domingo, 4 de septiembre de 2011

Lina Medina: La niña que fue madre a los cinco años

La pubertad precoz puede hacer a una niña capaz de concebir a muy temprana edad. Es el caso de Lina Medina, una mujer peruana que a los cinco años, siete meses y 21 días de edad se convirtió en la madre más joven de la historia de la medicina en el mundo.

Lina sufría de pubertad precoz, en la cual un infante tiene un desarrollo sexual anticipado, en algunos casos extremos desde el año de nacido.

El inédito hecho ocurrió en la región de Huancavelica, Perú, el 14 de mayo de 1939. Ese día la pequeña dio a luz, mediante cesárea, a un niño.

Lina, nacida el 27 de septiembre de 1933, había comenzado a menstruar cuando apenas tenía dos años y ocho meses. Dos años después concibió el niño.

Meses después, según varios portales de internet, su padre Tiburcio Medina, notó que Lina- una de sus nueve hijos- tenía el vientre abultado. Ante las supersticiones de sus vecinos (quienes decían que tenía una culebra dentro y culpaban del mal a Apu, el espíritu de los Andes) a mediados de abril de 1939 la llevó con los chamanes de la aldea, quienes creyeron que tenía un tumor y le aconsejaron que la llevara a Pisco, la ciudad más cercana.

El Dr. Gerardo Lozada la atendió y la llevó a Lima, la capital de Perú, donde otros especialistas diagnosticaron que la pequeña estaba embarazada. El experto sorprendido siguió el caso, hasta que Lina dio a luz a un niño mediante una cesárea, cirugía que fue atendida por el mismo doctor Lozada y su colega Rolando Colareta y doctor Busalleu.

Su hijo, Gerardo Medina (quien heredó el nombre del partero), pesó 2.700 gramos.

El caso, en esa época, causó mucho impacto por lo que invitaron a los abuelos de Gerardo y a la madre a viajar hasta Nueva York, para que tanto la niña como el pequeño sean exhibidos en la Feria Mundial de la ciudad de los rascacielos. Para ello, ofrecieron pagarles todos los gastos del viaje y adicionalmente 4 mil dólares por mes. Los abuelos del pequeño y padres de Lina rechazaron la oferta, pero aceptaron otra oferta de 5 mil dólares de un empresario estadounidense para que madre e hijo viajaran para ser investigados por científicos en Estados Unidos (la propuesta incluía un fondo que garantizaba su bienestar de por vida). Sin embargo, el gobierno peruano decretó que Lina y su hijo estaban en "peligro moral" y decidió crear una comisión especial para protegerla.

Durante los 11 meses que estuvieron internados, los niños (madre e hijo) fueron mimados al máximo. Funcionarios, diplomáticos, políticos y hasta artistas los visitaban llenándolos de regalos.

Fue en la Maternidad de Lima donde la niña aprendió a leer. Cuentan que peleaba con su hijito por los juguetes.

En pocos meses, las autoridades se olvidaron del caso y Lina nunca recibió un centavo.

HIJO Y HERMANO

El hijo de Lina fue criado creyendo que era el décimo hijo de sus abuelos. Sin embargo, a la edad de 10 años se enteró de que la prematura madre no era su hermana sino su progenitora.

No se sabe quién fue el padre del niño. El progenitor de Lina, Tiburcio, estuvo preso varios días como sospechoso de violación. Cuando fue liberado, las sospechas recayeron sobre uno de los hermanos de Lina, que tenía problemas de retraso mental.

En Perú se llegó a creer que Lina era una especie de Virgen María, que había concebido sin pecado original, por obra y gracia del Espíritu Santo. Todavía, hoy, en el pueblo de Antacancha, los pobladores creen que Gerardo fue hijo del dios Sol.

UNA NUEVA VIDA

A los 33 años, Lina se casó con Raúl Jurado, con quien a los 39 años (en 1972) tuvo otro hijo, que emigró a México. Con Jurado construyeron una casa que, en la década del 80, fue demolida por las autoridades para construir una autopista.

Lina ahora vive en un pueblo joven de Lima llamado Chicago Chico.

El ginecólogo peruano José Sandoval escribió acerca de Lina en “Madre a los cinco años”, lo que en 2002 permitió acelerar los trámites para que la prematura madre recibiera, finalmente, una pensión vitalicia.

Hoy, la pequeña, que llamó la atención de los científicos a principios del siglo pasado por su prematuro embarazo, tiene 78 años. A pesar del tiempo transcurrido, Lina jamás reveló quién es el padre de Gerardo, pequeño que nació cuando ella todavía jugaba a las muñecas o a la comidita.

Acosada por la prensa y los médicos, Lina creció prudente e introvertida, según relató su esposo hace unos años.

Dicen que la mujer se volvió muda para entrevistas de toda índole. Periodistas de varios medios internacionales intentaron, una y otra vez, un encuentro con ella, pero nunca aceptó. Lina prefirió vivir en la pobreza y rechazó cuanta oferta tuvo.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA

Otra peruana fue madre a los 8 años

A LINA, considerada la madre más joven del mundo, le sigue otra pequeña peruana que a los 8 años tuvo su bebé. Asimismo, existen al menos cinco niñas que con 9 años se convirtieron en madres, y tres mamás a los 10 años.

3 mil bebés nacen de niñas madres

SE ESTIMA que cada año, cerca de 3 mil bebés nacen de niñas madres de entre los 10 y 14 años de edad sólo en la Argentina.

Hace unos años causó gran polémica en el vecino país, el caso de dos menores, que a los 11 años estaban embarazadas y a punto de convertirse en madres.

Historia de Lina dio la vuelta al mundo

FUE documentada por Edmundo Escomel, un destacado médico inves tigador peruano. El 31 de mayo de 1939 publicó el caso en La Presse Medicale junto a una fotografía de la nena embarazada de 7 meses y medio.

40 Años tenía el hijo de Lina cuando murió

LA NIÑA, que hoy tiene 78 años, perdió a su hijo Gerardo cuando él apenas tenía 40 años. Murió de una extraña enfermedad en la médula ósea.

Hasta ahora no se ha establecido que el mal que tenía Gerardo guarde relación con las extraordinarias circunstancias de su nacimiento.

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