domingo, 6 de noviembre de 2016

“Ni Una Menos”, Tarija alista su rechazo contra la masacre



“Pero era prostituta”. La frase rebotó en las paredes de la sala abarrotada. Unos hicieron gesto de desaprobación. Otros la típica caída de ojos de “¿No ve? Eso mismo pienso yo”. Unos no habían escuchado todavía el dato. Otros lo publicaron desde el principio. Hace dos semanas una mujer apareció muerta en San Mateo; asfixiada con su propio pantalón. Había mantenido relaciones sexuales. Nada se sabe del autor. Apenas un ligero indicio. Se tardó días en conocer el nombre de la mujer asesinada. ¿Pero era prostituta?

Dos días después fue asesinada en Serere, en Entre Ríos, una mujer de Sella Cercado. Fue encontrada entre matorrales, con su vestimenta puesta y con dinero en el bolsillo. Dos hombres están en busca y captura. Pero no aparecen.
A principios de mes, otra mujer con todos sus ahorros fue encontrada muerta en su caseta del mercado campesino. Al principal sospechoso le ha dado tiempo de huir hasta, dicen, Santa Cruz…
En Bolivia han muerto por razones de su condición mujer 88 personas hasta octubre; 15 solo en ese mes que pasa por ser el más trágico hasta la fecha. La cosa no va a menos. El 1 de noviembre murió otra mujer en Camiri. El 3 de noviembre otra en Omasuyos. El lunes escucharemos el parte de prensa nacional.

Las claves
La sociedad civil organizada ha dicho basta, pero falta que el mensaje cale en lo más profundo. Ayer sábado en la plaza Uriondo de la capital tarijeña, una treintena de mujeres empezaba a regar la semilla.
El 25 de noviembre, viernes, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres se espera marcar un punto de inflexión en Tarija y en todo el departamento. Las estadísticas son frías, pero exactas. Tres asesinadas de quince contadas en el país en octubre supone un índice cuatro veces mayor que el que correspondería con el 5 por ciento de la población boliviana que habita en Tarija, si es que se puede trazar una normal en tan macabra cuenta.
Ayer en la plaza Uriondo se habló y mucho de la acción, pues ya toca. La movilización partirá el 25 de noviembre a las 17.00 horas desde las puertas del Cementerio General de Tarija, ese lugar al que demasiadas acudieron antes de tiempo. Allí se prevé un acto en memoria de las asesinadas para emprender una marcha por los lugares más concurridos hasta culminar en la plaza principal Luis de Fuentes.
El lema es, como no podría ser de otra manera, el “Ni Una Menos” que nació en la Argentina y que se ha extendido por todo el continente para recordar que la cuenta es en negativo y para fortalecer el espíritu de cuerpo y de protección mutua. Y no, no es una marcha de mujeres, sino de valores.
La condena del feminicidio, como extremo de la violencia contra la mujer, no exime de luchar por la erradicación diaria de la violencia machista y sexista como recordaron. Tarija, como región fronteriza, es vulnerable a numerosos tipos de violencia hacia la mujer, desde la Trata y Tráfico de mujeres hasta los nichos de pobreza extrema o poblaciones marginales como los pueblos indígenas.
El 25 de noviembre se espera una gran cantidad de personas en las calles, anónimas, como las protagonistas de este texto o las que ayer diseñaron el objeto. El éxito vendrá después, cuando se acabe con la impunidad y nadie busque excusas ni matices.

El “extraño” caso del diputado Jacinto Vega

El diputado indígena Jacinto Vega fue denunciado por haber violado a dos niñas guaraníes. La Asamblea Plurinacional tramitó su sanción durante un año, hasta que la Justicia fallara. El MAS le exigió el curul. En 2012 un informe forense “probó” las violaciones, pero no impidió que fuera propuesto para el cargo. En agosto fue absuelto de la primera de ellas por el Tribunal de Sentencia de Villa Montes, que consideró no tener pruebas suficientes.

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