Existe una delgada línea entre el piropo, el acoso o insulto, asegura el sociólogo, Alfonso Hinojosa, “la cosa es cómo determinar cuándo un piropo es una grosería o se convierte en una grosería, las categorías culturales tendrán mucho que ver, sin embargo muchos son simple y llana grosería, más allá de cualquier contexto”, dijo.
Estela una muchacha esbelta que se dedica al modelaje precisó que los piropos no son malos y a muchas mujeres les agrada que se valore o destaque alguna cualidad, empero resaltó que lo malo es cuando te dicen groserías, “si estás con amigas hasta te puedes reír, pero cuando te pillan sola te puede dar mucho miedo”, asegura Estela.
Lo cierto es que si bien muchos comentarios pueden resultar agradables, una gran mayoría de estos “piropos callejeros” resultan insultantes y hasta degradantes. Esto se debe principalmente a que la sociedad machista y patriarcal ha ido haciendo carne de estas situaciones ya que mientras más abusivos son estos “piropos” más se demuestra el poder, aseguró por su parte la directora de Mujeres en Acción, Lourdes Aguilar. Es frecuente que muchas mujeres se lamenten de este tipo de acoso verbal callejero y se sientan sumamente culpables, sobre todo aquellas mujeres que son mucho más proporcionadas que otras y que por su aspecto son víctimas más frecuentes de esto. “Dicha situación puede generar un sentimiento de culpa tan extremo que se vuelven inseguras, se cubren con ropas anchas y no pueden sentirse cómodas con su apariencia física”, añade la psicóloga tarijeña, Margot Zubieta.
“Los piropos para cortejar y conquistar cada vez son menos frecuentes, ahora se ve que hay mucha más grosería con carga erótica muy vulgar que la mujer no puede responder porque a la mayoría nos da miedo reaccionar. Los hombres que recurren a esto muestran un perfil psicológico de resentimiento porque no pueden acceder a esa mujer y por eso encuentran la satisfacción sexual dominando la situación aunque sea sólo con la palabra”, explicó Zubieta.
Machismo elegante
Este tipo de manifestaciones en Tarija son muy frecuentes, pero además existe el machismo más elegante “de guante blanco” relacionado a la parte jocosa, donde todos se ríen y con la chispa de humor que va por detrás, la gente no lo cuestiona, no es algo que te vaya a chocar, “pero en el fondo es degradante para nosotras las mujeres”, manifestó la directora de Mujeres en Acción, Lourdes Aguilar.
“Estas groserías no se miden, van dirigidas a madres, profesionales, jovencitas, niñas, además cuando te dicen los ‘piropos’ lo hacen en grupo, es muy raro el que se anima solo, generalmente la fuerza del grupo lo impulsa para incluso ridiculizar a la mujer que termina sintiéndose mal y ahí disfrutan porque esto es un ejercicio de poder”, sostuvo.
Añadió que el acoso verbal no es ilegal, está naturalizado en nuestra sociedad patriarcal y es hasta normal, “respondes o te las aguantas y sigues tu camino, no hay dónde denunciar aún cuando ahora están cambiando las leyes significa tiempo, a veces hasta recursos, y te sientes impotente”, añadió la directora.
¿Este tipo de groserías pueden relacionarse con el acoso sexual? Los expertos afirman que sí podrían ya que la línea es muy fina.
En las instituciones cuando se da el acoso, ante el rango del jefe que tiene el poder ¿cómo se puede probar que los piropos molestan y que son obscenos? a veces ni las propuestas indecentes las puedes denunciar porque todos gozan, si reaccionas dirán “a esta qué le pasa, está loca” o ahora dirán “esta feminista ¿de dónde ha salido?”.
¿Piropos o vulgaridades?
Lo cierto es que los piropos no son del todo descalificados e incluso para la mayoría de las mujeres consultadas son hasta estimulantes para la autoestima siempre y cuando se impartan con respeto, el problema surge cuando se cae en la vulgaridad ahí es cuando no se agradece porque ofenden.
Si comparamos hace cinco años atrás en Tarija eran mucho más notorios estos piropos vulgares, manifestó la responsable de proyectos de Mujeres en Acción, Ana Ontiveros, y explicó que esto redujo debido a la existencia de leyes contra la discriminación, el acoso político y la ley integral contra la violencia en las mujeres. “Las mujeres todavía continuamos sufriendo este tipo de prácticas, la mayoría de estos hechos generalmente ocurren en la calle y quedan en silencio”, añadió Ontiveros, empero dijo que es distinto cuando se realizan en un entorno más privado, en una relación laboral por ejemplo es más fácil tomar una medida para que pare dicha situación o sea sancionada.
¿El acoso verbal está socialmente aceptado? Se ha naturalizado y lo hemos venido aceptando en la medida que parecía que reconocía nuestros atributos, pero cuando pierde el límite del respeto de la forma permanente, cae en la violencia y a muchas nos puede disgustar la forma y el mensaje que nos transmite ya que lastima hasta nuestra autoestima.
Las mujeres no tienen el derecho a ejercer su forma de vestir, eso es un mito que se construyó socialmente y que ha contribuido a pensar que “porque está mostrando mucha piel está buscando que le pase algo”.
Ontiveros aseguró que esta clase de mito perjudica mucho a la mujer cuando pone demanda de violencia sexual debido a que la otra parte justifica o fundamenta su conducta negativa por la forma de vestir o porque ésta estaba en estado de ebriedad.
Alternativas de solución
Crear conciencia de la actitud de los hombres no es normal y todo está ligado a la educación-sostuvo Aguilar, “es difícil desestructurar lo aprendido, la parte de la violencia, el acoso sexual, los insultos dañan a las mujeres, debemos cambiar esta forma de relacionarnos. Es un proceso a largo plazo que comenzará por visibilizar estas situaciones y sembrar esa semilla en nuestros hijos”, dijo.
Añadió que tiene que haber un cambio de mentalidad y explicó que cuando los roles del hogar se democraticen será el inicio de todo cambio. “Cuando el hombre participe y sepa convertir los trabajos del hogar la sociedad va a cambiará mientras tanto no vamos a poder modificar ni estas conductas, ni estos hechos”, explicó Ontiveros.
Estos piropos suelen expresarse en el “enamoramiento de la mujer” pero hay una delgada línea cuando este espacio de “coqueteo” se transforma en espacio de acoso y de discriminación contra la mujer por su condición de tal.
“Es una punzante denuncia a las prácticas de tolerancia social y cultural con actos de violencia verbal y sexual sobre las mujeres ya que si estas situaciones suceden es porque hay una sociedad permisiva que lo permite y lo tolera”, concluyó.
vean esto es gracioso :P
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=s5ps7D4eKSI&feature=c4-overview&list=UUgESfl93BM2y85abdt8BcZw
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