martes, 1 de diciembre de 2015

Elizabeth Machicao: ”La violencia no tiene género”

La campaña que tiene a su cargo la pedagoga boliviana Elizabeth Machicado se llama “¿Sabes cómo está tu hija/o? Sin excusas”, una pregunta tan sencilla como difícil. Muchos padres y madres están ajenos a la realidad que viven sus retoños. Otros, simplemente forman parte de una espiral de violencia que, aprehendida desde la niñez, se convierte en un cáncer para la sociedad. De todo ello hablamos con Elizabeth Machicao en esta entrevista. Ella tiene un proyecto que pretende ayudar a detener esa violencia, y cada vez es más evidente que son necesarios todos los esfuerzos para frenar esta epidemia que lacera a la sociedad entera.



OH! ¿De qué se trata la campaña que están emprendiendo?

La campaña la hemos armado porque nos hemos dado cuenta de que es importante dejar de poner excusas al tema de la violencia. La hemos iniciado con Oxfam y hemos ido sumando otras instancias para hacer una canasta común, nos ha apoyado el DPI, el hotel Camino Real, varios empresarios privados y la idea ha sido hacer una campaña para proveer material para los docentes en los colegios, tocando diferentes temas de violencia. Hemos trabajado embarazo adolescente, acoso escolar, violencia intrafamiliar ligada al alcohol, violencia machista, y violencia intrafamiliar desde la mirada de los profesores y los alumnos, hombres y mujeres.



OH! ¿Por qué eligen trabajar específicamente con hombres en este aspecto de la violencia?

Hay dos instancias que nos parecen fundamentales para que hablen sobre este tema: son los hombres y los profesores varones, a los que muy pocas veces se los toma en cuenta para hablar de esto. Los hombres tienen cosas que decir respecto a la violencia, y de una vez hay que quitar esa máscara de creer que todos los hombres son violentos, machistas o que viven con la ideología patriarcal porque no es verdad, hay hombres que no son así. Y si no tenemos la capacidad de llegar a ellos y convocarlos, la lucha de las mujeres se va a hacer más larga, más tensa y no va a terminar nunca. Creemos que tenemos que llegar a todos: hombres y mujeres.



OH! ¿Cuál ha sido el proceso de trabajo de la campaña?

Hemos trabajado en siete colegios, dos particulares y cinco fiscales, y hemos hecho grupos focales en cada uno; en cada colegio se ha tocado un tema de forma aleatoria. A partir de estos grupos focales se han trabajado guiones que duran un minuto y medio y después hemos hecho filmaciones en los mismos colegios. Los actores son los y las alumnas, los profesores, los papás, las mamás, que no son formados en actuación, gente común y corriente, que precisamente viven estas cosas.

Cada uno de los videos tiene una guía metodológica básica, para ser trabajada en los colegios y la idea es que esa guía la complementen, profesores y alumnado, con otras propuestas pedagógicas y didácticas que sumen más temas. Y que vean las formas de cómo reflexionar los temas con sus cursos.



OH! ¿Cómo se usa el material?

Este material es como una provocación para entrar a analizar y discutir el tema, es fundamental trabajar con niños y adolescentes porque son ellos los que van a poder construir familias diferentes, a ellos hay que enseñarles que la violencia no es un vínculo, a las mujeres hay que enseñarles que el tema del respeto se construye desde que son pequeños, que no es normal vivir en una familia donde el nexo y lo que prima es la falta de respeto, de valores, de principios, la violencia que el papá ejerce contra la mamá, y la mamá contra los hijos, etc.

El problema de la violencia no tiene género: hombres y mujeres ejercen violencia, y para muchos es una forma de crianza que está naturalizada, socapada, tapada. El abuso es un secreto en la familia cuando en realidad el abuso es un delito. Sobre todo en el caso de la violencia sexual.

Queremos que este sea material que se vuelva masivo, queremos que este “Sin excusas” se vuelva una consigna donde realmente la gente se apropie.

Esta primera propuesta es consolidada hacia La Paz pero queremos hacerlo en El Alto, en Cochabamba, en Tarija, etc. Si bien este emprendimiento en un principio ha sido de una ONG y de la empresa privada, queremos que las Alcaldías se sumen a esta campaña, cada una priorizando su entorno.



OH! ¿Cómo priorizando? ¿No es la violencia una sola?

Hay que contextualizarla. La violencia, si bien tiene una base común, va cambiando en las diferentes regiones y hay violencias más perversas en distintos lugares. En El Alto el tema de la trata, la prostitución, la violencia intrafamiliar y el alcoholismo en los jóvenes es muy grave. En Santa Cruz el tema de la violencia sexual es de terror, en Cochabamba la violencia intrafamiliar… En el país no se libra nadie; pueden violar a un bebé de ocho meses o a una abuela de 80.

El tema también es como nos ven a las mujeres y cómo nos vemos nosotras.

Otro tema importante de esta campaña es dejar de hablar desde el rol de víctima, eso ya no llega, la gente está cansada. No sirve.



OH! ¿Cuál es la estrategia entonces?

En los colegios por ejemplo se pueden hacer campañas por el buen trato, las familias deben aprender a vincularse de otra manera; la idea es darle la vuelta al tema de la violencia y mostrarla con una cara de esperanza y con un amor que de alguna forma puede nutrir estos corazones rotos, estas pieles que no contienen nada porque desde que han nacido han vivido en violencia.



OH! Uno de los temas que no puede esconderse es que, como decías, no solo los hombres ejercen violencia, sino también las mujeres, ¿puedes hablarme más de este tema?

Uno de los grupos focales ha sido con 20 adolescentes en un colegio fiscal, y para muchos era la primera vez que alguien se sentaba a escucharlos, a escuchar lo que viven y lo que les pasa, y una tras otra las historias de madres violentas se repetían, madres que rompen escobas en sus espaldas, los botan de la casa, los despojan de su identidad, de su autoestima, y lo hacen sobre todo con las hijas, a quienes vuelven empleadas, niñeras, cocineras, las descalifican, las desvalorizan... ¿Por qué esas chicas a los 17 se embarazan? Para salir de esas casas. Y de esa forma también pueden terminar metidas en la trata o en la prostitución.



OH! ¿Crees que esa actitud de esas madres es un reflejo de lo que ellas han vivido como hijas?

Algunas sí, pero no todas. Acá el tema de “Sin Excusas” entra. Puede ser que tú hayas vivido violencia, pero no puedes replicarla con tus hijos, algún rato ese lazo se tiene que cortar. A nombre de que una ha sufrido violencia, la repite con su familia y son formas perversas de crianza; no se puede naturalizar la violencia como una forma de crianza. Yo he encontrado chiquillas que no saben quiénes son, no se quieren, no se valoran, y es terrible lo que se les hace, después nos espantamos de que haya tanta violencia intrafamiliar, tantas mujeres que viven con violencia años de años, si esa es su historia desde que son niñas y no conocen otra forma de vincularse con sus familias, no conocen otra forma de construir familia.

Para mí ha sido revelador en este trabajo la violencia de las mujeres hacia sus hijas y también hacia sus hijos. Ha sido uno de los grupos focales más duro, todos hemos terminado llorando.

He visto también mucho hijos a cuyos padres (y madres) no les importan, no hay diálogo, no hay escucha activa, no les interesa si comen, no comen, regresan o no, hay un abandono espantoso de los padres hacia sus hijos, y luego nos sorprendemos de por qué hay pandillas o de por qué tenemos 246 embarazos adolescentes diarios en el país, y la mayoría de ellos por abuso sexual dentro de las familias.

Cuando hablas con los profesores o directores de colegio, te cuentan que los padres vienen a la inscripción y a fin de año a recoger la libreta, durante el año ni aparecen. No les interesa. Al respecto he encontrado un común denominador en los colegios y es que los padres y los profesores no saben qué hacer con los adolescentes; en los colegios hay droga, hay alcohol, pornografía, embarazo adolescente… Y muchos padres incluso tapan estas cosas.

Hay una crisis terrible de valores en los adultos, que somos quienes tenemos responsabilidad en las nuevas generaciones. No es solo hablar y dar sermones, a los adolescentes les entra por un oído y les sale por el otro. Lo que hacen es mirar, te siguen, te imitan cuando ven si eres coherente con lo que dices y también cuando no. Por eso hay que educar con el ejemplo.



OH! Una alta autoridad, en realidad varias últimamente, ha dicho en público que el alcohol es el culpable de la violencia en las familias bolivianas, ¿estás de acuerdo?

Creo que el alcohol es un detonante, pero no es el causante, eso es absurdo. ¿Cuántos feminicidios y asesinatos se han dado con gente sobria? Es un detonante, es cierto, como son los celos también, que son elementos muy importantes para la violencia. Somos un país alcohólico, pero creo que antes de hablar de estas cosas, las autoridades deberían ver qué tienen en casa, dentro de sus legisladores hay feminicidas, hay violentos, hay violadores… Deberían sentar precedentes de primero sacar a esa gente de los cargos y luego seguirles procesos penales como a cualquier hijo de vecino.



"Los hombres tienen cosas que decir respecto a la violencia, y de una vez hay que quitar esa máscara de creer que

todos los hombres son violentos, machistas o que viven con la ideología patriarcal"



"El tema de la violencia pasa porque tenemos una mala educación, hay una mala formación docente, no se invierte en educación lo necesario. En lugar de hacer pistas de aterrizaje se debería invertir en educación"



Perfil

Elizabeth machicao barbery

Formada en la Carrera de Ciencias de La Educación de la Universidad Mayor de San Andrés, con mención en Educación No Formal, Elizabeth Machicao Barbery cuenta con dos Diplomados, uno en intervenciones transdisciplinarias a niños y adolescentes en situación de riesgo y el segundo en Psicología Sistémica.

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