¿Cambió su vida que le nombraran primera dama?
No soy ninguna dama, sólo soy la hermana del Presidente. Y mi vida sigue como siempre, en Oruro, con mi familia y mis hijos. Me sentiría incómoda de ir a Palacio. Vivimos de nuestro trabajo, tanto yo como mis hijos, que son músicos y trabajan con mariachis. Voy a actos de Evo cuando él necesita que vaya.
¿Existe una igualdad
real entre hombres y mujeres en Bolivia?
En política, sí. Tras la nueva Constitución, las mujeres están empezando a ocupar cargos de poder. Tenemos ventajas: no bebemos, no somos corruptas y sabemos administrar la casa. Hay paridad en el Parlamento y en los ministerios. En la sociedad, todavía no hay igualdad absoluta, pero nos estamos encaminando a ello.
¿Es cierto que se ha reducido la pobreza desde que gobierna Evo?
Absolutamente. Ahora se ven los resultados concretos de algunas decisiones. La nacionalización de los hidrocarburos, por ejemplo, ha permitido dar el bono Dignidad de 200 bolivianos a gente mayor y sin recursos. Y está en estudio aumentarlo.
¿Ante la pobreza, emigrar es la solución?
No, a la larga significa la destrucción familiar. En Bolivia son las mujeres quienes emigran para trabajar, aunque sean explotadas, y mandar dinero a casa. Pero aquí pocos hombres están cuidando a sus hijos. Las mujeres, al volver, se encuentran familias divididas y rotas.
Evo Morales ganó la segunda elección con más holgura que la primera, pero últimamente parece haber perdido apoyo popular.
No lo creo, en los actos públicos siempre acude gran cantidad de gente. Las clases populares siempre responden a todas las convocatorias. Sigue siendo muy querido por el pueblo, se ve el cariño que le tienen. Si no fuera así, no le regalarían ni una prenda, no les mostraría ningún agradecimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario