lunes, 10 de noviembre de 2014

Dos crueles feminicidios golpean a Cochabamba

Lo confesó todo. La madrugada del sábado abusó de ella, la estranguló, cercenó su cuerpo y trató de ocultarlo como si nada hubiera pasado. Luis García Coria, un hombre de 21 años, que trabajaba como portero del edificio Las Gemas de Cochabamba, condujo con engaños a María Sonia Vásquez Tomás, una trabajadora del hogar de 27 años, nueva en el edificio. Allí la atacó. Casi en simultáneo, solo que en un recóndito lugar de Quillacollo, Julián Flores Jañita daba muerte a punta de golpes a Juana Montaño Cruz, su pareja, a quien torturó tres días y cuyo cuerpo ocultó hasta ayer, cuando quiso enterrarlo.

Así lo relató el ministro de Gobierno, Jorge Pérez, perceptiblemente impresionado por la violencia aplicada por estos dos feminicidas. “La Policía felizmente ha esclarecido el hecho, pero no le devolvemos la vida a la víctima”, protestó el ministro, jefe de la seguridad del país, al presentar a García Coria.

Los dos feminicidas fueron presentados por la Policía al final de una semana que cierra cargada de noticias de violencia contra la mujer en el país, con asesinatos, un diputado acusado de agresor y una alerta del defensor del pueblo, Rolando Villena, sobre ‘depredadores’ sexuales que atacan a menudo en las regiones del eje central.

Otro sereno que mata
García Coria fue contratado como vigilante del lugar donde cometió el crimen. Según el ministro Pérez, el asesino relató haber atacado a María tres veces, pero ella seguía con vida a las 6:00 del sábado. Fue cuando ella le advirtió que lo denunciaría que decidió estrangularla. Todo lo demás ya se conoce.

“Caso que se relacione con abuso, con golpes, con violencia sicológica o física en contra de las mujeres, no lo vamos a tolerar”, recalcó el ministro, que exigió a la Fiscalía un juicio abreviado de una sola audiencia y una condena de 30 años, sin derecho a indulto, por tratarse de un autor confeso.

El asesino en casa
Pérez informó de que el segundo caso resuelto es el de Juana Montaño Cruz, que pereció a manos de su compañero en la población de Piñami Chico, en Quillacollo. Según la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, Flores Jañita pretendía enterrar el cuerpo de su pareja después de tenerlo escondido en su casa por un día. “La autopsia de ley determinó que la causa de la muerte fue traumatismo y una infección que fue avanzando y conllevó a la muerte de la víctima”, dijo Nidia Gutiérrez, de la la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia

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