La necesidad de personal en las empresas, por la creciente demanda de productos en el plano internacional, ayudará a mejorar la situación laboral de las mujeres bolivianas, según la investigación realizada por el economista Oscar Molina Tejerina.
Bolivia es uno de los países que más avanzó en la inclusión de la mujer en la política; sin embargo, en rubros como el empleo, aún se ven desigualdades.
Según ONU Mujeres, a pesar de tener aspiraciones de mayor autonomía económica y física, las bolivianas muestran poco avance en temas de salud, empleo e ingresos. Es decir que ganan menos y acceden menos a empleos, en relación a los hombres.
El también vicerrector de la Universidad Privada Boliviana (UPB) explicó que uno de los temas que aborda "es el referido a las discriminaciones salariales que existen entre hombres y mujeres y cómo el comercio internacional, a través de la competencia, puede disminuir estas brechas salariales".
La investigación le permitió, al economista Molina, incorporarse como académico de número, a la Academia Boliviana de Ciencias Económicas.
repele el impacto de la globalización. Los resultados del trabajo de Molina, titulado "El Comercio Internacional, diferencias salariales no explicadas: Evidencia desde un Corte Transversal para Bolivia", se lograron a partir de la aplicación de modelos econométricos y microsimulaciones.
En el mismo, se señala que la creciente competencia internacional, la apertura comercial y la transabilidad en los mercados puede influir positivamente en la disminución de la discriminación salarial hacia la mujer, a pesar de que en Bolivia se hable mucho del impacto negativo de la globalización y del modelo de apertura de mercados. Este es un tema en debate, al igual que la imperfección de los mercados, sostuvo el autor del estudio.
La académica Beatriz Muriel, comentó que el modelo que utiliza Molina para referirse a las diferencias salariales entre hombres y mujeres es el adecuado para mostrar que mientras exista más competencia, mayor apertura en los mercados, eso derivará en que la discriminación por gustos, disminuya. “Es un modelo aceptado y oportuno”, comentó.
Añadió que este trabajo pone en evidencia que "el empresario, frente a menor competencia, tiene la potestad de pagar un salario diferenciado a hombres y mujeres, pero que sin embargo, en la medida en que la competencia aumenta los grados de libertad se reducen y se ven obligados a adecuar las reglas de juego", lo cual favorece a las mujeres.
El acceso a empleo permitirá no sólo reducir las desigualdades de género, sino mejorar las condiciones que tienen ellas y sus familias en cuanto a salud, educación y justicia.
LA INVESTIGACIÓN APORTARÁ PARA DEFINIR POLÍTICAS QUE APUNTEN A REDUCIR LA DISCRIMINACIÓN DE LA MUJER EN MATERIA SALARIAL.
Un método novedoso de análisis y estudio. Según el presidente de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, Enrique García Ayaviri, lo más relevante del trabajo presentado por Óscar Molina Tejerina es la utilización de modelos econométricos para llegar a las conclusiones sobre el empleo de las mujeres en el país.
Explicó que el tema de la discriminación, hasta ahora, no había sido estudiado con rigurosidad y, por tanto, es un importante aporte que, incluso, puede coadyuvar a la definición de políticas públicas.
La reducción de las brechas. Por otra parte, el economista Juan Antonio Morales, tras escuchar los alcances de la investigación de Molina, consideró que el mismo aporta al debate sobre las diferencias salariales entre hombres y mujeres, y que lo novedoso es que, aparentemente, la participación de mujeres en el comercio exterior es un factor que puede disminuir las brechas de desigualdad.
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