“Durante diez años me torturó, aguanté por mis hijos y mi familia. La última golpiza fue mucho más grave y me amenazó con un cuchillo”, afirma Ana María Condori Choque, quien el 8 de abril, con la ayuda del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem) y su Observatorio Violencia, Feminicidio y Mujeres en Riesgo, interpuso una denuncia en contra de Paulino Huanca Andrade por los delitos de tentativa de homicidio, lesiones graves y rapto.
Ana María, quien conoció a su pareja a los 14 años, jamás sospechó que su vida sería un calvario. Un calvario que no culmina aún y que ahora depende de fiscales y jueces para que su vida cambie de curso, expresa la víctima.
La tortura, de acuerdo con su relato, se inició después de la muerte de su primer bebé. “Tenía larph’a, bichos en el cuerpo, y a los ocho meses falleció”, manifiesta la joven madre, vestida con un chamarra térmica de color rojo, el cabello recogido hacia atrás y la fotografía de sus cuatro hijos en la mano.
Recuerdo imborrable. Aún con las marcas en su rostro, una cicatriz de dos centímetros cerca del labio superior, relata que el último día que sufrió la golpiza, le solicitó a su exconcubino “que no la mate”, porque la amenazó de muerte si no volvía con él.
“El pasado 4 de marzo, ingresó a mi casa en forma violenta, no quiso salir. Posteriormente, lo dejé y me fui con uno de mis hijos. Cinco días después, volví, pero él me esperaba con un cuchillo en la mano y comenzó a golpearme. Me golpeó en la cara, el cuerpo y me pateó en reiteradas ocasiones el estómago. Después de una hora, logre huir y con ayuda de los policías fui internada en el Hospital Corea durante una semana”, recordó la víctima mientras la lágrimas mojaban su rostro hasta caer al piso.
Rapto. Durante el periodo en que demoró su recuperación, el hombre que, según Ana María Condori, intentó matarla en más de tres ocasiones, aprovechó su ausencia y se llevó a sus cuatro hijos, Anahí (10), Judith (8), Kenia (6) y Gerson (4), a la ciudad de Cochabamba, donde hace una semana fueron hallados por la Policía.
“Cuando salí del Hospital, ya no encontré a mis hijos, se los llevó. Los busqué durante dos meses hasta que un familiar me dio el paradero de los cuatro niños”, dijo señalando a cada uno de ellos en la fotografía que les tomaron en el Calvario en la población lacustre de Copacabana.
“La Virgen de Copacabana los cuidó y ahora espero que me los entreguen”, manifiesta la atribulada madre, mientras es consolada por la asesora jurídica y trabajadora social del Cidem.
Empresa. Ana María recordó que en los diez años de pareja, trabajó “de sol a sol”, instaló su propia microempresa, una fábrica de ollas. “Me presté dinero para comprar los equipos de un banco, yo lo pagué centavo a centavo, pero aún así el padre de mis hijos no estaba conforme. Teníamos obreros y el sólo se dedicaba a ver películas en casa. No le importaba nada y gastaba el dinero que ganábamos”.
Detenido. La juez Tercero Cautelar de El Alto, luego de escuchar los alegatos y la historia de la víctima, resolvió ayer la detención preventiva de Paulino Huanca en el sector de Chonchocorito en la cárcel de San Pedro.
La juez afirmó que el imputado podría influir en el desarrollo de las investigaciones y que las pruebas de los delitos por los que fue aprehendido podrían ser modificados.
En tanto, la Defensoría de las Niñez de El Alto gestiona el retorno de los cuatro menores que fueron llevados a Cochabamba.
En Bolivia, 51 mujeres mueren por violencia
El Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem) registró la muerte de 51 personas por violencia intrafamiliar e inseguridad ciudadana en Bolivia en el año 2011.
De acuerdo con la institución, otras 27 mujeres fueron víctimas por lesiones graves, gravísimas e intento de asesinato, en el primer trimestre de esta gestión.
Lourdes Peñaranda, responsable del Observatorio del Cidem, manifestó que 34 mujeres fueron víctimas por sus parejas o esposos, denominando a este hecho como feminicidio, y otras 17 por asaltos y robos en ciudades capitales, La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.
Peñaranda recordó que una mujer murió en El Alto después de ser torturada por su esposo con descargas eléctricas. “Murió electrocutada y su pareja fue imputada por asesinato”. En cambio Mary Marca, directora del Cidem, explicó que otro caso que impactó fue la tortura de una joven de 25 años en Cochabamba por parte de su expareja. El acusado ató a la mujer, le cortó el cabello, le rasuró las cejas y la golpeó.
La ira del hombre llegó al punto de tomar una pistola eléctrica para soldar cables, con la que grabó en el pecho de su víctima dos insultos, para luego exponerla a crueles toques eléctricos en sus genitales y a varias heridas de cuchillo en las piernas.
Para destacar
El agresor estaba casado con otra mujer, con quien tiene dos hijos, y es investigado.
La víctima fue extorsionada por un fiscal de El Alto para que prosiga el proceso.
Ana María vive en la zona de Ventilla, de El Alto, donde montó su propia fábrica de ollas.
Ella sola obtuvo un crédito de 10.000 dólares de una entidad financiera para su microempresa.
La familia de Ana María la hizo a un lado luego de que fuera internada en un hospital.
El Cidem apoya jurídica y socialmente a la víctima, para evitar que el proceso se dilate.
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