Al final del camino hay una caja de acero inoxidable con una manija. Dentro de la caja hay un par de pequeñas mantas prolijamente dobladas para abrigar al recién nacido. La cálida temperatura del contenedor es tranquilizadora. En su interior también hay una carta con indicaciones de qué hacer si uno cambia de opinión.
Alrededor de dos veces al año, alguien -posiblemente una mujer- camina por esta recluida senda que conduce a la parte trasera del Hospital Waldfriede para dejar allí a un bebé nacido tal vez en secreto y pocas horas antes. Esta persona -posiblemente su madre- se marcha luego de allí. Ya no volverá a ver al recién nacido. Cuando éste crezca, no sabrá quién fue su madre. El proceso es secreto y anónimo. Nadie sabe quién dejó allí al bebé.
Polémica
El anonimato es precisamente el punto que critican aquellos que están en contra de este sistema que data del medioevo y que volvió a implementarse en los últimos 10 años.
Podrían ser padres inescrupulosos o incluso proxenetas que presionan a las madres para deshacerse del niño, dicen los críticos.
Según le dijo Kevin Browne, psicólogo de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, “una serie de estudios en Hungría muestra que no son necesariamente las madres las que abandonan a sus hijos en estas cajas, pueden ser parientes, proxenetas, padrastros o los padres. Por eso, la gran pregunta es si estas cunas están protegiendo los derechos de la mujer y si la madre del bebé está de acuerdo en que se lo dejé allí”, dice Browne.
Alternativa
En una de las cunas instaladas en Hamburgo, han dejado 42 bebés en los últimos 10 años. De las 17 madres contactadas por los organizadores del sistema, 14 volvieron por sus niños.
Steffani Wolpert, una de las mujeres a cargo del sistema en Hamburgo, cree que esto es mejor que nada.
“En 1999 cinco bebés fueron abandonados. Tres de ellos fueron hallados muertos. Reflexionamos sobre esta situación, por qué pasó y hallamos una nueva manera para que estos niños sobrevivan”, explica.
Sin embargo, estos argumentos no convencen al comité de la ONU ni a los críticos que siguen pensando que las cajas para recién nacidos son un regreso al pasado, cuando la iglesia contaba con un mecanismo similar para que las madres entreguen a sus hijos no deseados.
Maria Herczong, psicóloga del comité de la ONU, aseguró que tanto en el pasado, como ahora siempre ha habido una alternativa más apropiada y humana en estos casos: ofrecer más comprensión y ayuda a las madres que atraviesan circunstancias difíciles.
En 1999 cinco bebés fueron abandonados; tres estaba muertos.
Descubren el significado del “cri- cri” de los grillos
Según un estudio reciente, los grillos machos utilizan su repetitivo canto para atraer a potenciales parejas, de modo que cuanto más enérgica es la trova, mayor es el tamaño del grillo. En este caso a los tenores no les hace falta afinar la garganta: basta con frotar sus alas haciendo que produzcan una vibración resonante e intensa. En cierto modo, el mensaje que emiten es: “Estoy aquí y soy grande”. El sonido sirve para que las hembras localicen a los machos y les permite discernir si se trata de un individuo de gran tamaño. En este caso importa porque los mchos más grandes son mejores a la hora de buscar recursos en la naturaleza.
La iluminación azul en las calles disminuye el suicidio
Iluminar las calles con luz azul en lugar de blanca, naranja o amarilla podría reducir tanto el número de suicidios y crímenes. Aunque aún no hay suficientes estudios científicos que lo confirmen, diversas ciudades han decidido poner a prueba esta medida.
La empresa de Ferrocarriles nipona Central Nippon Expressway Co empezó a instalar el año pasado en Japón paneles tipo LED para proyectar luz azul en sus andenes, con el fin de hacer desistir a las personas de que intenten quitarse la vida lanzándose a las vías.
Hoy aseguran que, de momento, la medida ha reducido hasta un 20% la tasa de suicidios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario