lunes, 23 de mayo de 2016

Mirtha Cuba asegura que fue bendecida en diez oportunidades

Su rostro se ilumina al mencionar los nombres de sus diez hijos. Mirtha Cuba de Farfán, de 58 años, esboza una tímida sonrisa y afirma que fue bendecida por Dios en una decena de oportunidades.

Gerardo, el segundo de sus descendientes, apunta que de su madre atesora solo buenos recuerdos. Por ejemplo, que ella siempre les alentaba, y lo sigue haciendo, a seguir adelante, pero no solo con palabras sino también con hechos.

Recuerda, por ejemplo, que cuando salían a jugar sin permiso, ella les escondía de su papá para que no les castigue.

“Ella evitó siempre que nos dediquemos a la mala vida, a las bebidas. Estamos bien encaminados gracias a sus consejos”.

PARTOS FÁCILES

Mirtha confiesa que no había planificado tener una familia tan numerosa, pero en ningún momento se arrepintió. Al contrario, se siente una madre afortunada cuando recibe el calor de todos sus hijos y sus ocho nietos.

No obstante, su familia podía haber sido un poco más grande. Uno de sus hijos, Alejandro, murió cuando tenía apenas seis meses, iba a ser el noveno de los hermanos.

Rememora que tuvo partos bastante fáciles, a tal extremo de que dos de sus hijos nacieron antes de llegar al hospital.

Alentada por su novena hija, Nataly, esta madre se anima a contar una de las anécdotas más interesantes de su vida.

Cuando empezó a sentir los dolores del parto, de su hija Nataly, Mirtha se dirigió a una clínica que funcionaba a pocas cuadras de su vivienda. Pero como en este establecimiento de salud no había espacio para internarla, decidió ir a otra. Al bajar del trufi, su hija cayó y apareció en el suelo, cubierta de arena.

El médico de la clínica apareció en la puerta y auxilió de inmediato a la paciente, internándola.

Situación similar ocurrió con su quinto hijo, Robert, a quien también, según sus palabras, derramó en la puerta de la Caja Nacional de Salud. Su esposo, David, le había llevado hasta el hospital del kilómetro cinco de la avenida Blanco Galindo.

ANTES ERA MÁS FÁCIL

Mirtha se casó con su esposo, David, cuando tenía 18 años y quedó embarazada de su primogénito, Miguel, un año después de su matrimonio.

Sus hijos son Miguel, de 39 años, Gerardo (37), David (35), Claudia (33), Robert (31), Mariela (29), Gustavo (27), Luis (25), Nátaly (22) y el menor Juan Pablo (20).

Señala que no tuvo grandes dificultades para educar a sus hijos “porque antes la vida era más fácil” y más barata.

Su esposo tiene un taller para reparar motocicletas, en su vivienda, actividad que les permitió tener los recursos necesarios para alimentar a sus diez hijos, hacerles estudiar y brindarles todas las comodidades posibles.

Mirtha resalta que el apoyo de su esposo fue fundamental en la educación de todos sus hijos.

“Mi esposo es quien más ha trabajado y junto con él hemos logrado sacar a todos adelante”.

En medio de las motos que repara su esposo, en el taller que administran desde que contrajeron nupcias, Mirtha dirige su atención hacia uno de sus nietos para pedirle que tenga cuidado.

Ella está siempre pendiente de sus nietos y confiesa que es una doble alegría verlos jugar y crecer.

Claudia, la mayor de sus hijas, califica a su madre como una mujer muy valiente por haber tenido diez hijos y haberlos educado de la mejor manera posible.

“Nos ha llegado a criar a los diez sanos y fuertes. A lo mucho alguno se resfriaba, pero por lo general no llegábamos al hospital”.

Esta madre trabajó en la hilandería Sendtex para ayudar económicamente en el sustento de su familia. Gracias a que era parte de esta empresa, Mirtha estaba asegurada en la Caja Nacional de Salud, donde nació la mitad de sus hijos.

Después decidió dejar el trabajo para dedicarse íntegramente a la educación de sus retoños.

HEREDABAN ROPA

Claudia explica que la ropa que utilizaban sus hermanos mayores, especialmente los dos primeros, la heredaban a los menores, incluso hasta el quinto o sexto de ellos.

Heredar la ropa entre hermanos fue siempre una gran ayuda para esta familia, porque les ayudaba a ahorrar dinero.

DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Salía con sus hijos con un rol de turnos

Debido a que su familia era y es numerosa, las salidas de Mirtha con sus hijos eran por turnos.

Gracias a que se organizaba de esta manera, los paseos con ellos no eran muy complicados. Los mayores preferían quedarse en su casa o ir con sus amigos, dejando solo a los más pequeños con sus padres en las excursiones.

La mayor ayudaba a cuidar a los menores

Claudia, la mayor de las hijas de Mirtha Cuba, fue un gran puntal en el cuidado de sus hermanos menores. Se ocupaba de ellos cuando su mamá salía a realizar alguna tarea.

Además de atender a sus hermanos, ella cocinaba.

Claudia tiene actualmente dos hijos, el mayor de siete años, Mijael, y el menor, Rudy, de cuatro.


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