lunes, 2 de mayo de 2016

El rol de la mujer rural dentro de la Economía Plural y Comunitaria



El enfoque de Economía Plural que ha adoptado Bolivia dentro de la nueva Constitución Política del Estado se basa en un modelo económico social comunitario productivo, que reconoce cuatro actores fundamentales: Estado, sector privado, cooperativas y comunidades. Este último es el generador de la economía comunitaria y se asienta en los sistemas de producción y reproducción de la vida social, además de en los principios y visión de los pueblos indígenas originarios y campesinos.

Dentro de la Economía Comunitaria se encuentran reconocidas organizaciones productivas, tales como las Organizaciones Económicas Campesinas, Indígena Originarias (OECAS) y las Organizaciones Económicas Comunitarias (OECOM), con el encargo social de realizar una integración de la agricultura familiar sustentable y aportar a la soberanía alimentaria, generando al mismo tiempo ingresos y empleo que mejoren las condiciones de vida de las personas.

En este contexto, es fundamental reconocer, por un lado, el papel que juega la mujer rural dentro de todas estas nuevas formas de organización económica comunitaria, y por otro, su rol en la toma de decisiones y en la producción y generación de ingresos para el sustento de sus comunidades y hogares.

Según reportes de la Organización de Naciones Unidas, las mujeres rurales en Bolivia representan el 43% de la mano de obra destinada a labores agropecuarias, transformación primaria, agricultura familiar, artesanía con identidad cultural y turismo solidario comunitario.

El 15 de octubre del año pasado, recordando el Día Internacional de la Mujer Rural, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo se destacó que dentro del territorio nacional existen más de 60.000 pequeñas productoras, que practican la agricultura familiar y movilizan el circuito económico del área rural.

Dentro del municipio de Monteagudo, según datos proporcionados por el Ing. Isaac Guarachi de la Unidad de Promoción Económica (UPEM), las mujeres rurales están organizadas económicamente en 15 asociaciones que se dedican a la crianza de animales menores, cultivo de hortalizas, frutas, manufactura y transformación primaria, representando aproximadamente el 20% del total de todas las organizaciones económicas campesinas establecidas a nivel municipal.

De la misma manera, resaltó el liderazgo que ocupan las mujeres en los espacios de dirección y decisión en todas las OECAS dentro del municipio, puesto que por lo general son ellas las que asisten a reuniones, generan ideas y asumen las decisiones con perseverancia y objetividad.

Tomando en cuenta esta nueva realidad, que abre oportunidades para las mujeres rurales, serán los gobiernos autónomos municipales los llamados a realizar actividades concretas que promuevan y fortalezcan el potencial económico y productivo que representa el trabajo de la mujer dentro de las comunidades.

De la misma forma, se deberán asumir políticas públicas municipales enmarcadas en los modelos de Economía Plural para empoderar a la mujer rural en aspectos económicos, sociales y productivos, e integrarla al motor de desarrollo económico productivo municipal. Esto, de alguna forma, brindará legitimidad al papel que desempeña la mujer rural dentro de la agricultura familiar sustentable, la soberanía alimentaria y la preservación del medio ambiente.

Tomando en cuenta esta nueva realidad, que abre oportunidades para las mujeres rurales, serán los gobiernos autónomos municipales los llamados a realizar actividades concretas para promover y fortalecer el potencial económico y productivo que representa el trabajo de la mujer dentro de las comunidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario