El reino ultraconservador construirá una ciudad-ghetto dedicada sólo a las mujeres, donde la observancia rígida de la sharia (ley islámica) debería ir de la mano del progreso social, respondiendo a la necesidad de trabajo de muchas mujeres.
Así ellas podrán proyectar libremente su carrera, sin obstáculos y sin enfrentarse a los vaivenes de la inflexible sociedad patriarcal en la que viven, que les prohíbe incluso sentarse al volante de un vehículo.
La “ciudad de las mujeres” o, en términos más condescendientes, el “polo de trabajo femenino”, que será levantado en el municipio oriental de Hafuf, constituye una suerte de “concesión” a los derechos femeninos que el régimen saudita otorga con cuentagotas.
La solicitud de construcción de la ciudad para mujeres fue realizada por la autoridad saudita para la propiedad industrial, el Modon, un ente estatal responsable del desarrollo industrial urbano. Contará con un financiamiento equivalente a 133 millones de dólares.
El proyecto, cuyas obras comenzarán el próximo año, creará unos 5.000 puestos de trabajo, sobre todo en los sectores textil, alimentario y farmacéutico, albergando empresas que dan trabajo sólo a personal femenino y compañías administradas por mujeres.
“Estoy seguro de que las mujeres pueden demostrar su eficiencia en muchos sectores y elegir las áreas productivas que mejor satisfacen sus intereses, su naturaleza y su habilidad”, dijo el vicedirector general del Modon, Saleh Al-Rasheed, al diario saudita Al Eqtisadiah.
Para el futuro, “ya estamos trabajando en una segunda ciudad industrial sólo de mujeres” y “tenemos un plan para crear cierto número de empresas abiertas solo a mujeres en varias partes del país”, agregó.
El reino de estrecha observancia wahabita ya tiene empresas que emplean a mujeres, pero frente a un mercado del trabajo en el que ellas son sólo el 15%, tiene intención de promover un papel femenino más activo en la sociedad.
El pasado septiembre, el rey Abdulá anunció que las mujeres tendrían derecho a ser candidatas a cargos públicos a partir de las elecciones locales de 20150.
Los derechos
Posición Este “avance” a muchos les pareció una contradicción con los frenos que el derecho de familia y de la propiedad imponen a la igualdad de géneros en un país que prohíbe a las mujeres manejar y que sufrió fuertes presiones para que les permitiera participar en competencias deportivas internacionales.
Apertura Londres 2012 permitió a la judoca Wojdan Shaherkani ser la primera árabe de la historia en participar en este tipo de eventos.
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