Ser boliviana en 1960 y en 2017 no es lo mismo. Hace 56 años, la mujer tenía en promedio 6,7 hijos y hoy llega a 2,9. Expertos relacionan esta disminución con el nivel de formación, pues las féminas acceden más a la educación superior y exigen derechos.
“Estudiamos, trabajamos, nos sustentamos, podemos; hay mujeres que son mamás y papás, y salen adelante”, expresó Virginia Velasco, abogada y directora de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia.
En 1960, el promedio de hijos por madre en el país era de 6,7. Más de medio siglo después, a 2016 (EDSA), la tasa de fecundidad llega a 2,9. Se trata de una realidad que se presenta sobre todo con la generación de madres desde 2000.
Para Ana Angarita, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la mujer boliviana tiene nuevo perfil, marcado en los últimos 36 años. “Ellas acceden más a la educación y al mercado laboral. Además conocen las normas que las protegen, como la Ley 348, y también saben dónde recurrir en caso de violencia”.
Según el Censo 1976, el nivel de formación superior de las mujeres fue de 3,8% y en el censo 2012, 23,5%. Esas cifras forman parte de Estadísticas con enfoque de género, presentadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en ocasión al Día de la Mujer Boliviana, celebrado cada 11 de octubre.
Según Angarita, con base en indicadores del INE, las que alcanzan un nivel de educación superior tienen menos hijos.
René Pereira, director del Instituto de Investigaciones Sociológicas (IDIS) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), observó que si bien hay un nivel creciente en la educación, no ocurre eso con el empleo porque las féminas “estudian para tener un empleo informal o para crear sus propios empleos”. El acceso al mercado formal es parte de los desafíos de la mujer, resaltó Carolina Taborga, representante de ONU Mujeres.
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