Son mayoría en las aulas de las casas de estudios superiores y en el nivel de aprovechamiento académico. Sus aspiraciones, en alto porcentaje, apuntan a lograr mayor capacitación, consolidar los valores familiares fundamentados en la solidez del hogar, y a participar, de ser posible, en todos los procesos de tomas de decisiones regional y nacional
Marcia Rivero, secretaria general del rectorado de la Universidad Gabriel René Moreno, se sorprende al comprobar que las mujeres representan la mayor cantidad de alumnos en esa casa de estudios superiores. En cifras son 28.734, frente a 23.348 varones.
“Es más, dice, se ha llegado a la conclusión de que las mujeres constituyen el universo del estudiantado que demuestra más aplicación y obtiene mejores notas. En mi condición de catedrática, a lo largo de 17 años, en un par de ocasiones tuve alumnos que sobresalieron por una absoluta dedicación”, añade.
Para la decana de la Universidad Privada Santa Cruz (Upsa), Ingrid Steinbach, este detalle, de la mayoría femenina en la profesionalización, es la confirmación de los grandes pasos que se ha dado para que ellas ocupen lugares que tradicionalmente les fue vedado.
Aquí los números ratifican que son mayoría: 53% frente a 47%. Pero hay algo más, se han impuesto con alto peso en la obtención de las becas a la excelencia con que la universidad gratifica a quienes obtuvieron mejores notas. El 75% lo ganan ellas, dice Ingrid.
PARA ELLAS efectuó la misma consulta en las universidades NUR y Utepsa. La respuesta fue coincidente. Son más que los varones. Y en las consultas sobre las aspiraciones, se revela que la nueva mujer cruceña aspira a una realización profesional y familiar, buscando racionalizar el tiempo entre el trabajo y el hogar. Otras piensan en montar sus propias fuentes laborales para tener tiempo para los hijos.
“Hace dos décadas, lo recuerdo bien porque fue cuando ingresé a trabajar en la universidad, casi no habían autoridades académicas femeninas, y ni siquiera se observaban postulaciones, hecho que significaba la falta de aspiración. Hoy es todo lo contrario, van ganando cada vez mayor territorio”, asegura Marcia Rivero.
Cambios lógicos
Si se hace un repaso histórico se llega a la evidencia de que la mujer se fue posesionando poco a poco en los sitios que antes eran ocupados únicamente por los hombres, a pesar de que persiste la sociedad machista, señala el historiador Alcides Pareja.
“Esto se da por la mayor oportunidad que ahora existe para el estudio, por el apoyo de muchos padres que buscan que sus hijas sean profesionales y económicamente autónomas. Pero hay un detalle que conviene resaltar, y que las conduce a ganar más espacios, es la característica femenina. Son más ordenadas, meticulosas y prolijas, frente la actitud generalmente desordenada de los hombres. Por lo tanto son cambios lógicos”, agrega.
Falta Equidad
La directora de la Casa de la Mujer, Miriam Suárez, destaca el hecho de que las mujeres ganan espacios, pero considera que no han alcanzado la equidad.
“Desde el siglo XVIII han surgido movimientos feministas que han reclamado más espacios para las mujeres. Pelearon, entre otras cosas, por el voto, por la igualdad de oportunidades para ambos sexos o por la necesidad de hacer diferencias de género. Lo que se vive hoy es el resultado de esas luchas. Se ha avanzado, es cierto, pero falta mucho por recorrer”, expresa Miriam.
Frente al mundo
Familia. “Como mujeres estamos ante dos situaciones que debemos conjugar: el ámbito profesional y la familia. Desde luego que el hogar es la base para buscar el triunfo. Es ahí donde las mujeres tenemos nuestra razón de ser”.
Trabajo. “Es preciso tener un oficio. La mujer no puede ser solamente una mantenida. Tiene que aportar y lo puede hacer. Pero ahora su responsabilidad es el doble al de antes, porque aparte de su trabajo para ganar y apoyar al hogar, tiene que atender al marido, los hijos y la casa en general”.
Matrimonio. “En este campo ya no es como antes, que la mujer dependía de lo que le daba el marido. Hay muchos casos todavía. Hoy se busca la independencia económica para no estar sometidas al punto de soportar a veces cuadros de violencia”.
Hijos. ¿Qué es la vida sin hijos? La respuesta se traducía en preguntas. El criterio general fue tener retoños pero bien planificado, para concederles una excelente educación y garantizar éxitos en sus trabajos.
Cocina. Si antes era el pesado trabajo como ‘ama de casa’ hoy la cocina resulta una especie de ‘santuario’ no solo para las mujeres, sino para los hombres, porque tiene un buen estatus el saber preparar alimentos y... compartirlos...
El poder. Los tiempos modernos han suavizado las agudas posiciones feministas. “Las mujeres tenemos que alcanzar los poderes políticos para apoyar mejor a los planes de desarrollo”.
Modelo: Ana Karen Suárez Fotógrafo: Guillermo Vila (Estudio Zoom)
Efectos de la globalización
Con el acceso a los estudios, el avance de las ciencias y la tecnología, el boom de los medios de comunicación contribuye a la globalización del conocimiento y de gran parte de la economía, con todos los cambios que se han operado en la ciudad que ha crecido explosivamente, ahora es posible hablar de la nueva mujer cruceña, dice la experta en conducta humana, Ana María Sánchez.
Todo ha cambiado, según la profesora Gladys Barrero. Explica que los chicos y chicas tienen más informaciones y una visión diferente a la que detentaba la gente que se crió cuando la ciudad era pequeña.
Da la impresión, afirma la señora Blanca Elena Alba, que todo se derrumba, que los karaokes, las salidas a fiestas y los llamados juntes, están afectando negativamente a las señoritas. “Pero no es así, esos casos son lunares propios de una sociedad en constante crecimiento. Las nuevas cruceñas se van forjando en metalidades triunfadoras”, añade.
La maestra Leticia Moreno le dice a su hija que “ayer, hoy y siempre la mujer es el centro del hogar y base fundamental de la sociedad, porque aun sin estudios suele ser buena administradora”.
Anhelos... planes...
- Quiero tener una profesión, alcanzar éxito, lograr mis metas al lado de las personas que me quieren (Cynthia Mendoza Franceman).
-Quiero salir profesional y tener una familia unida. (Carla Requena Abasto).
-Mi carrera la elegí hace tiempo. Quiero ser pediatra y una mujer exitosa para dar ejemplo de vida (Alejandra Arano Urioste)
No es producto de la casualidad
Para la decana de la Upsa, Ingrid Steinbach, la dedicatoria del siglo XXI a la mujer tiene profundo asidero porque se constituye en un espacio de tiempo donde se está reconociendo los valores y los derechos que le corresponden al mundo femenino.
“No es casualidad, sino el fruto de tantas gestiones y luchas en el campo de los Derechos Humanos. Ahora se goza de los resultados y se contribuye a la sociedad”, expresa.
Ingrid considera que en cierto modo esto le afecta a muchos varones que están viendo cómo van perdiendo espacios que eran exclusivos. “Pero faltan otros sitios que alcanzar, como por ejemplo el plano político, donde aún no hay equidad”.
Otro punto que observa como cambio que se debe tomar en cuenta, es que el proceso se da también en mujeres que, a pesar de no haber acudido a la universidad, han incursionado en una ruta de empoderamiento natural, buscando aprender un oficio técnico para asumir solas sus responsabilidades en el hogar, ante la ausencia del esposo, como madre y padre. “En ese orden, conozco muchos casos de mujeres que les inculcan a sus hijas a capacitarse para que no dependan de un marido que las mantenga”, añade.
Así piensan de su futuro
Conversación con alumnas del colegio Interamericano
Vanina Vargas Quiroga
(Quinto de secundaria)
Buscaré una vida familiar estable, tener un esposo en el cual yo me refugie y que me apoye, asimismo hijos sanos y obedientes, con sueños y metas.
Me gustaría estudiar tres carreras: Marketing, Ingeniería Comercial y Odontología.
Pienso que uno debe luchar por lo que se propone, por los ideales, por la felicidad. No hay que darse por vencido.
Ana Catalina Hochkofler
(Cuarto de secundaria)
Me gustaría llegar a ser alguien importante para la sociedad, lograr todo lo que me proponga en la vida y disfrutar cada momento junto a mi familia y amigos.
Yara Aguilera
(Tercero de secundaria)
Quiero estudiar Derecho y especializarme en la parte penal. Pero, por sobre todas las cosas, mi anhelo es tener una familia unida, llena de valores.
El siglo de las mujeres
El siglo XX ha sido el del descubrimiento de las mujeres, el de su revolución, la única incruenta de la historia, y el de su modelo teórico: una nueva filosofía llamada feminismo.
Ahora, el siglo XXI será el siglo de las mujeres. Es muy cierto que en estos sus albores a las mujeres nos queda aún mucho camino por recorrer para pasar de los derechos a los hechos.
Las más afortunadas desde la igualdad legal para llegar a la igualdad real, y las que lo son menos, aún se afanan por conseguir que se cumpla la tautológica conclusión de 1995 en la Conferencia de Pekín: "Los derechos de las mujeres son derechos humanos", cosa no tan evidente en algunos países del mundo. (Elena Arnedo)
La inserción de la mujer en la educación universitaria
Lic. Eduardo Montalvo / Jefe de Bienestar Estudiantil de la Utepsa
La educación universitaria ya no es un privilegio exclusivo para hombres, ya que la mujer en la actualidad ha dado los cambios políticos, sociales y económicos.
Ella se percibe como un personaje fundamental para el crecimiento de un país, claro está que hoy en día el acceso a la educación no está limitado a sectores privilegiados de la sociedad en lo que se refiere a edad, género, religión o condición política, sino a toda persona que quiera profesionalizarse. En este caso el paradigma anterior en el que se vislumbraba el hombre como el único generador de recursos se está debilitando a medida que la mujer se está insertando paulatinamente en esferas laborales antes ocupadas por el hombre, por esta razón la imagen de la mujer se ha resaltado en gran manera en esferas educativas.
Análisis
Desde un aspecto emocional vemos que el grado de valoración personal que tiene la mujer hoy en día va en aumento ya que su identidad ha sufrido transformaciones importantes, percibiéndose a sí misma ya no como un ser humano formado exclusivamente para dedicarse a labores del hogar, sino como personas productivas y generadoras de cambios sociales profundos que planteen nuevos proyectos y que la lleven a buscar una mejor calidad de vida.
Por otro lado el sentimiento de mujer dependiente de un hombre generador de recursos económicos y con un rol de educadora de los hijos se está transformado paulitamente, ya que la mujer hoy en día interpreta su realidad desde una óptica más autónoma, en donde su margen de impacto en su propia vida se percibe como controlado por sus decisiones. A esto podemos añadir que su visión de vida es visto como un desafío para superarse a sí misma, debido a que la dependencia afectiva y económica que innegablemente existe todavía, pero que en la actualidad se está modificando por un estilo de vida más independiente.
Actualmente este análisis es una realidad en los ambientes universitarios en donde se perciben que el sexo femenino es superior que el masculino, dicho sea de paso en la universidad Utepsa tenemos un 49% de hombres frente a un 51% de mujeres que buscan profesionalizarse para ocupar cargos importantes en las empresas del medio, en donde los cargos gerenciales y estratégicos se están desarrollando de manera eficiente y eficaz por mujeres.
Además, resaltar el hecho que las aspiraciones personales y la excelencia académica están actualmente monopolizadas por mujeres que semestre a semestre son reconocidas por sus méritos académicos.
Estamos viviendo un nuevo paradigma de género en las que mujeres ya no buscan igualar el trabajo de hombres, sino abrirse sus propios espacios laborales y ser protagonistas de los cambios sociales y económicos de nuestra sociedad.
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