Miembros de un grupo asesor de ONU Mujeres, reunido en Panamá para revisar el trabajo del organismo de las Naciones Unidas en la región latinoamericana, también señalaron en una entrevista con Efe que varios Estados incurren en "simulación", ya que aunque cuentan con leyes que amparan a las mujeres no las aplican.
La activista peruana Virginia Vargas indicó que los derechos de la mujer en América Latina y el Caribe atraviesan un momento "muy difícil por los retrocesos" que se observan "en muchos sitios", que no identificó, y que adjudicó tanto a la influencia de la Iglesia católica como a la falta de recursos para impulsar programas a favor de la equidad de género.
Vargas resaltó la afectación de los derechos sexuales y reproductivos "especialmente por el peso tan grande que tiene la jerarquía católica en la política", lo que, dijo, "violenta el carácter laico de los Estados, que es una ganancia democrática fundamental".
En materia de los derechos reproductivos también se observa en la región "algunas ganancias" como en el caso de Uruguay "que acaba de aprobar una ley para el aborto", añadió Vargas.
La activista mexicana Marcela Lagarde aseguró asimismo que "hay una tendencia conservadora, incluso una tendencia fundamentalista católica, aunque también hay otros fundamentalismos religiosos en la región, que avanzan peligrosamente sobre los derechos reproductivos de las mujeres".
"En México, por ejemplo, en la mitad del país se ha legislado por el derecho a la vida desde la concepción, enfrentándolo al derecho a las mujeres a decidir en torno a su embarazo y en Nicaragua ya no existe el derecho al aborto ni siquiera por violación", argumentó Lagarde.
La activista mexicana habló además de que en la región en los últimos años se ha avanzado "en leyes para enfrentar la violencia" contra la mujer, pero ahora "urge que se apliquen de forma cabal".
"Hay simulación por parte de los Gobiernos, simulan que hacen (que aplican las leyes) pero a las mujeres no llega la política para erradicar la violencia", aseguró.
Ambas activistas destacaron el "rol decisivo" que puede jugar ONU Mujeres para promover la equidad de género en la región y hacer cumplir las leyes que ya existen en la materia, pese a que el organismo cuenta con un "presupuesto" que es "verdaderamente raquítico" y se enfrenta a una problemática que "rebasa por mucho sus capacidades".
El organismo de la ONU "cuenta con una experiencia importantísima en el tema" de los derechos de las mujeres, y con la capacidad "de construir determinados tipos de alianzas con los Estados y la sociedad civil" para promoverlo, argumentaron las activistas.
Vargas y Lagarde integran, junto a otras 13 activistas de toda la región, el llamado Grupo Asesor de la Sociedad Civil para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres.
El grupo fue constituido en mayo pasado y culminó este martes en Panamá, sede de la oficina regional de ONU Mujeres, su primera reunión, de dos días.
En el encuentro se analizó el trabajo llevado a cabo en América Latina y el Caribe por el organismo de la ONU desde su creación, en 2011, y se propusieron algunas ideas para mejorarlo.
Las activistas "nos están dando orientaciones sobre el trabajo que nosotros vamos a hacer en los próximos años" para lo cual se está estructurando "un plan estratégico, y estamos aprovechando su experiencia para identificar qué temas no pueden quedar por fuera", dijo a Efe la directora para América Latina y el Caribe de ONU Mujeres, Moni Pizani.
La funcionaria recordó que ONU Mujeres trabaja a nivel global en cinco áreas estratégicas, como son el empoderamiento económico, el político, la erradicación de la violencia contra la mujer, el tema de mujeres paz y seguridad, y la planificación y presupuesto, y que en Centroamérica se ha dado prioridad a los tres primeros.
EFE
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