De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Información en Salud (SNIS) el departamento de Pando es la región con más elevado índice del país sobre maternidad infantil.
Las agresiones sexuales seguidas de embarazo en mujeres adolescentes tienen consecuencias físicas, emocionales, sociales, poniendo en riesgo la salud y en muchos casos la vida misma de las víctimas.
PRIMER EMBARAZO
Según refiere la denuncia, a finales de la gestión 2013 Julio Rodríguez Nina, de 27 años, habría abusado en reiteradas ocasiones a la niña de 11 años, en circunstancias que la madre y su esposo salían de su domicilio muy temprano a cumplir con su trabajo, mientras el denunciado se quedaba al cuidado de los hijos de su vecino, toda vez que era considerado como un familiar de confianza.
Transcurrido cinco meses, la menor se sintió con varias dolencias y sus padres la llevan a un centro de salud. Después de varios análisis, los médicos diagnosticaron que la niña estaba embarazada de 5 meses. Sorprendida por el informe, la menor revela a su madre los ataques sexuales del cual fue víctima por su vecino.
Con el embarazo complicado, dolencia de pulmones y otros efectos, la niña se vio obligada en abandonar sus actividades educativas en Cobija. Los progenitores decidieron trasladarla hasta la ciudad de Cochabamba, a un hospital de tercer nivel, para una atención médica especializada, meses después se realizó el proceso de parto.
El caso se encuentra en etapa de acusación radicado en un Tribunal de Sentencia del Distrito Judicial de Pando. En primera instancia, el imputado Julio Rodríguez Nina estaba declarado rebelde, tras que conoció la denuncia se habría dado a la fuga, al interior del país. Meses después retornó a la capital pandina y en fecha 29 de junio de 2017 se ejecutó el mandamiento de aprehensión. En una audiencia de medidas cautelares el Tribunal ordenó la detención preventiva en el penal de Villa Busch, por el presunto delito de violación agravada.
SEGUNDO EMBARAZO
El 27 de octubre de 2016, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia registró una denuncia en contra de Viviano Ochoa Apaza, por el delito de violación agravada. El director de un centro educativo de Cobija puso a conocimiento de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia una presunta violación a una de sus estudiantes por parte del padrastro.
Durante la entrevista psicológica, la menor reveló que tiene dos hijos producto de violaciones. Un niño para su vecino y una niña para su padrastro. La víctima señaló que fue sometida a los vejámenes desde sus 10 años, sin embargo, no avisó a su madre por amenazas, en sentido que si hablaba le pasaría lo mismo a sus hermanos menores y estaba en riesgo la vida de su madre.
Tras enterarse de la denuncia, el padrastro de la menor Viviano Ochoa Apaza se dio a la fuga. A la fecha, el imputado tiene una orden de aprehensión por la comisión del delito de violación agravada. Presuntamente se desconoce su paradero. (Erbol)
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