Texto: Sonia Ana Apaza
Fotos: Wara Vargas del Grupo de Mujeres Ixchel
Sonia Ana Apaza
SEGÚN LA FUNDACIÓN RED HÁBITAT | LA FUERZA LABORAL DE LAS MUJERES EN LA CONSTRUCCIÓN REPRESENTA EL 30 POR CIENTO EN EL ALTO. LA ALBAÑILERÍA ERA HASTA HACE POCO UNA ACTIVIDAD EXCLUSIVA DE LOS VARONES.
¡Lleva la mezcla!, ¡traigan más ladrillo!, ¡Van a pasar dos manos a todas las paredes! son algunas de las instrucciones que se imparten a las mujeres que trabajan en construcciones como albañiles, pintoras, electricistas y otros oficios del aérea de la construcción.
Sonia Quispe se levanta muy temprano y después de alistar a sus hijos para que vayan al colegio, parte rumbo a la obra. Como ella, hacen lo mismo miles de mujeres que hoy en día trabajan en el rubro.
“Es un trabajo duro pero al mismo tiempo divertido y como todo, hay que hacerlo con amor y pasión, porque nos permite llevar el pan de cada día a casa”, dice Quispe, orgullosa de su oficio de albañil.
Cuenta que la lucha para ganar espacio en el rubro de la construcción fue muy dura desde el inicio.
“Tuvimos y seguimos luchando contra el machismo de los hombres que no quieren vernos en la obra, pero también hay otros buenos compañeros”, dice para contar después que no faltan algunos que les dicen: “vayan a la cocina”, “¿no tienen algo que remendar?, “vayan a dar leche a sus hijos”, “solo los hombres servimos para esto”.
Justina Soria de Torrico, de 60 años, quien se especializó en el pintado de paredes interiores y exteriores tiene una buena calidad de mano de obra, razón por la cual sus jefes la quieren y la mantienen en su fuente laboral.
Doña Justina se dedicó a trabajar como pintora, debido a que su esposo al tener más edad que ella, tuvo que dejar de trabajar. La mujer es el sustento de su esposo y gracias a su trabajo de pintora, que empezó hace quince años, logró sacar adelante a sus tres hijos.
“La ventaja es que nosotras somos más detallistas por naturaleza, entregamos trabajos de primera. Los hombres piensan que la construcción es solo para ellos, por eso nos insultan, pero nuestro trabajo demuestra lo contrario”, dice sonriendo.
Por su parte, Elizabeth Ticona, una mujer de provincia, dejó su pueblo natal, Santiago de Machaca y se fue a La Paz en busca de mejores días. Llegó a la ciudad de La Paz cuando apenas tenía doce años. Hoy es una mujer dedicada a la construcción.
Desde pequeña se involucró en diferentes trabajos, desde el servicio doméstico hasta la recolección de basura. Hoy es albañil y junto con otras compañeras trabaja incansablemente para que en el rubro haya más espacio para las mujeres.
Actualmente, en la ciudad de El Alto, la fuerza laboral de las mujeres en la construcción representa el 30 por ciento, según la fundación Red Hábitat que, gracias a convenios que suscribe con instituciones y organizaciones, capacita a mujeres en las diferentes áreas de la construcción.
“El sector de la construcción ha sido muchos años monopolizado por los hombres; sin embargo, las mujeres ya representan el 30 por ciento de la fuerza laboral de este sector, pero se inserta en condiciones de desigualdad”, afirma la coordinadora, Annelisse Meléndez.
Hay mujeres albañiles, pintoras y poco a poco van adoptando especialidades y son una competencia para la mano de obra masculina, lo que genera molestia en los hombres.
Red Habitad apoya hace ochos años a las mujeres constructoras y desde el año pasado tiene un acuerdo con la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) de reciente creación y la Alcaldía de El Alto, para organizar cursos de capacitación previstos para octubre.
“Es importante que las mujeres se inserten al mundo laboral, pero en condiciones de igualdad, igualdad de remuneración por igual trabajo en condiciones de seguridad ocupacional adecuadas, que no atenten contra su integridad física y su propia vida”, dice Meléndez.
Wara Vargas del Grupo de Mujeres Ixchel
EMPODERAMIENTO
El Fondo de Igualdad de Género de ONU Mujeres tiene un acuerdo con Red Hábitat para lograr el empoderamiento político y económico de las mujeres a quienes también se informa sobre sus derechos y beneficios a los que deben acceder como obreras.
“Es importante que las mujeres se inserten al mundo laboral, pero en condiciones de igualdad, igualdad de remuneración por igual trabajo en condiciones de seguridad ocupacional adecuadas, que no atenten contra su integridad física y su propia vida”, dice Meléndez.
Según el informe de la Red Hábitat, la construcción es uno de los sectores más dinámicos de la economía en el país. Reportó un crecimiento de 7.2 por ciento y está detrás del sector productivo.
“Es un sector que está generando riqueza y donde las mujeres pueden tener oportunidades laborales más adecuadas que dedicarse al comercio minorista”, opina Meléndez.
En el caso de las mujeres constructoras, se busca que accedan a los servicios de salud, que cuenten con un seguro de corto y largo plazo.
“Son esas las temáticas que abordamos para empoderar políticamente a las mujeres, dotándoles de todo el conocimiento en el marco de sus derechos, derechos civiles, derechos económicos sociales y culturales", dijo.
Hay mujeres albañiles, pintoras y poco a poco van adoptando especialidades y son una competencia para la mano de obra masculina, lo que genera molestia en los hombres.
Wara Vargas del Grupo de Mujeres Ixchel
VÍCTIMAS DE ACOSO LABORAL Y SEXUAL
Las mujeres que trabajan en el rubro de la construcción sufren de acoso laborar y sexual por parte de sus jefes, según denunció la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc).
Explican que los jefes, al no lograr su objetivo, las sancionan duplicando las horas de trabajo y las labores que tienen que hacer.
“En el momento del cobro, que a veces es quincenal en las obras grandes y el compañero que está encargado de llevar los registros con disimulo te invita a salir o viajar, pese a que tiene su esposa y te molesta, si no le haces caso, te mandan a hacer cosas más pesadas, es como que te quieren castigar, te quieren hacer salir del trabajo”, cuenta María Cruz, representante de la Asociación.
Recuerda el caso de una de sus compañeras que, por no aceptar la invitación de su jefe, fue destinada a otro trabajo, donde sufrió un accidente.
“Son cosas que nos afectan cuando queremos salir adelante porque algunas de las compañeras son madres solteras y estas cosas son un obstáculo para salir adelante”, dice Cruz al lamentar que no cuentan con el apoyo de otras instituciones para dar a conocer sus casos.
Asimismo, asegura las mujeres de la construcción también soportan la desigualdad en la remuneración y cita como ejemplo que un ayudante hombre gana Bs. 100, por determinado trabajo, mientras que a la mujer le pagan Bs. 80, pese a que realiza el mismo trabajo.
“Queremos sindicalizarnos porque hay mucha desigualdad contra nosotras, empezando desde los sueldos. Si vamos a seguir sometidas a los hombres, nunca nos darán espacio para ascender, ellos quieren que seamos peón o ayudante para siempre y no tengamos oportunidades para ser maestras de obra o contratistas”, dice Cruz.
CAPACITACIÓN
Aprovechando esta nota, la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico y la Red Hábitat, convocan a las damas alteñas a participar en el curso básico de construcción, sobre todo en el área de pintura.
Raúl Garay, titular de la Unidad de Productividad y Competitividad, informa que aproximadamente 35 mujeres serán capacitadas del 2 al 28 de octubre. Se les enseñará el trabajo en obra gruesa, fina, instalación eléctrica y sanitaria, entre otros.
Los cursos teórico-prácticos se desarrollarán en el auditorio de la Secretaría de Desarrollo Social, ubicado en la avenida 6 de Marzo, entre calles 5 y 6, número 701.
Por su parte, la representante de la Red Hábitat, Annelisse Meléndez, informa que esta institución realiza este tipo de trabajo con mujeres desde hace ocho años, apoyando su incursión en el rubro de la construcción.
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