lunes, 31 de diciembre de 2018

Norma desconoce legítima defensa durante violación

María S. S. es una mujer campesina de una comunidad, a hora y media de caminata, del municipio rural de Pucarani, quien mató a su esposo luego de encontrarlo infraganti violando a su hija de 14 años. Castigada con detención preventiva en Obrajes y el reciente 24 de diciembre se dispuso su detención domiciliaria en su comunidad.

La dramática historia de María y su hija revela el hostigamiento de una comunidad a dos mujeres tras un hecho de violación y muerte del violador.

"Se despertó con los sollozos de su hija que estaba siendo violada por su marido borracho (…) María no se quedó petrificada, no se hizo la dormida, no fue cómplice de su marido violador; sino que se levantó, lo golpeó, lo estranguló, lo cargó en la carretilla y lo fue a botar a la zanja del camino, donde él murió congelado", detalló María Galindo, cofundadora de Mujeres Creando.

Detalla que de acuerdo al informe del médico forense y hablando con la niña, ella fue violada continuamente por su padrastro cuando la madre pastaba a sus vacas.

Su propia comunidad fue quien la entregó a las autoridades y la denunció, incluso revelan fueron quienes le despojaron de los papeles de su tierra.

Cuando Mujeres Creando se hizo cargo del caso, ella ya se había declarado culpable a sugerencia del abogado de defensa pública, quien según Galindo, ni hablaba aymara, el idioma de María, para entender lo que realmente había pasado.

Desde hace seis meses María estuvo recluida en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, mientras su única hija vive sola en su comunidad al cuidado de sus cinco vacas que son su medio de subsistencia.

“En el colegio ha sido hostigada mucho tiempo, no le hablaba nadie. La comunidad ordenó que la empresa, a la que vende, deje de comprarle leche, la verdad una situación muy dramática".

Después del hecho, la niña había decidido ya no asistir al colegio, pero gracias al apoyo de una profesora terminó el año escolar e incluso cobró el Bono Juancito Pinto para entregárselo inmediatamente a su madre.

A pesar de que ya no podía vender la leche a la empresa, se dio los modos para seguir haciéndolo mediante terceros.

El pasado lunes 24 de diciembre, la jueza Miriam Tarqui del Juzgado Segundo Anticorrupción y Contra la Violencia Hacia las Mujeres de El Alto fue quien otorgó a esta madre la detención domiciliaria para poder retomar sus actividades productivas en su comunidad rural y defenderse en libertad.

"Saldrá de la cárcel de Obrajes a la cárcel de la comunidad, donde enfrentará muchísimos problemas, donde un contexto machista y cruel probablemente no la deje insertarse, porque representaría un mal ejemplo".

Galindo confiesa que tienen temor por la seguridad de María y su hija una vez retorne a su casa, por esa razón hablaron con las dos hermanas de María para que de alguna manera la acompañen y protejan de cualquier hostilidad proveniente de su comunidad.

"María es para nosotras un gran ejemplo de legítima defensa de su hija y creemos que jamás debió ir a parar a la cárcel, pero estamos sumergidas en un sistema jurídico que no le ofreció protección, que no le ofreció un juicio justo, pero que sí la ha condenado", afirmó.

La dramática historia de María devela un vacío de la ley que fue creada para defender la integridad y la vida de las mujeres, la Ley 348. Ella fue recluida en el penal de Obrajes y en los últimos días recibió una orden de detención domiciliaria, porque mató a su marido cuando lo encontró infraganti violando a su hija de 14 años. Ese hecho no puede ser considerado como un acto de legítima defensa.

Por ese caso, María Galindo, líder de Mujeres Creando, dice que la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia N° 348 no considera actos de legítima defensa.

"Hicieron la Ley 348 a espaldas de mujeres como nosotras, que les habíamos pedido de rodillas poder participar, lo hicieron sin la participación de gente que sabe lo que pasa, porque nosotras estamos defendiendo al año a 2.200 mujeres en La Paz y 2.200 mujeres en Santa Cruz y sabemos cómo es", cuestionó María Galindo, cofundadora de Mujeres Creando.

Ante la ausencia de una figura jurídica acorde al hecho cometido por María, ella es acusada por el delito de homicidio por emoción culposa.

"Nos han pedido tramitación de arraigo, dos garantes y estamos todavía en los papeles y ella sigue en la cárcel de Obrajes. Estimamos que para el viernes (28 de diciembre) ella sea trasladada a su comunidad para cumplir la detención domiciliaria", detalló. Echo que no se confirmó en los recientes días. (urgentebo)

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