martes, 23 de octubre de 2018

Enriqueta Imaca: “Pasé de comer pan y piedra a irme a México, Miami y Panamá ”

En entrevista con Los Tiempos, la reconocida y emblemática dirigente de los comerciantes, Enriqueta Imaca, cuenta su vida. Según ella, de niña se alimentaba de “pan y piedra” o llevaba agua a las vendedoras a cambio de una verdurita, mientras que actualmente puede darse el lujo de viajar a México o Miami. Dueña de varios negocios y propiedades, dice que todo es fruto de su trabajo y habilidad, y acusa a las autoridades de turno de extorsionar a los comerciantes.


Mientras camina por la calle, muchas personas la identifican y la saludan. Su liderazgo en los mercados de Cochabamba y la fortuna que creó la hicieron famosa. Sin embargo, a Enriqueta Imaca le cuestionan las alianzas políticas que tuvo en el pasado y que presuntamente le sirvieron para prosperar.

La secretaria ejecutiva de la Federación de Gremiales, Artesanos, Comerciantes Minoristas, Vivanderos y Ramas Anexas del departamento de Cochabamba, Enriqueta Imaca, contó sus inicios a Los Tiempos. Sólo cursó hasta el quinto curso y recuerda con lágrimas que a veces sólo comía pan, pero ahora se va de viaje a México, Miami y Panamá.

-¿Cómo son sus inicios en el comercio?
-A mis siete años, mis padres se separaron. Me quedé con mi mamá, estudié hasta el quinto curso y luego tuve que abandonar la escuela. Desde entonces comencé a trabajar (…) Ofrecía agua limpia para que tomen las vendedoras y, a cambio, me daban un tomatito, una verdura, y eso llevaba para que comamos. Luego comencé a vender en la Calatayud y nos movían a La Pampa.

-¿Cómo era el mercado cuando usted empezó?
-Nadie quería ir a La Pampa porque era todo tierra y, cuando llovía, se convertía en lodo. No teníamos nada. Estaban las productoras de chicha, vendían chanchos, ovejas. Estaban los peluqueros y, cuando venía el viento, toda la comida se llenaba de pelos. Mi esposo, Juan Carlos Herrera, ya era dirigente.

-¿Cómo llega a la vida de dirigente?
-Comencé como vocal. Nos movíamos para conseguir ripio y alguna forma de tener mejores condiciones para las comerciantes. En ese entonces, la vida sindical era bonita. Hacíamos confraternizaciones, bailábamos, comíamos. No como ahora, que hacen daño a la gente.

-¿Cómo era la relación con las autoridades y alcaldes?
-Nos movíamos para tramitar tinglados, autorizaciones provisionales y otros. A cambio de algunas mejoras para los mercados, apoyábamos al alcalde de turno. Primero con Humberto Coronel, luego estaba este señor del MNR y así sucesivamente. Con Manfred Reyes Villa tuvimos la posibilidad de tener los títulos de propiedad del mercado, pero ahí nació Ronald Durán, quien paralizó todo, porque se opuso a esa compra de terrenos.
Luego me llamó el licenciado Chaly (Gonzalo) Terceros para construir un mercado en La Pampa y yo le dije que las comerciantes no iban a querer, mejor una cúpula para dar condiciones a los vendedores y clientes, pero nada.

-Se habla mucho de su fortuna. ¿Cómo responde a quienes señalan de que es por algo ilegal?
-Han creado una cadena de dirigentes con la anterior Intendenta para buscarme todo, pero ellos son los maleantes. Resulta que para un cambio de nombre cobraron desde 3.000 hasta 15.000 dólares a las comerciantes. Para dar certificados igual, según el valor del puesto.

Para mí, lo más importante es dejar mi nombre. Decidí hacer el “Molino El Gallo”. Quería hacerlo bien, sabía que iba a ganar mi platita, me ofrecieron un préstamo y acepté. Pero lo más importante era ser recordada.

En el banco me ofrecieron un préstamo de 297.000 dólares por los movimientos económicos que realizaba. Con 230.000 compré mi casa de la Lanza, con 30.000 construí una galería. Comencé a tener ingresos. Luego de un año del Molino, vendí los puestos por 38.000 dólares. Y vendí otros que yo tenía por 75.000.

Luego me compré mi casa en Quillacollo, que es Villa Bonita. A veces la presto para eventos. También me compré dos terrenos que los hice construir directo hasta mi casa como una galería. Todo lo que tengo lo gané trabajando y pensando. Si esta cabeza no fuera mía, me la compraba.

-¿Le investigaron?
-Me hicieron una investigación de fortunas. Demostré que todo era fruto de mi trabajo y en todas las compras y ventas que hice pagué mis impuestos al precio real. Es más, tengo una deuda de 500.000 dólares al banco.

-¿Cómo es la relación con los intendentes?
-La señora que ha salido ha dejado el precedente de ser la peor intendenta, esto por todo el daño que ha hecho. Nosotros, como comerciantes, no podemos pedir que pongan a alguien, eso sería ser juez y parte, pero tampoco puede ser alguien que lastime. Todo lo que me han hecho a mí y a otras personas lo están pagando y les falta mucho todavía por pagar. Diosito y la Virgen se van a encargar.

-¿Dónde desea llegar?
-Yo quiero seguir trabajando, eso es mi vida. Quiero cerrar mi ciclo dejando siete mercados con seguridad para el vendedor como para el cliente. Mi deseo es dejar algo bueno a la ciudad. Ya he ganado mi platita. He pasado de comer un pan y piedra a irme a México, a ver a la Virgen, Miami y Panamá.

Las frases

"A veces mis hijos me dicen que ya deje el mercado, pero yo les digo: Gracias a eso te has vestido, has comido y eres profesional. Yo no quiero dejar de trabajar, es todo lo que me gusta".

"Todo se lo debo a que hice funcionar mi cabecita. Si no fuera mía, me lo compraría. Hay que saber analizar y ver las oportunidades que se tienen para hacer negocios. Así nomás salí adelante".

"Quiero cerrar mi ciclo dejando siete mercados. Pero quiero diseñarlos yo, como sé que deben ser para tener clientes con comodidad y que las comerciantes vendan con seguridad".

Enriqueta Imaca
Sector: Ejecutiva de la Federación de Gremiales, Artesanos, Comerciantes Minoristas, Vivanderos y Ramas Anexas
Vida sindical: 30 años
Lugar de nacimiento: Cochabamba
Hijos: Nueve, 22 nietos y cinco bisnietos
Rubro: Empezó vendiendo ropa usada

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