sábado, 22 de octubre de 2016

Asistencia familiar, el dolor de cabeza de un mal padre



Carla se separó del padre de su hija cuando aún estaba embarazada, pues lo sorprendió en la cama con otra mujer. Hoy su hija tiene 11 años y desde que se separaron, él nunca visitó a la menor y mucho menos envió dinero alguno para su manutención. En cambio la niña siempre pregunta por su papá.

“Mi hija ya es grande y me preocupa porque pregunta por su papá, en la escuela ve a los padres con sus hijos y me consulta cuándo va a ir el suyo. A mí me duele esto en el alma porque la verdad es que a él no le importa, cuando se lo menciono se molesta y dice que no tiene tiempo o que no tiene dinero, pero eso también es mentira porque acaba de estrenar motocicleta. No quiero insistir, prefiero que se aleje pero no sé cómo manejarlo con mi hija”, comenta.
Como Carla, hay muchas otras madres que pasan casos similares y que son atendidos dentro del servicio de asistencia legal de la Defensoría del Niño, Niña y Adolescente de Tarija, en donde se pone en evidencia la dejadez e irresponsabilidad de los padres, aunque hay también aquellos casos en los que los hombres son abandonados con sus hijos; pese a esto, las mujeres son las perjudicadas en el 99% de estas situaciones.
Daysi Villalpando Rentería, abogada especialista en el tema de familia, explica que cuando se tienen hijos y surge una separación de la pareja, la responsabilidad sobre los menores recae de manera general en la madre, mientras que el padre tiene la obligación de colaborar con los gastos.
En este sentido, explica que si bien hay padres responsables que aman a sus hijos y se hacen cargo de ellos, aportando con montos de dinero para la comida, vestuario y educación de los niños, el porcentaje mayor corresponde a los padres que se rehúsan por todos los medios posibles a asumir un compromiso económico de manutención.
Tanto para Carla como para la abogada, resulta difícil entender los motivos de un padre para querer desentenderse de su responsabilidad, ellas están conscientes de que si bien no se les puede imponer el querer y ver a sus hijos, sí se les puede obligar a que les den dinero para garantizar en lo mínimo su crecimiento, salud y educación.
Ahora bien, pese a que esto está normado, Villalpando dice que aun así existe una actitud caprichosa de muchos que se niegan a pasar una pensión establecida en juzgados, lo que lleva a la Defensoría a solicitar mandamientos de apremio para que los padres se acerquen al juzgado a cumplir con la cancelación, obligándoles a ejercitar su responsabilidad.
Según cuenta, esta situación no es ajena a los que tienen buena situación o condición económica, y por ello el problema de la asistencia familiar se da de manera genérica en todas las condiciones sociales. Ricos y pobres recurren a la instancia de asistencia familiar para poder hacer prevalecer los derechos de sus hijos.
“Es una lucha de la madre y de esos casos se ven muchos, lamentablemente la idiosincrasia nacional de la figura paterna está muy faltante de valores y principios en la sociedad, donde los padres que abandonan a sus hijos someten a la madre a peregrinar pasa sacar algunos pesos”, lamentó.

Asistencia familiar
La Defensoría del Niño, Niña y Adolescente de Tarija presta sus servicios legales para la asistencia familiar de forma totalmente gratuita para precautelar y velar el interés superior de los menores de edad.
Por esto, la Defensoría tiene la obligación de causar el proceso legal de asistencia familiar, promoviendo un acuerdo conciliatorio entre las partes, viendo las necesidades y posibilidades de los progenitores para que lleguen a un acuerdo voluntario.
El asesor legal de la Defensoría del área de familia, Fernando Gaite, explicó que muchos padres recurren a dicha institución para tratar de contestar la demanda de la madre, por lo que en estos casos, ellos se ven obligados a explicar que están abocados a proteger los derechos de los niños. Por este motivo se les explica que los padres tienen la opción de responder legalmente, pero con abogado particular.
“La asistencia familiar corresponde al 20 por ciento de un haber mensual del padre, pero a veces no es así, porque el padre adjunta una serie de recibos, gestiones bancarias, deudas y cuestiones económicas pendientes con familiares y amigos con derecho a la prueba”, explicó.
De esta manera, si bien se fija siempre una asistencia para velar y precautelar al menor, cuenta que antes no existía un monto fijo máximo ni mínimo, pues éste se valoraba de acuerdo a la situación económica del obligado. Pero ahora, desde el año pasado, el Código de Familia estableció como monto mínimo de la asistencia un total de 331 bolivianos.
Gaite explica que se conocen casos de asistencias bajas de incluso 150 bolivianos por mes, y dice que esto sucede porque la madre no se apersona a las instancias correspondientes para solicitar un incremento, que debe ser anual y según las necesidades de los niños.
Irresponsabilidad
Villalpando, quien tiene más de 10 años de experiencia como abogada en el área de familia, considera alarmantes los índices de padres que no pasan una justa asistencia familiar, pero sobre todo, someten a las mujeres a mendigar pagos menores de Bs 250 por mes.
Uno de los casos que ella atendía y que le llamó la atención fue el caso de un padre que, según ella, hizo hasta lo “imposible”, para no pagar la asistencia familiar. Relató que el sujeto apeló toda resolución e incluso llegó a plantear una compulsa, que es un recurso superior que tiene la parte en contra de la autoridad judicial.
Lo que más le sorprende a la abogada es que el monto de dicha asistencia era de 250 bolivianos y la madre buscaba el incremento a Bs 500, para su hija de dos años de edad. Al conocer esto, él pidió la reducción a lo mínimo, alegando que sólo trabaja dos horas al día y que gana Bs 800 al mes.
Villalpando comenta que en este caso el obligado recurrió a la contratación de un abogado de la ciudad de La Paz, al que pagó pasajes y estadía para que acuda a las cuatro audiencias que se tuvo.
Lamentó que el sujeto obstruyó la asistencia bajo el argumento que no tiene dinero, cuando por el otro lado proponía peritos pediátricos y químicos para que se haga análisis de recetas y no pagar gastos médicos del 50 por ciento en facturas. “Las mujeres a veces tan accesibles en cuestiones emocionales no se dan cuenta que si bien salen lastimadas los más dañados son los hijos ya que si bien la situación económica es un tema, hay otro fundamental para el crecimiento de los niños, para su desarrollo de valores y principios que es la ausencia de la figura paterna”.
“Hay madres que vienen a llorar porque sufren, se ve mucho dolor también de los mismos niños, es un tema doloroso pero frecuente en Tarija”, finalizó.

Autorizan la retención de
hasta el 40% del salario

Ante el incumplimiento de la asistencia familiar por parte de uno de los progenitores, el nuevo Código de Familia, que entró en vigencia este año, faculta la retención, por orden judicial, de hasta el 40 por ciento del salario para garantizar el bienestar de los hijos y, por primera vez, se fija no menos de 331 bolivianos para la pensión, equivalente al 20 por ciento del salario mínimo nacional del año pasado, que era de 1.656 bolivianos.
La directora general de Desarrollo Constitucional del Ministerio de Justicia, Cecilia Urquieta, precisó que el Juzgado de Familia es el encargado de solicitar a la institución, en la que trabaja el papá o la mamá que incumple con la asistencia familiar, la retención del salario.
“Se habilita una cuenta bancaria como una medida para efectivizar este pago y que permitirá hacer un seguimiento, de tal forma que las mujeres ya no estén peregrinando para tener las pensiones o sean sometidas a chantajes, como ocurre ahora”, explicó.
El viceministro Diego Jiménez manifestó que si hay más de un hijo, un juez será quien definirá el monto a pagar, precautelando la estabilidad económica de quien proporciona la pensión, sea hombre o mujer.
“El monto va subiendo en la medida que haya más hijos. Si son dos o más, esos montos pueden elevarse, pero tiene que haber un justo equilibrio para no afectar el sustento de quien paga la asistencia”, explicó.
Consultado del por qué se amplía la manutención hasta los 25 años de edad, Jiménez señaló que hasta los 18 años apenas, la hija o hijo, termina la secundaria, y debe proseguir con los estudios superiores para tener un oficio o profesión.

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