guerrilla de Ernesto ‘Che’ Guevara (1967), Giselle apoyó con provisiones y alimentos a los soldados que tenían la misión de controlar a los insurgentes. En el gobierno de Banzer fue nombrada directora de la Junta Nacional de Acción Social (Junas) y dirigió la Cruz Roja. Esto no fue bien visto por algunos partidarios del socialismo y que fueron perseguidos. Tal es el caso de la exguerrillera Ledy Catoira Moreno que estuvo detenida en diferentes campos de concentración en Santa Cruz y La Paz, durante el Gobierno de Banzer. Para Catoira, solo la gente de confianza del régimen podía ocupar cargos públicos, como los de Bruun.

Según la exmiembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Bruun, estando en la presidencia de la Cruz Roja, no asistió a los detenidos, heridos o enfermos, ni denunció los abusos que se estaban cometiendo. “Para la Cruz Roja todo estaba bien, no había heridos, cárceles, muertos ni desaparecidos”, cuenta.

El escritor Lora, que compartió con Giselle y sus íntimos colaboradores durante el año que elaboró su biografía, considera que esta participación tiene el mismo justificativo que la de otros líderes cruceños de la época. “El centralismo era tal, que todas las autoridades eran del interior del país; Santa Cruz se aferraba a cualquier cruceño que podía llegar al poder, que podía sacar decretos y leyes que reivindiquen a la región. Eso también sucedió con el presidente cruceño Germán Busch y su ministro de Minas y Petróleo, Dionisio Foianini, que le dieron a Santa Cruz el 11% de regalías petroleras”, argumenta. Según Lora, todos los cruceños de ese entonces sintieron la misma ‘discriminación’ que Giselle.

LA GRANJA, SU GRAN SUEÑO
Desde los años 60 otro anhelo de Giselle fue crear una granja de rehabilitación de adictos y delincuentes. Lamentaba ver por las calles gente joven sumida en el vicio y soñaba con darles una segunda oportunidad en la vida.

Con ese propósito, logró trasladar una granja de Ichilo a Espejos, donde había mejores condiciones, pese al difícil acceso. En 1972 inauguró la nueva construcción que tuvo el apoyo de muchos voluntarios, incluyendo su padre que dirigió la obra. Pero su nominación como consulesa en Corumbá la alejó del proyecto durante años. Cuando volvió, tuvo que empezar de cero.
En ese trajín encontró apoyo en el capitán Luis Camacho Antezana, que se hizo cargo de la Granja que llegó a albergar a 150 internos y ocuparlos en labores agropecuarias para su rehabilitación. Giselle lamentaba el posterior cierre del lugar (1988), tras una investigación internacional sobre torturas y ejecuciones extrajudiciales.

En abril de 2011, su reapertura esta vez como Centro Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz) le causó tanta alegría que Giselle sacó fuerzas de donde sea para estar presente en el acto, junto al gobernador Rubén Costas. Rosario Gutiérrez, del grupo Elffy Albrecht y ex presidenta cívica, destaca la predisposición del gobernador para continuar la obra. “Con la Gobernación ya se hizo un microhospital, comedores y dormitorios más grandes”.
“Era su gran sueño la reapertura -confiesa su prima hermana Susy-. Giselle quería que pida a la Gobernación y a la Alcaldía que lleve su nombre, pero yo le decía que eso sucede cuando la gente muere”.

Una misteriosa cita con la muerte
Giselle Bruun estuvo activa hasta sus últimos días, aunque desde la muerte de sus padres (1984-1985) con quienes vivía, se sintió muy sola. Todos los días se levantaba a las 7:00 y cuidaba con esmero sus plantas.
En su casa, todo debía estar en orden, los tapetes bien almidonados y su cama impecable, nadie podía ni sentarse allí. Hasta cuando miraba la ciudad quería esa pulcritud. Pedía a las autoridades que las casas del centro se pinten de blanco o crema, con la elegancia de antaño. Para ella era un pecado no preservar la arquitectura que tenía historia, como el viejo correo que se destruyó al frente del Club Social y que hoy es un parqueo.

Desde hace un tiempo, su primera llamada era para saber sobre la salud de Hernando García Vespa, su consejero de años. Él murió el lunes 13 febrero.
Giselle nunca dejaba su estilo elegante, ni para recibir a alguien en su casa. No era ella si no tenía puestas sus gafas grandes, sus vestidos floreados, un saco y su prendedor en el pecho en forma de flor, como las que tanto le gustaba. Su porte de 1.77 metros impresionaba.

Hace ocho meses tuvo un derrame cerebral, perdió la voz y la capacidad de moverse. El médico le dijo que solo recuperaría el 50% de sus capacidades, pero su voluntad fue tal que a los tres meses estaba conversando y asistiendo a sus actividades.
El pasado 24 de enero fue su último cumpleaños, pero decidió dejar su festejo para el 31 en la casa de una amiga voluntaria. El viernes 27, a partir del mediodía empezó a convocar a sus allegadas por teléfono para que no fallaran a la cita.

“Yo contesté el teléfono y como no la había felicitado porque estuve muy enferma, ahí nomás le canté ‘Las mañanitas’. Después le dije ¡qué viva la del santo! Y Giselle lloró”, relata Pilar T. de Gutiérrez, la voluntaria de la voz melódica que solía amenizar las reuniones.
Giselle tuvo tiempo de llamar a todas. Pero a las 18:00 de ese día la muerte la sorprendió. Un paro cardiaco que segó su vida, truncó el festejo, pero no la cita, porque todas asistieron a su entierro. Una de sus sobrinas cree que fue ‘una mujer adelantada en su tiempo, pero que nació en el momento exacto’ para hacer tanto por Santa Cruz.
Al menos 15 lienzos del artista plástico Carlos Cirbián resumen momentos históricos que ella presenció. Los cuadros fueron financiados y elaborados a pedido del grupo Acción por Santa Cruz y se exhiben al público en el Museo de Historia de Santa Cruz de la calle Junín. La directora de ese centro cultural, Paula Peña, ha propuesto complementar la muestra con las distinciones, cartas, fotos y hasta el vestuario que caracterizó a Giselle Bruun.
La LCCC está gestionando la producción de una película sobre su vida que es un legado. En la foto, cuando fue Reina del Carnaval cruceño en 1956.

DEJÓ HUELLA EN LAS INSTITUCIONES

Giselle Bruun fue una de las fundadoras del Comité Cívico Femenino, también creó la Mesa Redonda Panamericana, la Junta Nacional de Acción Social, la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales, la Legión Cruceña de Combate al Cáncer, el Comité Cívico Pro Mar, el centro para no videntes Aprecia, la Legión de Lucha Antituberculosa, la Asociación de Mujeres de Ayuda
Social, el Centro Cívico Bolivia, el Comité de Damas de Protección al Niño, la Fundación Procardia, la Asociación Cristiana Femenina, el Bloque Femenino de Protección Moral, el Centro Mirette Sciaroni y el Comité pro Construcción del Asilo de Ancianos.

jueves, 16 de febrero de 2012

La mujer más pequeña del mundo para conquistar la ciudad más grande de India

Diez millones de electores están llamados a votar hoy en las elecciones municipales de la ciudad más grande de la India, la metrópoli portuaria de Bombay, en cuya campaña se ha volcado de lleno la mujer más pequeña del mundo.

Durante las últimas semanas, Jyoti Amge, de 18 años y 61,95 centímetros de altura, ha pedido cada día con fervor el sufragio para una formación minoritaria hinduista de la ciudad, acompañada de su guardaespaldas, un hombretón de más de dos metros de altura.

"Es muy buena persona, diferente. Atrae a mucha gente en cada lugar", explicó a Efe Santosh Sanderam, un portavoz del partido que ha recurrido a sus servicios, el Maharashtra Navnirman Sena (MNS).

Sanderam aseguró que no resultó "difícil" convencer a la pequeña Amge puesto que era "seguidora del líder" de la formación.

La fuente admitió, no obstante, que la presencia de la joven no se traducirá "necesariamente" en un aumento de los votos para su partido, una escisión del integrista Shiv Sena, que gobierna desde 1996 la municipalidad en coalición con el también hinduista BJP.

Según el libro Guinness de los Récords, Amge es la mujer más pequeña del mundo, y este año tiene previsto participar en dos películas de Bollywood, la poderosa industria del celuloide indio, que tiene su sede en Bombay.

Bombay está considerada la capital financiera del gigante asiático y es la ciudad más poblada de la India con 18,4 millones de habitantes, de acuerdo con el último censo nacional, de 2011.

lunes, 13 de febrero de 2012

MICHELLE OBAMA /// LA PRIMERA DAMA NORTEAMERICANA RECHAZA LA IMAGEN DE AUTORITARIA Y DEFIENDE SU PROPIA PERSONALIDAD.

La primera dama estadounidense Michelle Obama rechazó la imagen de "negra irascible" que asegura le endilgan y negó que tenga relaciones tensas con los asesores de la Casa Blanca.

"Existe la idea de que asisto a las reuniones, que participo en las conversaciones y en los conflictos", dijo la señora Obama en una entrevista difundida por la cadena CBS.

"Creo que es más interesante imaginar esta situación de conflicto con una mujer fuerte. Pero esa ha sido una imagen que la gente ha tratado de pintar de mí desde el día en que Barack (Obama) anunció (su candidatura en febrero de 2007): que soy una negra irascible", dijo.

"Yo sólo trato de ser yo. Y mi esperanza es que la gente con el tiempo llegue a conocerme. Y que me juzguen por lo que soy", añadió.

El controvertido nuevo libro "Los Obama", de la periodista de The New York Times Jodi Kantor, relata fuertes tensiones al comienzo del mandato de Obama entre su esposa y su equipo cercano, especialmente con el jefe de gabinete en aquel momento, Rahm Emanuel.

Agregó que, contrariamente a lo que afirma el libro sobre peleas con los asesores de su marido, ella rara vez interactúa con ellos.

"No tengo conversaciones con el personal de mi marido. Yo no voy a las reuniones", aseguró.

"Nuestro personal trabaja muy bien junto. Si tiene que ocurrir algún intercambio, ocurre entre el personal. Mi jefe de gabinete habla con el jefe de gabinete" de mi marido, dijo.

La primera dama dijo además que aunque el presidente Obama recibe de sus colaboradores el mejor asesoramiento sobre cuestiones difíciles, también habla con ella.

"Yo hablo con toda franqueza con mi esposo acerca de cómo me siento", dijo.

"Si no estuviera de acuerdo en algo, hablaría con mi propio esposo sobre ello", agregó, y dijo que ella se considera la "mejor aliada" del Presidente y "uno de sus mayores confidentes".

"Pero él cuenta con decenas de personas muy inteligentes a su alrededor", añadió.

Michelle Obama dijo además estar dispuesta a asumir un papel como animadora principal de la campaña de reelección de su marido este año.

jueves, 9 de febrero de 2012

La Unidad de la Mujer Productora brindará cursos gratuitos a alteñas

La Unidad de la Mujer Productora, dependiente del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA), lanzó la convocatoria a talleres productivos para alteñas quienes podrán acceder a los cursos de forma gratuita, según indicó la jefa de la repartición, Sonia Mamani.

La entrevistada hizo extensiva la invitación a todas las mujeres de El Alto que quieran participar de estos cursos que se dictarán en unidades educativas y Centros de Recursos Pedagógicos de todos los distritos, ya que por un año más se pretende mostrar la habilidad y destreza del sector femenino.

“Se está lanzando la convocatoria para los cursos de capacitación a nivel de todo El Alto para lo cual se viene coordinando con los Subalcaldes Comités de Vigilancia, juntas escolares y directores de unidades educativas de los 14 distritos para poder, un año más, capacitar a las mujeres alteñas”, señaló la autoridad.

Las clases comenzarán la primera semana de marzo en los rubros de tejido, macramé, pollerería, costura industrial y a partir de este año se brindará el curso de pintura en tela.

En pasadas gestiones, la Unidad de la Mujer Productora dependiente del Gobierno Municipal de El Alto, capacitó a cientos de mujeres alteñas del área urbana y rural en áreas artesanales con miras a poder generar sus propios recursos económicos.

EL DIARIO visitó el pasado año uno de los talleres, ubicado en la zona Nuevos Horizontes, donde se constató el entusiasmo de las mujeres que son parte de los cursos, quienes manifestaron su satisfacción por el apoyo que brinda el municipio.

“Estoy muy agradecida por estos cursos que están brindando a mí me ayudan bastante porque una vez que concluya esta capacitación voy a abrir mi propio negocio para ayudar a mi familia en los gastos”, señalaba María Condori.

En la oportunidad los docentes explicaron sus métodos de enseñanza principalmente en dos rubros como ser el tejido en lana y macramé, además de corte y confección.

“Invitamos pues a todas las mujeres que quieran superarse que sean parte de estos cursos, ya que al culminar los mismos podrán ellas generar sus propios recursos abriendo talleres”, acotó.

DDE garantiza a las 10 mujeres su ingreso al colegio Bolívar

Las autoridades de la Dirección Distrital de Educación (DDE) aseguraron que desde hoy los estudiantes del colegio Bolívar y las 10 alumnas que fueron inscritas en esa unidad, retornarán a clases de manera regular con todas las garantías que las normas otorgan.

La decisión fue anunciada ayer por el director de la DDE, Nicolás Siles, tras una reunión con el director y los profesores del colegio Bolívar. En tanto, los padres y madres de los estudiantes fijarán hoy su posición en una asamblea.

Varias instituciones que defienden los derechos de la mujer, de la niñez y de la adolescencia acompañarán hoy a las 10 alumnas, a cuyo ingreso se oponen los padres, madres y alumnos del colegio Bolívar.

“Estamos con ganas de empezar clases mañana (hoy). Muchas personas se admiran por lo que estamos haciendo. Me gusta ese colegio por su disciplina. Estamos decididas a ingresar al colegio Bolívar y salir bachilleres de ahí”, aseguró una de las estudiantes, tras participar de la segunda sesión de autoestima con los profesionales de la defensoría de la niñez y adolescencia.

Otra de las 10 estudiantes solicitó a las madres que se oponen a su ingreso, tomar conciencia y reflexionar por lo que dijeron e hicieron. “Porque también ellas al próximo año pueden meter a sus sobrinas o hijas. Además ellas son mujeres y no tendrían que estar en contra de nosotras porque todos tenemos derechos”, dijo.

En tanto, el presidente de la junta de padres de familia, Juan Villarreal, quien se reunió en dos oportunidades con la presidenta del Concejo Municipal, Isabel Caero, para tratar el tema, reiteró que las bases decidirán hoy en una asamblea las acciones a tomar sobre la incorporación de las estudiantes.

“Las señoritas tienen derechos, pero así como tienen esos derechos también tienen la obligación de respetar los usos y costumbres del colegio”, dijo Villarreal.

“Estamos en contra de que se impongan inscripciones fuera de tiempo y donde no hay cabida. Las sanciones nos tienen sin cuidado, porque deberán demostrar con hechos si hemos cometido una discriminación.

Nosotros denunciamos un hecho antijurídico como el uso de influencia, la imposición y ellos, de alguna manera, quieren tapar esta situación”, aseveró Villarreal.

Ayer los padres y madres de Bolívar dialogaron con diferentes representantes de instituciones sobre del ingreso de las señoritas.

En la mañana la junta escolar recibió al Defensor del Pueblo, Edwin Claros, y la Presidenta del Concejo con quienes sostuvieron “un diálogo de sordos”, según dijo Villarreal, porque éstos seguían sosteniendo que hubo discriminación de parte de los padres.

En tanto, la presidenta del Concejo de Cercado, Isabel Caero, se reunió por más de dos horas durante la tarde con el director departamental de Educación, Jorge Ponce, con la directiva de padres y con el director del colegio Bolívar.

Caero expresó que el propósito de la reunión era la sensibilización de los padres sobre los derechos de las mujeres, sin embargo aseguró que “no consiguieron gran cosa”.

Sanciones para maestros y padres están en suspenso

Felipe Marca, jefe de asesoría jurídica de la Dirección Departamental de Educación, dijo ayer que de acuerdo a la Ley 045 y otras resoluciones, pueden establecerse sanciones para el director de una unidad educativa, profesores y padres de familia que estuvieran involucrados en hechos de discriminación. Incluso procede la destitución del cargo de director y profesores involucrados con posteriores acciones penales.


En tanto, el director Distrital de Cochabamba I, Nicolás Siles, dijo que tras la reunión con el director y los docentes que salieron de ahí “con otra mentalidad” no será necesario ningún tipo de sanciones porque “los docentes van a trabajar a partir de mañana y se han comprometido a no adoptar ninguna actitud de rechazo a las estudiantes mujeres que están inscritas”.


“Nosotros tenemos plena confianza en ellos (los profesores), se han ido con espíritu diferente de la reunión. Es verdad que hay dificultades pero ellos han demostrado la decisión de que a partir de mañana las actividades deben reiniciarse por lo menos por parte de los docentes y la dirección. Esperamos que los padres de familia adopten la misma actitud”, aseguró Siles.


En tanto, los padres de familia del Bolívar recibieron la visita de un representante de la unidad educativa Franz Tamayo, quien no quiso identificarse, y animó a la junta directiva a tomar otras medidas y conformar, con el apoyo de otros colegios, un bloque de padres que rechazan las imposiciones de la DDE.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Mujeres de Itaú fueron capacitadas en cocina

Más de 50 personas de bajos ingresos de la comunidad Itaú, perteneciente al municipio de Caraparí, en la región del Chaco tarijeño, fueron capacitadas en el rubro de servicios de alimentación, en el marco del Proyecto de Cualificación de Personas.

El programa enseña sobre la organización de la cocina, la manipulación de alimentos y la preparación de menús criollos.

Las participantes recibieron un maletín de herramientas de aprendizaje, conteniendo guías didácticas, manuales de trabajo, cuadernos y bolígrafos, además de uniformes de trabajo y suministros e insumos para la preparación de diferentes tipos de platos.

El proyecto concluyó con una degustación y evaluación de los alimentos servidos y, según los ejecutivos de Petrobras, permitirá impactar en la inclusión económica de las beneficiarias y el desarrollo local de la zona.

martes, 7 de febrero de 2012

Cobertura de medios no respeta enfoque de género

Notas de violencia contra las mujeres, falta de enfoque de género y reproducción de estereotipos caracterizan las publicaciones de diarios de la región, según el “Análisis de la cobertura periodística de la violencia contra las mujeres en los medios gráficos de América Latina”, efectuado en el primer semestre de 2011 por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género.

Las notas sobre violencia contra las mujeres se ubican mayoritariamente en la sección policial, se focalizan en el delito concreto y dejan de lado la posibilidad de un análisis más profundo y la contextualización de esos crímenes, señala el informe.

En el documento se hace notar la ausencia de notas en la secciones de opinión y editorial, en los medios monitoreados, y que solo 5% de los casos fueron publicados en tapa, durante el análisis.

Además, únicamente cinco por ciento de las notas mencionaron la violencia contra las mujeres como una violación a los derechos humanos.

Adicionalmente, la reproducción de estereotipos todavía es frecuente en los medios. Todavía se registra cierta tendencia a presentar a las mujeres como víctimas sin voz, protagonistas pasivas de la violencia que sufrieron, desamparadas y llorosas, algo que poco contribuye en avanzar hacia un tratamiento igualitario de mujeres y varones por parte de los medios.

Estudio en 6 países

• El estudio se efectuó en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio, donde Argentina monitoreó 14 medios gráficos, Bolivia 18, Chile 7, Ecuador 10 y Perú 7. Por su parte, Colombia relevó durante el mes de junio 5 medios impresos.

• Bolivia y Ecuador son los dos países donde las mujeres superan a los varones, duplicándolos como protagonistas de las notas.

• En Bolivia, en 200 oportunidades las mujeres fueron protagonistas de información frente a 27 varones.

lunes, 6 de febrero de 2012

BARTOLINAS’: Modificar la ley para acelerar la inversión

La secretaria general de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia-Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS), Felipa Huanca, aseguró, en entrevista con Cambio, que es de imperiosa necesidad revisar y modificar la Ley Contra la Corrupción y el Enriquecimiento Ilícito en la Función Pública, ya que la normativa rezaga la inversión en municipios y gobernaciones, lo cual relega la producción agrícola.

“En las alcaldías y gobernaciones no hay inversión directa a la producción agrícola y en la propuesta se planteó que las alcaldías no solamente se preocupen por canchas o infraestructura, hay que invertir en producción para ver un verdadero desarrollo en el campo, si no van a trabajar en eso hay que modificar la Ley Marcelo Quiroga, porque no permite invertir”, dijo Huanca.

La dirigente campesina señaló que la Ley Contra la Corrupción Marcelo Quiroga Santa Cruz infunde un temor en los burgomaestres, quienes no quieren realizar inversiones por temor a ser fiscalizados y ante cualquier error puedan ser enjuiciados y encarcelados.

Huanca manifestó que una vez que se modifique la ley, los gobernadores también realizarán inversiones productivas que ayuden al aparato económico del país con una mayor producción agrícola.

“Desde las gobernaciones no dan ese apoyo y si no hay apoyo no se efectiviza la producción, hay que trabajar en el tema y es un tema que se trató en el Encuentro, creando el Consejo Consultivo Económico”, señaló Huanca.

Asimismo, aseguró que dentro del Consejo Consultivo Económico se conformó una comisión que no permitirá que las propuestas del Encuentro Plurinacional caigan en saco roto.

Uno de los beneficios de modificar la Ley Contra la Corrupción está vinculado con una mayor inversión para la conformación de proyectos productivos, centro de acopios y las microempresas comunitarias,que ya existen, pero que se deben potenciar en el campo.

En ese marco, pidió buscar la solución a un problema que se puede subsanar con la voluntad política y que la comisión se institucionalice, ya que los dirigentes son pasajeros y la inversión debe continuar hasta ver los resultados.

domingo, 5 de febrero de 2012

Con apoyo de Petrobras, califican a más de 50 mujeres en el Chaco

Más de 50 personas de bajos ingresos de la comunidad Itaú, del municipio de Caraparí, en el Chaco tarijeño, recibieron capacitación en el sector de servicios de alimentación, en el marco del Proyecto de Cualificación de Personas, desarrollado en virtud de un acuerdo interinstitucional entre Petrobras, Cedes y la organización holandesa SNV Bolivia.
La comunidad Itaú recibe el apelativo de ‘sucursal del cielo’ por poseer hermosos parajes y lugares incomparables en la geografía del Chaco.
A través de este proyecto se fortalecieron conocimientos y capacidades en la organización de la cocina, manipulación de alimentos y preparación de menús criollos.
Las mujeres beneficiarias recibieron un maletín de herramientas de aprendizaje con guías didácticas, manuales de trabajo, cuadernos y bolígrafos, además de uniformes de trabajo.
El proyecto permitirá impactar en la inclusión económica de las beneficiarias y el desarrollo local de la zona.

Romero le colgó el teléfono al embajador de EEUU

a historia es vox populi en los espacios periodísticos, pero las distintas versiones sobre lo ocurrido sólo pudieron ser aclaradas por Lucy Gutiérrez, la mujer que fue testigo de la más famosa de las irreverencias de Anamar, cuando le colgó el teléfono a un embajador de Estados Unidos.

Ana María Romero de Campero fue nombrada directora del diario Presencia en 1989. Lucy Gutiérrez fue su secretaria administrativa hasta 1996.

“Fue entre 1992 y 1993, no recuerdo la fecha exacta pero el entonces periodista José Luis Exeni escribió una nota sobre la Embajada de Estados Unidos y su relación con la política nacional en Presencia Juvenil. Como directora, doña Anita verificaba siempre que las notas estuvieran bien respaldadas y con contraparte, confiaba en el material que se publicaba; pero el embajador de entonces, Robert Gelbard, la llamó para pedirle cuentas sobre esa nota y le alzó la voz. Doña Anita lo mandó al cuerno luego de advertirle que él no le iba a decir qué escribir ni le iba a enseñar cómo hacerlo. Luego le colgó el teléfono”.

Al día siguiente, publicó un artículo que tituló: “Presencia rechaza la injerencia de Estados Unidos”. La Conferencia Episcopal Boliviana, propietaria del diario, la respaldó plenamente. Esa y otras veces más. “Tuvo varios roces con ministros, autoridades y presidentes, pero ella no aceptaba telefonazos para cuestionar la información. La Iglesia la apoyaba mucho porque conocían de su rectitud y ella no les escondía nada. Con ese modo de ser su credibilidad aumentó y la gente la respetaba mucho más”, asegura

Lucy Gutiérrez, la mujer en la que Anamar confió tanto, que la llevó como secretaria personal a la Defensoría del Pueblo y, más tarde, como jefa de Gabinete al Senado.

Ana Benavides, comunicadora y articulista de Presencia afirma que como periodista Anamar jamás se acomodó al poder. “Era más bien irreverente ante el poder, lo interpelaba pero jamás imponía enfoques a otros periodistas, era respetuosa y en una charla encontrabas la orientación que precisabas”.

Su hijo Fernando Campero Romero sostiene que Anamar tenía una posición clara, que estaba influenciada por la Doctrina Social de la Iglesia Católica. La ética de Romero tenía sus raíces en la sólida formación en valores que le dio su familia, en sus convicciones cristianas y en la Teología de la Liberación. “Si bien estaba consciente del entorno social al que pertenecía, evitaba la ostentación, le indignaba la injusticia y decía que no era necesario ser comunista para optar por los pobres; admiraba a Mahatma Ghandi por haber logrado cambios importantes para su país por la vía pacífica”.

Waldo Albarracín define a Romero como una periodista “muy transparente, cabal, frontal en sus puntos de vista y honesta”. Luis Ramiro Beltrán respalda esa opinión. “Muchos políticos la criticaban, la molestaban y trataron de intimidarla, pero ella nunca se dejó, era valiente, equilibrada, inteligente, honorable, y no se doblegaba ante las presiones. Le tengo profunda admiración”.

Juan del Granado recuerda que Anamar, consecuente con sus valores democráticos, tuvo un papel determinante como directora del diario Presencia, para que el juicio de responsabilidades contra Luis García Meza no quede en el olvido. “Ella impulsaba la cobertura, el seguimiento al tema y, permitió así que ese juicio tenga una dimensión nacional. Si no hubiera habido ese acompañamiento en la opinión pública, el juicio continuaría hasta hoy. Anamar fue una periodista profesional, firme, que no le temía a los dictadores”.

La comunicadora Sandra Aliaga describe a Anamar como una periodista completa. “Investigaba, presentaba realidades con diversas aristas y múltiples voces. Era una lectora empedernida, muy preparada, con un sentido de la ética claro, segura de sí misma, pero nunca soberbia. Respetaba tanto a la gente, que jamás largaba algo sin confirmarlo, era rigurosa en eso”.

En 1998, Ana María Romero de Campero obtuvo el Premio Nacional de Periodismo de la Asociación de Periodistas de La Paz. En una columna periodística escribió al respecto: “Gabriel García Márquez afirmaba que el periodismo es el mejor oficio del mundo y en verdad lo es. Escribir la historia, el momento mismo en que sucede, es como infiltrarse en la semilla del tiempo y hacer que ésta explote en un big bang de palabras. Es jugarle un treta a la vida para convencerla que la noticia de mañana, será mejor que la de hoy (...) No entiendo, cómo se puede premiar a alguien por hacer lo que más le gusta, por haber tenido la osadía de mirar el reloj del tiempo para averiguar la hora que marcaba, por hurtarle unas horas al sol para cerrar la edición de un diario y haber visto y escuchado tanto, que una vida no alcanza para contarlo”.
Le devolvió un canastón a Max

Ana María Romero consideraba que recibir regalos de sus fuentes de información era deshonesto y comprometía su credibilidad. Mientras fue directora del diario Presencia, Anamar siempre devolvió los presentes que empresarios y políticos hacían llegar a la Redacción para los periodistas.

Una anécdota que quedó en la memoria de varios de sus colegas fue el incidente que surgió con el entonces dueño de la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) Max Fernández que, además, era candidato a la presidencia de la República. Fernández le envió un enorme canastón a Romero y ella lo devolvió. Sin embargo, Max no se dio por vencido y le reenvió el presente. El canastón iba y venía hasta que Anamar le envió una nota explicándole con firmeza porqué no podía aceptarlo. En represalia, el empresario le quitó la publicidad que tenía en la tapa de Presencia.

Romero reemplazó de inmediato esos espacios ofreciéndolos a una mutual y la ausencia de la CBN no se sintió. La historia fue relatada por la periodista y hoy ministra de Comunicación Amanda Dávila en un video que le grabaron a Romero por el Día de la Mujer, el 11 de cotubre de 2010.

El director de Erbol, Andrés Gómez Vela describe a Anamar como una mujer de sólidos principios, consecuencia probada, inteligencia práctica, indómita ante cualquier probabilidad de opresión, íntegra, valiente frente a la injusticia y demócrata en la teoría y la práctica.

Opiniones de periodistas
Luis Ramiro Beltran

Premio mc Luhan

No hay periodista que no se interese en la labor política, porque ésta es consustancial a la labor de la prensa. Anamar también se interesó, pero no militaba. Era patriota, activa y con su partida perdimos a una excelente periodista que escribía para transmitir su pasión por Bolivia, más allá de las diferencias.
Sandra Aliaga

Periodista

Anamar no agachaba la cabeza, el poder no la hacía temblar. Era una periodista de cepa, muy íntegra. Sabía quién era, no se amilanaba y era la misma persona con el Papa o con el chofer de taxi. Jamás iba a una entrevista sin prepararse. Yo me sorprendo porque hoy existen periodistas que hacen entrevistas sobre sexo o sobre energía nuclear con una soltura e ignorancia cínicas. Anita jamás.
Ana Benavides

Periodista

Anamar hacía unos análisis de la coyuntura en el país fabulosos. Pero lo hacía siempre con positivismo, buscaba soluciones con tanta pasión que te enamorabas de Bolivia al escucharla y te comprometías con sus luchas. Yo no me perdía sus columnas, escribía sobre valores democráticos, derechos humanos, educación ciudadana, sobre el mar.
Carlos Mesa

Expresidente Bolivia

Ana María fue un modelo de trabajo periodístico, serio, muy apegado a los cánones del periodismo bien hecho. Fue una persona correcta en su vida personal y en su profesión. De firmes convicciones e ideas difícilmente modificables, su palabra tenía una influencia muy significativa en la opinión pública.

Anamar, la primera en informar la muerte de Marcelo Quiroga

El buen periodismo le corría por las venas a Ana María Romero de Campero. La pasión por el don de la palabra y la verificación de los hechos, heredada de su padre y su abuelo, se entremezcló con un alto sentido de la ética, de la justicia y el apego a la ley, ámbitos en los que militó Anamar, para regalarle a Bolivia una de las mejores periodistas de la historia nacional.

Romero no iba en busca de primicias, sino de información bien respaldada, lo cual le permitió alcanzar el patrimonio más valioso de un periodista: la credibilidad. Ella fue la primera periodista en dar la noticia al mundo, a través de la Agencia Alemana de Prensa (DPA, Deutsche Presse Agentur) para la que trabajaba como corresponsal, del asesinato de Marcelo Quiroga Santa Cruz, el 17 de julio de 1980, durante el golpe del dictador Luis García Meza.

“Cuando nadie se atrevía a dar la información, porque no habían fuentes, ella logró hablar con la viuda, Cristina Quiroga Santa Cruz y pudo dar la noticia. Lo recuerdo bien porque yo estaba de corresponsal en México y, mientras las otras agencias sólo informaban del asalto a la Central Obrera Boliviana y de la existencia de muertos, Ana María identificó a Marcelo como uno de ellos”, precisó su amigo y colega de la Agencia de Noticias Fides, José Luis Salazar.

En una época en la que las mujeres periodistas podían contarse con los dedos de una mano, Anamar se destacó como cronista en la revista semanal de El Diario (1968) y como la primera reportera mujer de la agencia de noticias y la radio Fides.

Su jefe, José Gramunt de Moragas, describe a Romero como una mujer de iniciativa, visionaria y que redactaba muy bien, con profundidad. “Yo no tenía que decirle qué buscar, ella ya lo sabía, era una demócrata convencida que defendía los principios de la justicia social”.

Su colega en Fides, José Luis Salazar, la recuerda como una mujer con mucha sensibilidad, gran olfato periodístico, una formación muy sólida, una ética a prueba de fuego y siempre dispuesta al trabajo en equipo. “Le atraía la cobertura de los temas políticos, sociales y económicos, le tocó cubrir varios golpes de Estado y convulsiones típicas de las dictaduras”.

Estando en Fides conoció al jesuita Luis Espinal, asesinado en marzo de 1980. Dos meses después, Anamar fundó el semanario Apertura, junto a José Gramunt de Moragas y otros periodistas. Apertura, nació como un espacio de defensa de la democracia pero sólo pudo sobrevivir diez semanas. Cerró sus puertas debido al régimen de terror impuesto por Luis García Meza y Luis Arce Gómez.
EN DICTADURA

La valentía de Anamar jamás fue puesta en duda. El fiscal general de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Antonio Vargas, hace notar una diferencia. “Es distinto denunciar las arbitrariedades en democracia a hacerlo en dictadura. En la década de los setenta y el inicio de los años ochenta, varios periodistas ayudaron a construir la democracia, Anamar entre ellos. De allí el que se haya convertido en una figura respetada en la sociedad”.

Por 31 años, Romero ejerció el periodismo en distintos medios. Trabajó como corresponsal de Nueva Época y de las agencias internacionales de noticias DPA, Inter Press Service (Italia), United Press International (UPI), diario ABC (España), Hoy (Ecuador), La República (Uruguay), revista Time (Estados Unidos), Proceso (México) y como columnista en La Razón (Bolivia). También fue jefa de prensa, subdirectora y directora de Presencia, un diario nacional de gran influencia en el país.

El periodista y expresidente de Bolivia, Carlos Mesa Gisbert, recuerda esta etapa: “Ana María fue la última directora de Presencia como el gran periódico nacional que fue. Después, por diferentes razones, no necesariamente porque sus sucesores hayan sido malos, el contexto llevó a que Presencia no mantenga el rol que ocupó. Pero, durante el tiempo que ella fue directora se produjo un remozamiento de ese diario, le dio una dinámica moderna, con Ana María se convirtió en un periódico de referencia, después de una figura tan extraordinaria como la de Huáscar Cajías”.

Luis Ramiro Beltrán, un entrañable amigo de Ana María, cuenta que el respeto del país, que ella se ganó a pulso, hizo que “ninguno de los trabajadores de Presencia tuviera celos de que una mujer sea directora de un periódico. Yo la visitaba allí y todos la colaboraban, no sólo por la excelencia con la que se desempeñaba, sino porque ella era una camarada más, nunca fue soberbia ni abusó del poder. Como periodista fue brillante¨.

El exjefe de redacción de Presencia en la gestión de Anamar, Juan Cristóbal Soruco (hoy director de Los Tiempos), afirma que Romero contribuyó a apuntalar los cimientos democráticos en el país a través del tratamiento de la información como instrumento del conocimiento e interpelación del poder.

Su labor periodística “dejó un mensaje de adhesión democrática incuestionable. Anamar era una mujer universal, tenía una gran apertura y creía en la búsqueda de la verdad en beneficio del bien común, sin ataduras de ninguna naturaleza”.

En la década de los ochenta, Romero se convirtió en la primera mujer en ser elegida presidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz. Su gestión, en la que estuvo acompañada por Carlos Mesa como secretario general, fue catalogada como “brillante” por Juan Cristóbal Soruco. “Modernizó la institución y la recuperó como un referente de la acción pública”.

Junto a Mesa, instituyó el Premio Nacional de Periodismo de la APLP y organizó el primer debate de la historia nacional, con candidatos a la presidencia de Bolivia (Gonzalo Sánchez de Lozada, Jaime Paz Zamora y Hugo Banzer), que se transmitió por televisión a todo el país y fue considerado un “salto al siglo XXI en un proceso político que jamás había tenido al debate como un elemento de tradición”.

Sin embargo, otro de los mayores logros de Ana María Romero fue la reivindicación del papel de la mujer en el periodismo nacional. Fue presidenta y fundadora del Círculo de Mujeres Periodistas (1972- 1974) en un momento en el que las condiciones de desigualdad eran evidentes. Y aunque un gran equipo femenino la acompañó en esta labor, Carlos Mesa opina que “el hecho de que Ana María fuera una figura del tamaño que fue, es una reivindicación por sí misma de lo que la mujer anhela, la demostración de sus capacidades (...) El mayor aporte que Ana María le hizo a la mujer boliviana fue desarrollar el trabajo periodístico al punto que hoy ya no hay ninguna razón para que un periodista hombre reciba mejor salario que una mujer. Las mujeres hoy tienen un rol destacadísimo en el periodismo”.

Y en esa lucha, Ana María Romero abrió el camino para todas ellas.

La cronista de la Bolivia del Siglo XX, un País íntimo

No se puede olvidar que en Latinoamérica, para bien y para mal, el periodismo ha jugado y juega un rol fundamental en la construcción de identidades y corrientes de pensamiento.

Desde los ilustrados latinoamericanos del siglo XVII hasta los movimientos sociales e indígenas actuales, el género periodístico ha sido una herramienta poderosa e irremplazable para los proyectos políticos y sociales. Basta pensar en gente como Leopoldo Zea, José Carlos Mariátegui, Enrique Dussel, René Zabaleta Mercado, Clarice Lispector, Osvaldo Soriano, Juan Carlos Onetti, Rodolfo Walsh o en ese gigante llamado Franz Tamayo, para confirmar la importancia que tiene un texto publicado en las páginas de un diario, una columna de opinión o un artículo aparentemente inofensivo. No podemos pensar en nuestra historia sin el llamado Cuarto poder.
FIGURA DEL PERIODISMO

Una de las indiscutibles figuras históricas del periodismo en Bolivia es Ana María Romero, su hoja de vida está marcada a fuego por el oficio que amó, defendió, criticó y practicó, con lucidez, responsabilidad y consecuencia. Ya Carlos Mesa Gisbert describió ampliamente el trabajo de Anamar cuando era directora del diario “Presencia” (página 3 y 4 de este informe).

En palabras de María Soledad Quiroga: “Creo que desde el periodismo, desde su labor como directora de Presencia y en otros espacios, hizo una tarea y una contribución que fue muy significativa para la construcción democrática en Bolivia, después de la época de las dictaduras.

Su trabajo fue reconocido como un periodismo de calidad. No solamente militante de los derechos humanos, del apego a la defensa de la democracia, de los intereses populares, era un periodismo de calidad. Eso es algo que hay que destacar y reconocer”.

En “Presencia”, Ana María hizo historia. Pero cuando llegó verdaderamente al corazón de los lectores, cuando entró en nuestras casas y se convirtió en un elemento irremplazable, fue cuando se desempeñó como columnista. Dejó de ser una mera personalidad, dejó de ser Ana María Romero, para convertirse en, la más próxima y familiar, AnaMar.



ENTRETECLAS

En 2002, Plural editores, publicó una selección de algunos de los textos que salieron entre mayo de 1996 y marzo de 1998 en la columna “Entreteclas” del diario La Razón, los mismos que Romero firmó con el seudónimo que la identifica hasta ahora.

Titulado País íntimo el volumen es una suerte de antología de autor que nos permite conocer mejor la obra de Romero. Ante todo es un valioso testimonio de una época de gran relevancia para Bolivia, es una herramienta interesante para entender el panorama político de fines de los años 90. En el texto apunta: “Amo al periodismo por haberme permitido ser testigo privilegiada de la historia y darme la posibilidad de acompañar el camino de un pueblo que, pese a enfrentar todo tipo de vicisitudes, va construyéndose un mejor destino. Mas debo confesar que nunca esperé que esa posibilidad de servir, de conocer y de amar –que considero un regalo de Dios- pudiera constituir un mérito” (p. 72)*.

País íntimo es la confirmación de que Anamar tenía una verdadera vocación, escribió: “¡La sala de redacción de un diario! ¿Hay acaso algún lugar que se le iguale en tensión y suspenso? No lo creo. No hay nada comparable al momento en que nace la noticia. Aquél en el que varios periodistas teclean al unísono su cuota de historia de la jornada. Esa que al día siguiente será una novedad y al otro día dejará de serlo.

La compenetración entre un periodista y su teclado es total, éste es una extensión de su cerebro. El periodista acaricia a las teclas, las apura, les da un pequeño respiro, escribe, piensa; piensa escribe. Ambos elaboran ese bien intangible que miles de personas tendrán, horas después, en sus manos. Que lo leerán con avidez o quizás lo ignoren, que podrá ser recortado e incluso fotocopiado. Lo que importa es dejar constancia de que ocurrió y poder hacerlo rápido” (p.10).



DEL LADO DEL PUEBLO

No es hacerle justicia a la obra de Romero sobredimensionarla. No es un tratado filosófico, ni una joya de la literatura de no-ficción, pero es íntima, desenfadada, inteligente, oportuna, consecuente y, lo más importante, siempre está del lado del pueblo. Lo que hace pensar que ese rótulo de “Defensora” se lo había ganado sin necesidad de tener un cargo.

País íntimo está compuesto por cerca de 80 textos breves, ordenados en seis secciones (“Sociedad”, “Semblanzas”, “Economía y política”, “Fin de siglo”, “Cultura y Ecología” y “El mar nuestro”). Varios de ellos están muy relacionados con la coyuntura en la que fueron escritos, sirven como una especie de cápsula de tiempo. Pero los textos que tienen más relevancia e interés son los que no tienen fecha de expiración, que tratan temas que siguen siendo actuales, como la migración, el desarrollo del oriente boliviano, la pobreza, el tema de la coca, la corrupción, la explotación y las injusticias.

Carlos Mesa nos dice: “Creo que la política siempre fue un elemento de interés para ella, el análisis y el seguimiento de temas de actualidad”. Eso se deja ver. A lo largo del libro, Romero reflexiona sobre cuestiones que fueron importantes en su vida.

Su visión del mundo está forjada por su trabajo en Presencia, en la radio Fides y en las agencias de noticias DPA, UPI, nos guía a través de variados tema y ensaya lecturas de personajes como Carlos Palenque o Gualberto Villarroel. También da paso a la emotividad cuando recuerda, en sentidas semblanzas, a Marcelo Quiroga Santa Cruz o al Dr. Huáscar Cajías.
DECEPCION

Si hay un tema que es una constante, es el de Gonzalo Sánchez de Lozada y su primer mandato. Como documento histórico, es muy interesante leer cómo una mujer culta y lúcida, que en un principio consideró a Goni un gran demócrata, comenzó a decepcionarse y a descubrir la degradación de su partido, su insalvable corrupción.

Preocupada por el rol de la mujer, la igualdad, el futuro del país. Escribiendo desde su inamovible posición ética, desde su catolicismo férreo, desde lo que consideraba más justo.

En la mencionada semblanza escrita sobre Marcelo Quiroga Santa Cruz, Anamar se pregunta: “¿Qué haría ahora?”.

Vale la pena preguntarse lo mismo sobre ella. ¿Qué haría ahora Anamar? Quizás ya habría renunciado al Senado o tal vez estaría feliz de haber logrado algunos consensos. Lo cierto es que, de diferentes formas, seguiría escribiendo:

“Ocúpense de los excluidos si quieren una sociedad con menos violencia. ¡No hay tiempo que perder, señores políticos!” (p. 32).

La buena forma de Michelle Obama

Michelle Obama ha estado de gira por California para promocionar su programa de salud. En su visita, acudió al programa de televisión de Ellen DeGeneres y cuando esta le retó a un concurso de flexiones, la esposa del presidente de Estados Unidos, no dudo en tirarse al suelo y demostrar que practica lo que predica.

La hora de los ejercicios. El desafío comenzó cuando Ellen DeGeneres le preguntó a Michelle: "¿Cuántas flexiones puedes hacer? Porque me gusta hacer un concurso de flexiones”, dijo la presentadora. La primera dama estadounidense no se lo pensó dos veces y desprendiéndose de su cazadora aceptó la competición. Michelle y Ellen comenzaron a hacer flexiones en el suelo del plató, cuando de pronto la presentadora abatida se rindió, dando como vencedora a la primera dama que logró realizar 25 flexiones. "Pensé que no sería bueno mostrar la derrota de la primera dama, así que dejé" bromeó Ellen DeGeneres mientras recuperaba la respiración.

El programa de salud de Michelle. La primera dama de Estados Unidos apoya un programa de salud e invita a los niños al programa Lets Move, que lucha contra la obesidad, en eso consiste su programa de salud, para todas las personas que quieren bajar de peso.

Secretos de los obama. Durante el show, Michelle Obama también reveló algunos secretos de alcoba con respecto a su marido Barack, tales como su gran pasión por la música, como hemos mencionado anteriormente, así como su gran defecto de no recoger los calcetines. "Él se cree que es ordenado, pero tiene gente que le ayuda. Y por eso yo le digo la gente ordenada es esa que te recoge los calcetines” relataba entre risas Michelle. Tras esta entrevista Michelle continuó su saludable gira, luchando así contra la obesidad infantil en Estados Unidos.

La Defensora que temieron los políticos

Un trabajo ampliamente destacado en la creación y dirección del Defensor del Pueblo, una intachable conducta ética, el clamor popular para su continuidad. Ningún argumento fue suficiente para que la coalición política que encabezó el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada reeligiera en 2003 a Ana María Romero de Campero en su cargo. Y es que los méritos de la funcionaria eran vistos como una temible amenaza para los partidos encumbrados en el poder.

“La nueva postulación de Romero -afirma el expresidente de la Asamblea de Derechos Humanos Waldo Albarracín- fue boicoteada por Goni, fundamentalmente porque, si bien a ella en su primera gestión la eligieron los partidos tradicionales y conservadores del parlamento, éstos pensaban que su trabajo como Defensora iba a ser tibio y no un problema para el gobierno. Pero fue al revés, porque ella cumplió a cabalidad su mandato de defender al pueblo, y estaba permanentemente en choque con las autoridades gubernamentales de Banzer y luego del MNR”.

En rigor, no se puede aseverar que la Defensoría del Pueblo es una instancia exenta de la política ni que su primera titular era virgen en este ámbito. En 1979, Romero ingresó en ese mundo como ministra de Informaciones del presidente Walter Guevara, saliendo sin embargo airosa del imprevisible ámbito, en el que vivió la traición y resistió un golpe de Estado.

“Yo era dirigente del MIR, -recuerda el político Juan del Granado- y vimos con mucha preocupación del golpe de Natusch Busch contra Walter Guevara, pero ahí destacó la figura de una ministra joven, muy linda y por supuesto muy inteligente, que era la articuladora de un gabinete en resistencia durante muchos días, y un motor esencial para la derrota del golpe”. La socióloga María

Soledad Quiroga acota: “El golpe fue muy terrible por la masacre que implicó (llamada la ‘Masacre de Todos Santos’) y, por supuesto, todas las personas que estaban en contra corrían riesgos; pero eso muestra también el valor de Ana María. Ella tuvo una actitud consecuente y necesaria. Fue capaz de defender el proceso” (para detalles, Romero expuso su experiencia en el libro Ni todos ni tan santos, que es reseñado en la página 10).

Se podría pensar que una notable funcionaria, con además tan honorable pasado en la política y el periodismo, tendría allanado el camino para su reelección en la Defensoría (cargo en el que fue reconocida con numerosas distinciones nacionales e internacionales, entre ellas la postulación al Premio Nobel de la Paz, como parte de las “1.000 mujeres de paz en el mundo”). No fue así. Los cálculos políticos que siguieron los congresistas determinaron su alejamiento de la entidad.

La exfuncionaria del Defensor Ana Benavides indica que, durante los días de votación de los parlamentarios, Romero se encontraba visitando a su familia en Estados Unidos y decidió retirar su postulación. “Un día de octubre de 2003 estábamos con una amiga nuestra -Gloria Tapia- en el hemiciclo. Era de amanecida y los parlamentarios decidieron ir a una segunda vuelta en la votación. Ella entonces envió su carta; sabía que estaban mano-seando su nombre y no se iba a prestar a ese juego. No pasó que no fue elegida, sino que retiró su postulación enviando una carta al entonces vicepresidente Carlos Mesa”. Justamente Mesa fue el solitario defensor de la Defensora al interior del gobierno. El también historiador había expresado meses atrás, de modo privado y público, su apoyo a la reelección. Vale la pena conocer en extenso su versión: “Sánchez de Lozada tenía una idea que se probó irónicamente correcta, pero su acción fue absolutamente contraría de la que debió ser (...). Fueron varias reuniones, por lo menos media docena, hubo dos muy importantes al final, pero la primera fase fue muy compleja, habían líneas diversas, tensiones en una dirección y otra.

Había momentos en que Oscar Eid (MIR) o Carlos Sánchez Berzaín (MNR) expresaban su apoyo a que la reelijan por razones políticas y prácticas; en otra reunión de pronto cambiaban de opinión y decían que no había que reelegirla porque era un peligro (...).

La pregunta era si era más conveniente que ella estuviera dentro o fuera del cargo. El presidente no expresaba opinión (...). En las últimas reuniones expresó su desacuerdo con que la Defensora del Pueblo fuera reelegida. (...) Yo tuve una reunión con él, pocos días antes de la decisión que iba tomar el Congreso. Le expresé que me parecía que había que plantear la reelección por varias razones: por razones éticas y por el nivel extraordinario de desempeño que ella había tenido a lo largo de su gestión, y por razones prácticas, porque era una persona que fuera de la Defensoría iba mostrar un gobierno que estaba sesgando opinión y que estaba manipulando el voto cuando la opinión pública mayoritaria estaba a favor de la elección de Ana María. No reelegirla era dar un pésima señal al país, en un momento en que el país la necesitaba y el gobierno estaba en una debilidad muy grande. Ahí el presidente no dijo nada, dijo que iba considerar mi opinión. Antes de una reunión final, hice un lobby muy importante, muy intenso para la reelección; lo hice con Jaime Paz Zamora (MIR), a quien llamé por teléfono. Él me dijo que de ninguna manera, que Ana

María representaba la antipolítica, que simbolizaba un núcleo de la sociedad que estaba en contra de los partidos políticos y que su objetivo era la destrucción de los partidos; que él no podía respaldar a alguien que era enemigo de la esencia del contexto de construcción democrática (...). Hablé con Manfred Reyes Villa, quien me pidió un par de horas (...). Él me dijo: ‘Mira, yo tengo algo personal con Ana María Campero porque ha sido muy dura con mi padre”, quien fue parte del golpe de Estado de García Meza, ‘pero a pesar de eso, entiendo que políticamente es conveniente y sería una imprudencia no elegirla (...)’. Y luego hice una reunión con el núcleo que controlaba en el MNR el Congreso (...). Después de una larga discusión, llegamos a un acuerdo positivo de parte de ellos (...). En ese contexto el presidente convocó a una reunión de la bancada del MNR de diputados y senadores en Palacio. Yo hablé con él y le dije que me gustaría asistir a la reunión como vicepresidente y como presidente del Congreso. Él me dijo que no, que no tenía sentido porque era reunión del partido y yo no era militante del MNR (...). Cuando hablé con ellos (con los parlamentarios) me dijeron que el presidente había volcado el voto y convencido a todos. El presidente les dijo -me contaron- que estaba absolutamente de acuerdo con sus criterios y por el último precisamente (desestabilización) él iba pedir que voten por el no, porque él consideraba que Ana María era un factor de desestabilización, y que desde la Defensoría podía desestabilizar al gobierno, y por eso no le convenía su reelección. Lo cual se demostró exactamente al revés”.

Presidenta de Petrobras

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, designó al frente de Petrobras, la mayor empresa del país, a una mujer criada en una favela, quien tuvo que trabajar como cartonera durante su niñez y juventud. Se trata de María das Graças Silva Foster, ingeniera química de 58 años, considera- da por muchos como un “clon” de la primera mandataria de Brasil, por su tenacidad y temperamento.

Graças recibirá una compañía que factura aproximadamente 138 mil millones de dólares por año. Lo cual no impide que su objetivo sea aumentar aún más la producción de petróleo, según las primeras indicaciones de Rousseff.

Hasta ahora, quien tuvo a cargo durante seis años la administración de la gigante brasileña fue José Sergio Gabrielli, un dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) en el Estado de Bahía, apoyado por Lula da Silva. Según trascendió, Dilma prefería para el puesto a alguien surgido de la militancia más cercana a ella y con estilo gerencial más semejante al suyo.

María das Graças Silva, la primera mujer en liderar Petrobras, se ganó la confianza de la Presidenta desde los inicios de la campaña electoral y más aún, al seguir de cerca su carrera profesional dentro de la petrolera, en donde ingresó a la edad de 24 años como “estudiante en práctica” tras formarse en la Universidad Federal Fluminense.

Las historias de vida tanto de Dilma como de María, nacida el 26 de agosto de 1953 en Minas Gerais, se asemejan en cuanto a su lucha diaria por sobrevivir cada una en un escenario diferente: la Presidenta militaba contra la dictadura, en ocasiones desde la clandestinidad, mientras que la elegida titular de Petrobras vivió desde los dos años en la favela Alemão. Hija de una empleada doméstica y un vendedor, Graças debió trabajar durante parte su infancia y juventud como cartonera para ayudar con la economía familiar. Una vez alejada de su entorno inicial, se casó en tres oportunidades. Actualmente, tiene una hija médica y un hijo, estudiante de periodismo y exjugador de básket, que tiene tatuado el nombre de su madre en su brazo.

Según consignó el diario brasileño Folha do Sao Pablo, Graças se autodefine como “carioca de corazón”, le encanta el Carnaval y es una fanática declarada de Los Beatles. En más de una ocasión tuvo que defender su perfil: “Sé que las personas no se alegran de tenerme como jefa. Soy muy difícil de tratar, lo reconozco, pero también sé abrazar y besar a quienes trabajan bien”, explicó a la revista Examen.

Los medios de Brasil califican a la dupla femenina en el poder como “creador y criatura”. El carácter de la nacida en la favela, hizo que la presidenta Rousseff la quisiera como una de las caras de su gabinete –pretendía nombrarla al frente del Ministerio de la Casa Civil–, aunque por pedido expreso de Lula, debió congelar sus intenciones hasta pasado el primer año de su mandato.

Tan rigurosa y exigente como Dilma, María das Graças está obsesionada con los plazos y objetivos. Es usual encontrarla inspeccionando personalmente las obras por ella encargadas, incluso durante los fines de semana. Como consecuencia del alto nivel profesional, el Financial Times la eligió en 2010 como una de los cincuenta ejecutivos más influyentes del mundo.

Tal vez la única mancha sea que su marido, el multiempresario Colin Vaughan Foster, haya sido acusado de haber realizado negocios no del todo claros con el Gobierno: firmó 42 compras de las cuales 20 habrían sido sin licitación.

sábado, 4 de febrero de 2012

Mujer de Cuba festeja sus 127 años

La persona más longeva que vive en Cuba, Juana Bautista de la Candelaria Rodríguez, dijo que está "bien" de salud y "alegre" por celebrar hoy su 127 cumpleaños, reportaron medios locales.

"Candulia", como la llaman sus familiares y vecinos, se mostró "contenta, orgullosa de su descendencia y agradecida" por el trato cariñoso que recibe en Santa Rosa, el barrio rural de la provincia oriental Granma donde vive, según la estatal Agencia de Información Nacional (AIN).

La anciana isleña comentó que en los últimos tiempos la han visitado mexicanos, españoles, franceses, japoneses y dominicanos, algo que ella nunca imaginó que le sucedería.

Juana Bautista nació el 2 de febrero de 1885, según consta en el tomo I, folio 35, del registro civil del municipio Campechuela (situado a unos 800 kilómetros de La Habana), en el que siempre ha vivido.

Miembro de una familia de trece hermanos, "Candulia" sobrevivió a su marido, con quien tuvo tres hijos, y sus descendientes suman seis nietos, quince bisnietos y siete tataranietos.

Ella y su familia atribuyen su extraordinaria longevidad al trabajo, la comida con predominio de viandas como la yuca y el boniato y a que nunca bebió ron o fumó, aunque no se ha cohibido del café.

Actualmente se queja por no poder mantenerse en pie y que la falta de visión le impide ver la televisión.

jueves, 2 de febrero de 2012

Mujeres indígenas definen hoy si aceptan invitación de las cívicas

El directorio de la Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (Cnamib) definirá hoy si aceptan la invitación que recibió la dirigente guaraní Justa Cabrera para que asesore al Comité Cívico Femenino.
Según la presidenta de la Cnamib, Justa Cabrera, en esa reunión se evaluará si es conveniente aceptar la invitación de las damas cívicas para que se haga cargo de la Asesoría de Pueblos Indígenas, a partir de la gestión que liderará la líder cívica Mari Olivia Vincenti, que fue elegida a comienzos de semana.
La posesión de la nueva dirigencia será el 13 de febrero, en ese acto, el directorio saliente presentará su informe de gestión, informaron las damas cívicas.
“No puedo dar una respuesta a título personal, respondo a la estructura de una organización, por eso evaluaremos para ver qué es lo mejor para los indígenas”, dijo la dirigente guaraní, que calificó de positiva la apertura de las damas para dar espacios a los pueblos indígenas.
Cabrera participó en la primera precarnavalera que se celebró hace dos semanas.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La prisión de Michelle Obama

En privado, Michelle Obama echaba chispas, estaba furiosa no sólo con el equipo del Presidente, también con su marido. Después de que los demócratas perdieran el escaño de Edward Kennedy en el Senado, en enero de 2010, Barack Obama seguía tan comedido como siempre en las reuniones, negándose a profundizar mucho en el fracaso o a arremeter contra su equipo. Pero, la Primera Dama no alcanzaba a comprender cómo la Casa Blanca había permitido que se le escapara ese escaño, necesario para que se aprobara la reforma sanitaria y el resto del programa del presidente.

Para ella, esa pérdida era una prueba más de lo que llevaba tiempo denunciando: que los asesores de Obama eran poco estrategas y demasiado estrechos de miras. Le ilusionaba que su marido se convirtiera en una figura transformadora, y por culpa, entre otras cosas, de los problemas de su Gobierno para alcanzar pactos en materia sanitaria, muchos votantes estaban empezando a percibirle como un político del montón.

El entonces jefe de gabinete, Rahm Emanuel, estaba indignado con esas críticas y las comentó con algunos colaboradores, aseguran tres de sus compañeros. En una entrevista, Emanuel negó estar disgustado con ella, pero asesores describen una situación sombría distinta: un Presidente cuyo programa se había ido al garete, una Primera Dama que no aprobaba el giro dado por la Casa Blanca y un jefe de gabinete picado por la influencia de la que ella gozaba.

Una motivadora con encanto

Michelle es hoy una experta motivadora que sabe cómo sacar partido de su encanto, paladín de causas que no hallan oposición (como las familias de los militares y poner fin a la obesidad infantil), un actor político cada vez más astuto con ganas de volcar su popularidad en la campaña por la reelección de su esposo. Pero más de 30 entrevistas con asesores, antiguos y actuales, y amigos íntimos de la pareja presidencial realizadas para el libro Los Obama, muestran que no se ha reconocido la fuerza y el rol que ha desempeñado en el Gobierno de su marido, y que su historia inició como una lucha y luego siguió con un cambio de rumbo que la llevó a una mayor satisfacción.

A ella, que planteó retrasar su traslado a la Casa Blanca meses después de la investidura (enero de 2009), le exasperó comprobar las limitaciones y obligaciones de su nueva residencia, no ser capaz de sacar a pasear a su perro sin arriesgarse a las fotos, y que los ayudantes de Obama controlaran todo lo que hacía: su forma de decorar la residencia privada de la familia o que se llevara a maquilladores a los viajes al extranjero.

Poco familiarizada con los hábitos de Washington, pero entusiasmada con la labor para la que su marido había sido elegido, se veía a sí misma como la defensora de sus valores. A veces era más dura con el equipo de Barack que él mismo, hasta el punto de que en un momento llegó a apremiarle para que lo sustituyera. La situación se tensó hasta tal extremo que uno de los principales asesores explotó en una reunión de 2010 e insultó a la Primera Dama en su ausencia.

“Le protege mucho”, dijo en una entrevista David Axelrod, uno de los principales estrategas del Presidente y director de su campaña. “Cuando piensa que las cosas se han llevado mal o que van por mal camino”, añadió, “lo saca a colación, porque ha apostado muy fuerte por él y sabe lo duro que trabaja, y quiere asegurarse de que todo el mundo hace su trabajo como es debido”.

Las dificultades de Michelle evidencian algunos desafíos esenciales del Presidente, entre ellos la manera en que la falta de experiencia de los Obama en la vida política, uno de sus atractivos en 2008, se convirtió en un lastre al llegar al poder. Sus preocupaciones sobre los empleados de su marido dan pistas sobre el perfil de Obama como jefe del Ejecutivo. Un presidente con poca experiencia en dirección que se aferra a su círculo íntimo, que está menos unido de lo que parecía. Michelle compartía con él los mismos sentimientos encontrados respecto a cómo el peloteo y el chismorreo ayudan a conseguir cosas en Washington.

Como a muchos de los partidarios de Barack, a ella le inquietaba el abismo que había entre la visión que se tenía de la presidencia de su esposo y lo que en realidad podía hacer. Las tensiones que mantenía con los asesores eran fruto de ese debate: ¿qué clase de presidente debía ser Obama? La primera dama ejercía de apoyo en las iniciativas ambiciosas pero poco populares (como la reforma sanitaria y las leyes de inmigración), a la vez que se atribuía el papel de contrapunto de otros asesores, más empeñados en conservar escaños en el Congreso y la popularidad en las encuestas.

“Ella piensa que hay cosas peores que perder unas elecciones”, dijo Susan S. Sher, su exjefa de gabinete, tras las elecciones legislativas de 2010, a la mitad del mandato. “Para ella, ser coherente con uno mismo es definitivamente más importante”. En esa época, Michelle habló en algunas ocasiones sobre qué pasaría si su marido perdiera en 2012. “Sé que estaremos bien”, le dijo a Sher.

Cuando cayó en la cuenta, en el verano y otoño de 2008, de las altas posibilidades de ser Primera Dama, preguntó algo que sorprendería a los que no la conocen: ¿podían ella y sus hijas retrasar su traslado a la Casa Blanca? Quizá fuera mejor, sugirió a sus asesores y amigos, quedarse en Chicago hasta que finalizara el curso escolar y dar más tiempo a las niñas para adaptarse. La idea era reveladora: a Michelle no le importaba qué mensaje transmitiría a la opinión pública. Le inquietaba que su vida fuera el centro de atención, por no hablar de la perspectiva de residir en una casa-monumento-museo-oficina-recinto militar-blanco terrorista. Al final fue a Washington, pero no por las obligaciones del cargo, sino porque “quería que su familia permaneciera unida”, afirma Valery Jarrett, otra asesora.

Pero mientras deslumbraba a los estadounidenses con su simpatía, elegancia y hospitalidad en los primeros tiempos de la presidencia, asesores que trabajaron con ella revelan que se sentía frustrada e insegura respecto a cuál era su lugar en la Casa Blanca. Michelle, una abogada formada en Harvard, había renunciado a su carrera por lo que inicialmente parecía un cargo amorfo. E intentó escabullirse de actos ceremoniales que en su opinión no tenían mucho sentido, como el almuerzo anual para las esposas de los miembros del Congreso que las primeras damas organizan desde 1912.

Procuró limitar su exposición pública y declaró que sólo trabajaría dos días a la semana; dentro de la Casa Blanca, la dificultad de conseguir que Michelle accediera a participar en un acto se convirtió en una broma habitual. La reclusión de la Casa Blanca también fue un impacto para ella; de repente se vio apartada de su antigua vida y sus rituales, y hasta dudaba si debía llevar a sus hijas al colegio o a los partidos de fútbol por miedo a armar un escándalo.

La familia tenía la intención de volver a Chicago con frecuencia, pero su primer intento fue tan complicado que lo hicieron pocas veces. Habían cubierto la fachada de ladrillo de su casa con cortinas negras para disuadir a los francotiradores, y como ya no podían salir a comprar sin más, eran los camareros de la Armada quienes les daban de comer en su domicilio. Al Presidente, Camp David, la residencia vacacional, le parecía artificial y aislada. A la Primera Dama le encantaba. Allí podía deambular libremente sin la intromisión de los fotógrafos.

Ella dudaba sobre qué imagen debían dar los Obama: cómo debían vivir, viajar y recibir a los invitados. Dado que era la primera afroamericana en convertirse en Primera Dama, quería que todo sea impecable y sofisticado; le parecía que “todo el mundo estaba esperando a que una mujer negra cometiera un error”, revela un exayudante.

Tensiones en la Casa Blanca

Pero a los asesores de su marido —sobre todo a Robert Gibbs, secretario de prensa— les preocupaba que la Casa Blanca pudiera parecer ajena a la ira pública respecto al paro, los rescates bancarios y las primas. Lo que generó un tira y afloja constante y nervioso entre las alas Este (que alberga las oficinas de Michelle y la residencia familiar) y Oeste (donde está el Despacho Oval) en torno a las vacaciones, la decoración, el entretenimiento y cuestiones tan insignificantes como si la Casa Blanca debía anunciar o no la contratación de un nuevo florista.

“Todos hemos visto qué pasa cuando se caricaturiza a la gente”, dijo Gibbs en una entrevista en la que explicaba por qué controlaba asuntos así de personales.

Cuando se comete un error como el corte de pelo de 400 dólares de John Edwards (exsenador demócrata) en 2007, “no hay forma de arreglarlo”. Otros asesores afirman que había una razón por la que Gibbs se convirtió en el encargado de garantizar el cumplimiento de las normas de la vida política: porque el Presidente, muy consciente de que su mujer nunca quiso esa vida, no lo hacía.

A pesar de su inexperiencia, la Primera Dama identificó los problemas. Un asesor asegura que desde el principio a ella le preocupaba que la Casa Blanca no presentara a la opinión pública un relato claro y convincente de las acciones del Presidente. También reclamó a sus asesores un papel más central en la transmisión del mensaje de la Administración, y se quejó de que el Ala Oeste no se planteara cómo encajaba ella en el esquema general de su marido.

En concreto, quería ayudar a promover la reforma sanitaria en la primavera de 2009. “Averigüen la forma de usarme de manera eficaz”, solicitó a sus ayudantes.

“Ésta es mi prioridad”. Pero los asesores del Ala Oeste, recordando el resentimiento que causó en la opinión pública la participación de Hillary Clinton (1993-2001) en la reforma sanitaria cuando era primera dama, rechazaron mayoritariamente su oferta.

Emanuel, que había comentado a sus compañeros que sus batallas como miembro del gabinete con Clinton le habían enseñado a mantenerse alejado de las primeras damas, solía esquivar a Michelle. Se trató de restar importancia al asunto, pero la tensa relación entre las alas Este y Oeste acabó volviéndose lo bastante grave como para que el equipo de la primera dama celebrara una jornada de retiro en invierno de 2010 para abordar el problema. La asesora Jarrett hizo de emisaria y trató de suavizar las relaciones. Pero su incompatibilidad de papeles —además de tener su cartera en el Ala Oeste, ejercía de defensora de Michelle y era tan amiga de la pareja presidencial que hasta se iba de vacaciones con ellos— generó sus propias tensiones.

Aquel verano, a cambio de un voto esencial para aprobar una ley sobre energía, Emanuel, sin pedir permiso a la Primera Dama, prometió a Allen Boyd, miembro del Congreso por Florida, que ella participaría en un acto. Muy enfadada, asistió al evento, pero hizo constar su repulsa general negándose a comprometerse a hacer campaña para las elecciones legislativas. Y no dio su brazo a torcer durante casi un año. En lugar de eso, se centró en su propio programa. Según dos de sus ayudantes, a Emanuel le parecía increíble: las elecciones ya se perfilaban como una posible escabechina para los demócratas, y la Casa Blanca iba a afrontarlas sin la popular esposa del Presidente.

Michelle comentó a sus asesores que nunca ha querido ser la clase de primera dama que se entrometía en asuntos del Ala Oeste. A veces se refería al tema diciendo que se trataba del Gobierno de su marido, no del suyo. Le faltaban ganas y experiencia para los pormenores de la política, y tenía presente cómo a otras como ella —léase Nancy Reagan o Clinton— las habían tachado de entrometidas, figuras no elegidas que ejercían un poder que no merecían. Con todo, a medida que el Gobierno tropezaba con un obstáculo tras otro en 2010 —la victoria de Scott Brown en Massachusetts, una reforma sanitaria aprobada por los pelos en el Congreso y que seguía siendo impopular, el vertido de petróleo en el golfo de México y las elecciones legislativas—, Michelle estaba cada vez más preocupada.

Emanuel acabó, meses después, ocupando el despacho de alcalde de Chicago. Algo que ocurrió, en parte, gracias a sus fuertes vínculos con el Presidente. Pese a ello, la relación con él se había vuelto tirante. Emanuel había comentado que pensaba que la reforma sanitaria había sido una mala idea, y cuando sus opiniones empezaron a aparecer en los medios, a principios de 2010, varios compañeros relatan que entró en el Despacho Oval y presentó su dimisión. Obama se negó a aceptarla y, según recuerdan Axelrod y otros, le dijo a Emanuel que su castigo era quedarse y conseguir que se aprobara la reforma sanitaria. Aparte, según sus asesores, aquella primavera Michelle también dejó claro que pensaba que su compañero necesitaba un nuevo equipo.

Cuando el Presidente decidió que tenía que pronunciar un discurso sublime sobre la reforma de las leyes de inmigración en junio de 2010, Emanuel puso objeciones. Los asesores redactaron un discurso que no era del gusto de Obama y éste se pasó gran parte de la noche reescribiéndolo. Finalmente, el discurso tuvo fría acogida. Dos asesores aseguran que él, irritado, pidió entonces a Jarrett que vigilara a otros altos cargos para asegurarse de que hacían lo que él quería.

Asesores del Ala Oeste explicaron que habían oído a través de terceros que Michelle estaba enfadada por el incidente. Más tarde, los mismos expresaron sus dudas: ¿estaba acaso el Presidente usando a su esposa para transmitir lo que él pensaba?

En septiembre de 2010, tras un verano de luchas internas en el Ala Oeste, las cosas explotaron. El día 16, a primera hora, mientras Robert Gibbs escaneaba unos recortes de prensa, una noticia le hizo parar en seco: según un libro publicado en Francia, Michelle le había comentado a Carla Bruni-Sarkozy que vivir en la Casa Blanca era “un infierno”. Era un desastre en potencia, el equivalente del corte de pelo de 400 dólares, temió Gibbs: sucedía semanas antes de las elecciones legislativas y tras unas vacaciones de la Primera Dama en España que le habían atraído acusaciones de despilfarro.

Gibbs pidió a los asesores de Michelle que averiguaran si había dicho algo que se le pareciera siquiera (la respuesta fue no) y luego contraatacó la historia durante horas, haciendo que tradujeran el libro y convenciendo al palacio del Elíseo en París para que emitiera un desmentido. Hacia mediodía, la potencial crisis se había evitado.

Pero en la reunión de personal de Emanuel a las 07.30 del día siguiente, Jarrett anunció, según varios de los presentes, que la primera dama estaba preocupada por la reacción mostrada. Todos los ojos se volvieron hacia Gibbs, que empezó a exaltarse. “No entres en eso, Robert, no lo hagas”, le advirtió Emanuel. “Eso no vale, me he estado matando con esto, ¿a qué viene esto ahora?”, gritó Gibbs, soltando improperios. Interrogó a Jarrett, cuya serenidad pareció irritarle todavía más. Según miembros del personal, el secretario de comunicación acabó insultando a la primera dama —sus compañeros, asombrados, clavaron los ojos en la mesa— y se fue hecho una furia.

Gibbs reconoció su salida de tono, pero dijo que su enfado estaba mal encauzado. Acusó a Jarrett de inventar la queja de la Primera Dama. Después del incidente “dejé de tomarla en serio como asesora del presidente”, explicó; “su punto de vista a la hora de asesorarle era que ella tiene que estar encima y el resto de la Casa Blanca tiene que estar debajo”. Jarrett declinó comentar lo sucedido; dos ayudantes del Ala Este afirman que se expresó mal, y que Michelle no hizo esa crítica. La violenta discusión develó la división en el equipo de Obama y lo complicado del nexo entre la pareja presidencial y el personal de la Casa Blanca.

Por aquel entonces, la trayectoria de Michelle en la Casa Blanca estaba cambiando. Empezaba a dominar y redefinir el papel que le había parecido amorfo. A veces, su trabajo parecía una respuesta, en miniatura, a lo que iba mal en la presidencia. Si la reforma sanitaria de Barack era impopular y corría riesgo de ser revocada, ella se metía de lleno en su campaña sobre la nutrición y el ejercicio, con objetivos finales similares: mejorar la salud y reducir los costes. Si él no conectaba con el público, ella se lo ganaba con discursos vibrantes y empuje. Su popularidad, combinada con la erosión del apoyo a su marido, le dio más influencia. El cambio quedó reflejado en una reunión en el Despacho Oval unas semanas antes de las elecciones legislativas. Se hizo en territorio del Presidente, pero el motivo era tranquilizar a Michelle, que al fin había accedido a hacer campaña. Uno a uno, el equipo político desfiló ante los Obama, exponiendo argumentos, detalles y estadísticas de cómo ella podía ayudar a captar votos. Y los sondeos demostraban que al electorado demócrata le encantaba verlos juntos.

“Una presentación magnífica”, dijo el Presidente con una sonrisa de las de a-mí-nunca-me-tratan-así. Los asesores estaban haciendo ahora las cosas a la manera que le gustaba a su esposa, con planificación y precisión. Pero, Michelle sólo accedió a participar en ocho actos de campaña. “Básicamente accedió a no hacer nada”, sentencia un asesor. Y ahora que su marido se enfrenta a una dura lucha por la reelección, las cosas han cambiado: la Primera Dama comunicó a sus asesores que va a ir por todas.

Todo por la reelección presidencial

Puede que en ocasiones Michelle haya sido una detractora interna, pero también es la defensora más acérrima de su esposo. Aunque sigue evitando entrar en detalles al hablar de política o estrategia, ahora tiene el papel que persiguió, el de amplificar el mensaje del Presidente. Ha hablado junto a él en Fort Bragg, Carolina del Norte, sobre el final de la guerra de Irak, poniendo el foco en su propia iniciativa de contratar excombatientes para defender las leyes laborales atascadas de su marido, y hasta ha compartido su discurso semanal por radio.

Cuanto más empeoraban las cosas para el Presidente en 2011, más a su lado estaba ella. En agosto, después de que las negociaciones sobre el techo de la deuda en Washington alcanzaran su dolorosa conclusión, dio una fiesta para celebrar el 50º cumpleaños de Barack. Pidió a los invitados que no se marcharan pronto y pronunció un brindis enaltecedor. Cuando empezó a oscurecer, los 150 invitados estaban sentados en el césped sur escuchándola relatar su percepción de Barack Obama: un líder incansable y honrado que se ha sobrepuesto a los juegos de Washington, que ha matado al terrorista más buscado del mundo y que aun así se las ingenia para entrenar al equipo de baloncesto de su hija Sasha. Él, que parecía azorado, intentó interrumpirla, pero ella le instó a que se sentara y escuchara.

También le dio las gracias por haber aguantado lo dura que había sido con él. Al llegar a esa frase, algunos asesores intercambiaron miradas de reconocimiento.