"Si uno se pregunta cuántos hijos desea tener la mujer, según la tasa de fertilidad deseada (en Bolivia), ¿a qué se refiere esto? Es una estimación de la tasa de fecundidad total si se evita en todos los nacimientos no deseados; la tasa sería de dos niños, pero tienen tres, por lo que hay una necesidad de planificación familiar insatisfecha”, reconoció el especialista de ONUMujeres, Boris Branissa.
Según los datos del estudio, en Bolivia el índice de la tasa de fertilidad total, que representa la cantidad de hijos que tendría una mujer si viviera hasta el final de su periodo fértil, fue de 4,1 en 2000, es decir, el doble de los 2,6 que se registraron ese año en América Latina y El Caribe. Sin embargo, la cifra bajó a 2,9 para 2015, esto es, que cada mujer boliviana tiene tres hijos, pero las del resto de América Latina solamente dos.
Según Branissa, los datos dan cuenta que hay un niño que no fue planificado dentro de las familias bolivianas.
El informe también destaca que, pese a que el embarazo en la adolescencia entre 15 y 19 años bajó entre 2000 y 2008 de 90 a 60 por cada mil mujeres en el país, en América Latina y el Caribe y en países vecinos, esa tasa también se redujo de 80 a 64,6. "Es decir que aún hay que trabajar para reducir aún más esa cifra, ya que en países avanzados llega a sólo 5%”, dijo Branissa.
Para la representante de ONUMujeres Bolivia, Natasha Loayza, "lo ideal es que no haya embarazos en ese rango de edad (15 a 19 años), ya que la legislación permite el matrimonio desde los 18 años y por eso es ideal que no haya embarazos antes de esa edad”, remarcó.
El estudio también compara los datos sobre el uso de métodos anticonceptivos; según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2003 y 2008, la prevalencia es similar: 34%. "Es decir, un tercio de todas las mujeres usa un método anticonceptivo moderno, pero estamos por debajo de Paraguay, Argentina y Perú, que superan el 50%”, explicó Branissa.
El informe sobre la situación de la mujer fue elaborado en las áreas de salud sexual y reproductiva, educación, economía y empleo, participación política y liderazgo y violencia -cinco, en total-, para visibilizar su situación con respecto a los vecinos y al resto de los países de América Latina.
Según Loayza, es en el área de educación en la que hubo avances importantes, ya que la tasa de alfabetización de mujeres entre 15 y 24 años subió, entre 2000 y 2008, de 96,1% a 98,8%.
En ese mismo periodo, la perseverancia de la mujer en la escuela hasta el quinto grado creció de 77,1% a 98,4%.
"Podemos ver y destacar avances importantes entre 2000 y 2015. Sin embargo, es importante mirar los avances de las mujeres con respecto a los que tiene la población femenina de países vecinos y de América Latina (...). En varios indicadores estamos por encima de la media de América Latina, aunque en salud el avance es moderado, pues aún hay enormes desafíos”, reconoció la especialista.
Otra de las problemáticas que detecta el estudio es que, según datos de la Comisión Económica para América Latina, siete de cada 10 mujeres bolivianas tienen un trabajo vulnerable, es decir, "más de la mitad de la media de América Latina, que alcanza a tres de cada 10”.
Ellas no gozan de seguridad social y tienen ingresos precarios. En ese grupo están las que trabajan por cuenta propia, como las comerciantes, las que se emplean en servicios y otras.
Pocas mujeres ejercen como autoridades locales
Pese a que la presencia de las mujeres en el ámbito político aumentó, el índice de ellas como autoridades locales es bajo con respecto al de América Latina y el Caribe, expresa el estudio Estado de situación de la mujer en Bolivia, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Mujer (ONUMujeres), presentado ayer.
"Bolivia destaca por la proporción de escaños que tiene para la mujer en la Asamblea Legislativa; en 2000 el promedio era de 11,5%, es decir, una de cada 10 era asambleísta, pero para 2015 esa cifra llega a 53,5% en el parlamento nacional; por eso nos destacamos en promedio de la media de América Latina, que alcanza a 28,3% .Seguro en el futuro va a contribuir en la igualdad”, remarcó la representante de la ONUMujeres Bolivia, Natasha Loayza.
En el Órgano Ejecutivo, es decir en puestos de nivel ministerial, en 2000 hubo una presencia de 7% , en algún momento superó esa cifra y llegó a 40%, pero en 2015 la cifra bajó a 28,6%. Es decir, uno de cada tres ministros es mujer.
Sin embargo, se debe incidir más en el poder local, ya que sólo el 7,7% es una autoridad mujer, cuando la media en América Latina es de 11,8%. "No hay ni una mujer como gobernadora en el país”, dijo Loayza.
También se explicó que otro tema en el que se debe trabajar es el de la violencia contra la mujer, ya que no hay datos actuales. "Hay que hacer una profunda reflexión. La violencia sexual, en Bolivia, entre mujeres de 15 a 49 años casadas o que convivieron llega al 7%, cuando en Argentina o Perú llega a 3 o 4%”, explicó.
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