Los Poderes del Estado, hoy nombrados como Órganos, también recibieron al sexo femenino dentro de sus liderazgos, no como una concesión sino como consecuencia de su constante reivindicación que se vio fortalecida a la par del avance de la democracia.
El pasado mes ocurrió un hecho inédito con la designación de la senadora Gabriela Montaño, como presidenta interina del país. Montaño es la segunda mujer en ocupar la primera magistratura de forma interina y también la segunda en ser presidenta del Senado, tras Lidia Gueiler y Mirtha Quevedo, respectivamente.
En el Órgano Judicial, la magistrada Cristina Mamani es la primera mujer de origen aymara que asume la presidencia del Consejo de la Magistratura tras haber obtenido la mayor votación en las elecciones judiciales de octubre pasado. Junto a ella destacan Silvia Salame o Rosario Canedo exmagistradas designadas en las primeras décadas de democracia.
La primera prefecta departamental fue Savina Cuéllar, quien fue autoridad de Chuquisaca antes del cambio de denominación institucional. En este caso las gobernaciones del país han retrocedido porque no hay una figura femenina al mando. En los municipios se cumple con la alternancia y existen alcaldesas, tal es el caso de la autoridad de la ciudad capital de Oruro, Rocío Pimentel.
En la proyección política, el país vio emerger la anterior semana a la diputada de oposición, Adriana Gil. Los intentos del Gobierno por sacarla del curul legislativo sólo levantaron su imagen y la proyectaron como una joven mujer que apunta a llegar a ocupar uno de los dos altos cargos del Estado.
Sobre el valor de la mujer en democracia, la presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado, destacó el rol de las mujeres en espacios de decisión y la equidad impuesta a partir de la Constitución, aunque muchas veces esta regla de la alternancia no se cumple.
“Lo primero que hemos construido desde las mujeres ha sido la Constitución Política del Estado, y a partir de ello la construcción de varias leyes que nos otorgan la posibilidad de generar equilibrio en la construcción de nuestros derechos”, declaró en la primera Jornada Nacional de Mujeres Profesionales a medios estatales.
De acuerdo con la analista política Jimena Costa, pese a estas aperturas, la democracia se ve afectada desde hace tres o cuatro años, porque existe un retroceso, aunque admitió que en estos últimos 30 años, Bolivia ha vivido sin intentos de golpes de Estado.
“Pese a los muchos atropellos a la democracia y a la institucionalidad y de todos los peros que podamos encontrar, hay reformas fundamentales especialmente desde el desarrollo de la nueva Constitución Política del Estado (CPE). Estamos viviendo mejor que en las dictaduras y los tiempos previos a ellas. Hemos transitado desde una democracia representativa a una participativa”, manifestó.
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