lunes, 5 de diciembre de 2011

30 años después de su muerte, Natalie Wood vuelve a ser NOTICIA

30 años después de su muerte, Natalie Wood vuelve a ser NOTICIA después que la policía reabrió para la investigación el caso misterioso de su muerte

Natalie Wood sentía terror por el agua. A los 11 años, filmando The Green Promise, fue lanzada desde un puente durante una escena y casi se ahoga. El incidente la dejó marcada. Treinta y dos años más tarde, Wood murió al caer al océano cerca de Catalina Island en California.

Fue una de las pocas actrices infantiles que hizo una transición, un poco problemática, a estrella de cine adulta. Ella tenía belleza y talento, pero abusó del alcohol, intentó suicidarse y a los 43 años, llegó su muerte.

La historia que rodea la muerte de Wood ha sido uno de los grandes misterios de Hollywood, pues ella iba a reaparecer en el cine en la muy promocionada película de ciencia ficción

Brainstorm, y estaba en su yate con su marido Robert Wagner, y su coestrella Christopher Walken.

Wood había sido una gran estrella durante décadas, logrando altas recaudaciones en taquilla y nominaciones al Oscar. Entre sus películas estuvieron algunas de las más grandes y más influyentes cintas de la década de los 50 y 60, como Rebelde sin causa, West Side Story y Bob & Carol & Ted & Alice.

Niña de Hollywood

Wood nació en San Francisco como Natalia Nikolaevna Zakharenko, hija de inmigrantes rusos en 1938. A los cuatro años tuvo un pequeño papel en Happy Land de 1943. Su madre, quien pretendía que su hija entrara al negocio del cine, mudó a la familia a Los Ángeles, y la joven Natalia, rebautizada Natalie Wood por el estudio, obtuvo un papel en la película de 1946 de Orson Welles, Mañana es para Siempre.

Desde finales de los años 40 hasta mediados de los 50, fue una de las artistas infantiles más activas en el cine. Durante varios años fue conocida como la creyente en Santa Claus de la película Milagro en la Calle 34 donde actuó junto a Maureen O’Hara y Gwenn Edmund.

Más tarde, echó una mirada a sus años de infancia con un poco de dolor y furia.

“Pasaba casi todo mi tiempo en compañía de adultos. Yo era muy retraída, muy tímida, hacía lo que me decían y trataba de no decepcionar a nadie. Sabía que tenía un deber que cumplir, y estaba capacitada para seguir órdenes”, dijo una vez. Su relación con su madre a menudo fue amarga.

Una vida glamorosa

Fue en el filme Rebelde sin Causa (1955), también protagonizada por James Dean, que Natalie se convirtió en estrella para papeles adultos. La película presentaba a Woods como la novia del angustiado Jim Stark, en el papel que convirtió a Dean en un símbolo generacional. Wood fue nominada a un Oscar como mejor actriz de reparto por su actuación.

Pero fueron dos películas de 1961, la versión cinematográfica de la exitosa obra de Broadway West Side Story y la tragedia romántica Splendor in the Grass, las que la convirtieron en una estrella de cine de primer nivel.

La prensa le prestó atención. Wood tuvo glamour de sobra, era a menudo señalada, junto con Elizabeth Taylor y Sophia Loren, como una de las actrices más bellas de Hollywood. También tenía un fotogénico matrimonio con el guapo Wagner, con quien se había casado en 1957 cuando tenía 18 años. El matrimonio, aunque fue uno de los más célebres, no duró mucho y la pareja se divorció en 1962. Ella se casó con su segundo esposo, el agente Richard Gregson, en 1969. La pareja tuvo una hija, Natasha.

Hubo algunos momentos oscuros; Wood intentó suicidarse en 1966 pero en general ganó confianza como actriz en los años 60. Fue nombrada Estrella del Año por los propietarios de cines y apareció en una serie de películas populares como Gypsy, Sex and the Single Girl y The Great Race.

A pesar de que rechazó algunos papeles desafiantes, se recuperó con la comedia de intercambio de esposas Bob & Carol & Ted & Alice.

Sin embargo, a excepción de un puñado de papeles, Bob, Carol también marcó el final de un capítulo en la carrera de Wood en el cine. Se divorció de Gregson en 1972 y se volvió a casar con Wagner.

Según varias fuentes, ella y Wagner tuvieron un matrimonio más fuerte la segunda vez. Tuvieron una hija, Courtney, y se destacaron como una de las parejas poderosas de Hollywood.

Misterioso final

Brainstorm, el filme que relanzaría la carrera de Woods, estuvo plagada de problemas de producción y comenzaron a circular rumores sobre

Woods y su relación con Walken. Wagner tenía sospechas.

“Era consciente de que no tenía toda su atención”, escribió Wagner en su libro de memorias de 2008. “Ella estaba más involucrada con la película que con su familia, y se me ocurrió la idea de que Natalie era emocionalmente infiel”.

Durante las vacaciones de Acción de Gracias, Wagner y Wood invitaron a Walken a descansar en su barco, Splendour. El resto quedó perdido en el agua turbia de la costa de California el 29 de noviembre de 1981, cuando murió Woods a los 43 años.

Wagner guardó luto por la muerte de Wood durante años antes de casarse con Jill St. John, una de las mejores amigas de Wood.

Aunque su imagen se ha desvanecido en comparación con la de algunos de sus contemporáneos, ella es admirada por las actrices jóvenes.

“Seamos realistas, la actuación no es importante. Einstein es importante. Jonas Salk es importante. Sé que no van a enviar mi última película en una cápsula del tiempo”, dijo una vez. Lo que quería, al parecer, era más de la vida. Antes de su muerte, dio una entrevista y se le preguntó si estaba satisfecha. Después de todo, tuvo dos hijas, un marido estupendo, fama, dinero y belleza. ¿Qué más podía pedir?
Ella no dudó: “Quiero el ayer”. /

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