Maya ingresó en el mundo del diseño a sugerencia de sus padres, Eduardo y Eliana, quienes vieron que ella podía tener una buena acogida en este ramo y salió del país para encontrarse con el futuro. “Aunque yo no había decidido estudiar esta carrera, pero desde el primer momento que inicié con mis estudios entendí que esa era mi vocación y que estaba enamorada” asegura Mac Lean.
A los 21 años retornó a Bolivia y estableció su primera tienda en la calle Bolívar; pero luego de dos años volvió a salir al extranjero para seguir estudiando, en esta oportunidad Diseño Industrial en Barcelona, España.
“Quería profundizar mis conocimientos y una de las formas de hacerlo era salir al extranjero y seguir estudiando” menciona la diseñadora.
Maya Mac Lean asegura que ese tipo de línea de estudio que aprendió en el extranjero podía aplicarse a cualquier cosa utilitaria, pero que ella ya tenía un proyecto en mente y por ello se definió en la rama de los muebles.
"El hecho de producir para cada cliente es una historia diferente, esto se convierte en una gran ventaja pero también una desventaja; porque producir en serie facilita las cosas, pero no se adecúa a la realidad boliviana" asegura Maya Mac Lean.
Luego de concluir sus estudios retorna al país y a sus 34 años se convierte en madre. Repentinamente su existencia toma otro giro, porque comienza a equilibrar su vida familiar con la empresarial. A la fecha su hija, Clarissa Cimgolami cuenta con 17 años y Maya la reconoce como la parte fundamental de su vida, como hija y compañera.
En la faceta personal Maya Mac Lean se define como una persona tranquila aunque muy perfeccionista, algo que para ella no es un defecto; pues la búsqueda de la perfección la ha llevado a encontrar la armonía en las dos facetas de su vida.
Para mantener su creación a flor de piel, Maya y su equipo de trabajo continuamente están visitando ferias internacionales como CasaCor en Brasil, la Feria de Milán y otras en Estados Unidos, de esta manera conoce las tendencias internacionales.
Actualmente el sueño de esta empresaria gira en torno de la búsqueda de perfección en la producción empresarial.
“Tenemos tres tiendas, que trabajan incesantemente y sueño con lograr un engranaje perfecto; que se trabaje como reloj, antes de abrir una nueva tienda o exportar nuestros productos, que es una segunda fase empresarial”.
Para finalizar Maya define su concepto de felicidad, “amo cuando veo algo que ha quedado espectacular, casi perfecto... incluso mucho mejor de lo que yo había creado” sonríe.
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