martes, 25 de abril de 2017

Miedo a denunciar acoso todavía afecta a concejalas

En un país como Bolivia, en el que la participación política de las mujeres gana espacio, el acoso, la discriminación y el miedo a denunciar, todavía afectan a las concejalas chuquisaqueñas.

Según datos oficiales del Gobierno, divulgados el año pasado, Bolivia es el segundo país del mundo con más presencia de mujeres en los distintos niveles de decisión política, sólo detrás de Ruanda (África).

De hecho en la Asamblea Legislativa las mujeres tienen una participación mayoritaria, de 63 diputadas (51 por ciento) frente a 60 diputados (49 por ciento). La Cámara Alta está conformada por 16 senadoras (44 por ciento) y 20 senadores (56 por ciento). Su presencia también es considerable en las Asambleas Legislativas Departamentales y en los Concejos Municipales, igualmente hay varias alcaldesas.

Sin embargo, ¿el ejercicio efectivo de sus funciones es posible?, ¿se respetan sus mandatos? y ¿partidos políticos y hombres reconocen a la mujer en la función política?. Estas y otras preguntas fueron trasladadas a las actoras por CORREO DEL SUR, en ocasión de un taller organizado esta semana por el Tribunal Electoral Departamental (TED) en Sucre.

Muchas de las entrevistadas admitieron que el miedo las domina al momento de sentar denuncias formales de acoso político ante instancias competentes; su reproche, cuando sale, se queda en la palabra. Hay testimonios vivos de cómo en la actualidad ejercen la función pública.

“El acoso político se hace presente en quejas, entrevistas, comentarios, pero no se presentan denuncias formales escritas”, reconoce la presidenta del TED de Chuquisaca, Olga Mary Martínez.

“Este es un escenario donde se pueden compartir experiencias, se pueden presentar casos, pero ya cuando lo tienen que hacer de manera personal e individualizada no se animan a presentar una denuncia escrita; no hemos tenido nosotros estos últimos meses denuncias escritas, sino simplemente comentarios, quejas, o entrevistas personalizadas, donde nos comentan las dificultades que están atravesando”, explica la autoridad.

Hablando del evento también, la presidenta de la Asociación de Concejales de Bolivia (ACOBOL), Zulema Serrudo, valora el encuentro porque permite hacer “un análisis de cuánta participación realmente existe como mujeres”.

“Evidentemente como es una Ley, el tema de la paridad y alternancia que sí o sí se debe respetar, está claro”, define Serrudo.

Lidia Sardán, cabeza de la Asociación de Concejales de Chuquisaca (ADECOCH), coincide con Martínez e indica que “todavía existe ese (espacio) de dejarles a un lado a las mujeres que tal vez por poca formación que han recibido –muchas apenas pueden escribir–, entonces todavía existe ese distanciamiento o no dejarles opinar simplemente“.

“En todos los Concejos siempre hay personas que tal vez hemos salido de nuestra organización y lo único que hemos recibido es la formación orgánica, pero hay otras personas profesionales; hay esa dificultad, esa diferencia, que muchas veces no nos aceptamos con las limitaciones de educación que tenemos”, agrega Sardán.

Asimismo, María Teresa Cano, presidenta de la Comisión de Ética de la ADECOCH, cuenta que en los últimos meses “se ha recibido muchas denuncias (no formales) y poco o nada se puede hacer, esperemos que con estas intervenciones, con la participación de otras autoridades, se puedan crear alianzas para que veamos mecanismos de solución a estos problemas que actualmente algunas concejalas están afrontando en sus municipios”, aclaró.

DENUNCIAS DE CONCEJALAS

En su lengua materna, el quechua, la concejala del municipio de Poroma, Sixta Esquivel Rojas, afirma que hay discriminación, a las mujeres les “hacen llorar”, porque en algunos casos están incursionando en la vida política por primera vez.

“Sí, porque somos mujeres y otros son concejales varones nos discriminan y otros nos humillan, nos hacen llorar, los concejales, colegas; otros por primera vez están pisando la (arena) política por eso nos discriminan, es una preocupación para las mujeres”, confiesa Esquivel Rojas.

“Nosotras opinamos como mujeres, es por eso que no nos valoran mucho”, interpreta.

Por otra parte, Cano, que también es concejala de Camargo, cuenta que anteriormente trabajaba en el centro de educación y desarrollo de la mujer AYNI y que “gracias a este trabajo” le invitaron a ser partícipe de reuniones para la elección de candidatas para “concejalas por la oposición”.

“Me he sentido realmente discriminada, el trabajo que tenía planificado hacer en esta gestión lamentablemente se ha visto truncado, no he podido hacer mayor actividad que las que tiene ya planificada en la defensoría (DNA) y el (SLIM)”, dice la Concejala.

Ella manifiesta que “en estas reuniones donde participé me di cuenta de que en entre las mismas mujeres existe esa pugna de querer ocupar un espacio dentro del ámbito político. Y hacemos hasta cosas muy bajas para desacreditar a las mismas mujeres, de parte de las mujeres que también en ese momento eran postulantes digamos a esta primera concejalía”.

Su experiencia es casi insólita. Al parecer haber ganado la candidatura a primera concejal fue el principio de una lucha que aún hoy sostiene.

“Desde ahí empezó la lucha contra mi persona, queriéndome desprestigiar y un montón de problemas que acarrea (la pugna fue) de parte de las mujeres que también en ese momento eran postulantes a esta primera concejalía”, recuerda la mujer.

Indica también que no sólo es el hecho de que las discriminen y no sean parte de una comisión de trabajo, sino que en su propia fuente laboral (Concejo Municipal) “se te excluya, se te discrimine y sobre todo como nosotras decimos la famosa ley del hielo”.

Cano, con lágrimas en los ojos, dice que muchas veces “como que te dan ganas de salir corriendo, esconderte en el baño y ponerte a llorar”.

“Donde ni siquiera la asesora, la secretaria o el asesor, te responden el saludo”, precisa.

Finalmente revela que fue “esa la situación que lamentablemente yo he sufrido, he vivido y me imagino que las demás concejalas, sobre todo de oposición, han vivido en este tiempo que estamos como autoridades en nuestros municipios, alguna de ellas han llegado a renunciar, porque no han podido sobrellevar esta situación”.

Asimismo, dijo que “estos son retos, son obstáculos que todos los días vamos a encontrar en esta lucha, porque el que seas de oposición o seas de oficialismo no va influir mucho, lo que va influir es la condición de mujer que tenemos nosotras”.

FIRMA DE CONVENIO

En el marco del encuentro, el pasado jueves se firmó un convenio interinstitucional para desarrollar programas de capacitación y educación ciudadana, orientados a proporcionar talleres en democracia intercultural, democracia paritaria, en procesos, derechos electorales y derechos políticos, tanto en mujeres como en todos los extractos sociales.

“Es un documento que nos va a permitir trabajar con los diferentes municipios, de tal suerte que el Tribunal Departamental, a través de sus Vocales y el personal técnico, también pueda estar presente en los diferentes municipios de Chuquisaca”, detalla Martínez.

En la declaración final del evento, entre otros puntos, las concejalas chuquisaqueñas se comprometieron a estudiar la Ley 243 (Contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres) y su Reglamento.

“Lo importante en este caso es que hemos contado con concejales que están comprometidos con aplicar la Ley 243 y evitar actos de acoso y violencia política y más bien trabajar de manera coordinada y complementada con los hombres concejales y los varones que son autoridades políticas”, cierra Martínez.

Dificultad

Lidia Sardán

Presidenta de ADECOCH

"En todos los Concejos siempre hay personas que tal vez hemos salido de nuestra organización y lo único que hemos recibido es la formación orgánica, pero hay otras personas profesionales; hay esa dificultad, esa diferencia, que muchas veces no nos aceptamos".

Humilladas

Sixta Esquivel

Concejal de Poroma

"Sí, porque somos mujeres y otros son concejales varones nos discriminan y otros nos humillan, nos hacen llorar, los concejales, colegas; otros por primera vez están pisando la (arena) política por eso nos discriminan, es una preocupación para las mujeres”.

Discriminada

María Teresa Cano

Concejal de Camargo

Principalmente también me he sentido discriminada y esa denuncia la he hecho dentro del Concejo Municipal y también por los medios de comunicación ya que mi persona ha sido obviada de estar en estas condiciones de trabajo”.

Realidad

Olga Mary Martínez

presidenta del TED

No se animan a presentar una denuncia escrita; no hemos tenido nosotros estos últimos meses denuncias escritas, sino simplemente comentarios, quejas, o entrevistas personalizadas, donde nos comentan las dificultades que están atravesando".

Datos del año 2010

Hace siete años, el número de casos de acoso y la violencia política de los hombres hacia las mujeres en los concejos municipales, era alarmante y expresaba la persistencia de valores patriarcales y prácticas discriminatorias que obstaculizaban la actuación de las mujeres en los ámbitos de toma de decisión e impedían el ejercicio de sus derechos políticos en igualdad de condiciones, según el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer.

En menos de un año de gestión, del mes de junio del año 2010 a abril de 2011, la Asociación de Concejalas de Bolivia (ACOBOL) conoció 16 casos de acoso y violencia política en razón de género, cometidos contra concejalas de los diferentes municipios del país, cabiendo considerar la posible existencia de otros casos no denunciados por el temor a represalias.

Entonces, la ACOBOL advertía que en varios municipios del país los hombres se molestaban con las mujeres políticas y las amenazaban y/o agredían por realizar observaciones o solicitar información precisa para aprobar resoluciones referentes a temas de gestión.

“Es constante el acoso y violencia política hacia las concejalas mujeres por el hecho de ejercer su rol de fiscalizadoras de la gestión municipal, tal como establece la ley de Municipalidades en su Artículo 12”, concluía.

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