viernes, 10 de noviembre de 2017

¿Por qué la sociedad necesita más mujeres líderes?



A pesar de toda la globalización, la revolución de Internet y otros avances en los negocios, las mujeres siguen siendo consideradas inferiores a los hombres en cuanto a los roles de liderazgo empresarial.

Por ejemplo, dentro de las 500 compañías más importantes a nivel mundial, las mujeres ocupan solo el 14% de los asientos de la sala de reuniones. Por otra parte, en la actualidad representan el 47% de la fuerza laboral de Estados Unidos y, sin embargo, solo el 24% de las principales industrias como la ciencia, la educación, la tecnología y las matemáticas.

Naturalmente, esta disparidad da lugar a menudo a que los hombres se consideren erróneamente a sí mismos mejores que sus contrapartes femeninas. Este tipo de pensamiento tiene que terminar ahora.

No solo números

La razón detrás del debate de más mujeres líderes no es solamente un problema de igualdad; tener más mujeres también es un buen negocio.

Cuando se comparan las organizaciones con pocas líderes femeninas y las empresas con una mayor cantidad de mujeres líderes, estas últimas están mejor en los negocios, tienen mejor rendimiento y mayores ganancias.

De hecho, un estudio realizado por la firma de investigación empresarial “The Conference Board” llegó a la conclusión de que las compañías que están mejor financieramente tienen el mayor número de mujeres líderes.

Alto cociente emocional

Las mujeres poseen a menudo cocientes emocionales más altos (EQ) que sus homólogos masculinos.

Múltiples estudios han encontrado que el EQ (“Emotional Quotient”, en inglés) juega un papel muy importante en el éxito global de una empresa y de su gestión.

Las mujeres también tienen un nivel superior en la capacidad de comunicación. Como la mayoría de los líderes saben, las empresas suelen depender de los comunicadores más hábiles para mantenerse por delante de la competencia.

Exposición a riesgos

Para que una empresa crezca, la exposición a riesgos es vital. Pero eso no significa saltar en cada oportunidad que se presente.

Las mujeres entienden esto y por lo tanto son más calculadoras, es decir, toman riesgos solo cuando están seguras de los resultados esperados. En consecuencia, los colapsos financieros y burbujas corporativas son inferiores.

Buscadoras de conocimiento

La mayoría de las mujeres aman la búsqueda del conocimiento en cualquier momento y donde quiera que puedan. No dudan en hablar de sus inquietudes o dudas cuando se les presenta la oportunidad.

Las mujeres también son curiosas por naturaleza y más abiertas a la adopción de nuevos enfoques e ideas. A pesar de sus altos niveles de curiosidad, tienden a ejercer el escepticismo, ya que son conscientes de la existencia de personas que pueden aprovecharse o engañarlas.

Las mujeres líderes no confían en la gente con demasiad facilidad. Ellas invierten en sí mismas para aprender más sobre el individuo antes de mostrar su respaldo. Como resultado, las oportunidades ilegítimas o falsas no consiguen fácilmente impresionarlas.

Los hombres, por otro lado, en su mayoría toman las cosas por su valor nominal y adoptan decisiones más rápidamente, poniendo la introspección a un lado.

Líderes prácticos

La mayoría de las jefas mujeres están acompañadas de un sentido práctico. Ellas aman el desafío y están dispuestas a poner un propósito y un significado a cada circunstancia y oportunidad.

Las mujeres se destacan por ser más emocionales que los hombres (debido a la bravuconería del hombre), por lo que al tomar decisiones críticas son mucho más propensas a examinar a fondo las cifras y los hechos.

Confianza e Integridad

Las mujeres líderes exitosas no dependen de favores; creen que pueden prosperar solo si se dedican al trabajo y a sus empleados. Grandes jugadoras de un equipo, las mujeres también se esfuerzan por demostrar su autoestima y valor mediante la realización del trabajo más allá de las expectativas.

La mayoría valora más el respeto que el reconocimiento. Las mujeres líderes exitosas no están interesadas en ser una gran estrella de cine, sino ser las que estimulan a otros para obtener un gran resultado.

En pocas palabras, su capacidad de hacer cambios positivos con el mayor impacto es lo que las impulsa.

Combativas

Las mujeres líderes reconocen la importancia de ser capaces de renovar y reinventar. Son lo suficientemente valientes para luchar por lo que creen y tomar las oportunidades adecuadas. Se apegan a sus pensamientos, pero eso no quiere decir que no podrán a prueba sus ideales e ideas.

Para las mujeres, el aumento de rendimiento de una empresa con menos recursos es solo una cuestión de activar estratégicamente las personas que las rodean.

Con visión de futuro

Las mujeres a menudo ven lo que en la mayoría pasa desapercibido. Su tendencia natural a ser escéptica le permite observar mucho más allá de los detalles obvios.

Por lo tanto, las mujeres líderes exitosas no solo toman decisiones cuando es necesario, sino que se adelantan a lo inesperado y conocen con anticipación la estrategia a utilizar.

Como se puede ver, las mujeres poseen grandes cualidades de liderazgo, así como una amplia variedad de habilidades para hacer negocios.

Teniendo en cuenta esto, no hay una razón lógica de porqué todavía existe una brecha de género en tantos sectores de empleo importantes.

Mirando hacia atrás en la historia, es evidente que nuestra sociedad se encamina en la dirección correcta, solo que no estamos dirigiendo allí lo suficientemente rápido.

Entonces, ¿qué estamos esperando? •

A tomar en cuenta: El complejo de las niñas

Se sabía que las niñas pensaban que eran menos inteligentes que los niños, pero no se sabía que incorporaran este estereotipo a partir de los seis años.

Científicos estadounidenses publicaron en la revista “Science” que leyeron historias a niños de 5 a 7 años y les preguntaron cuál era el personaje “realmente, realmente inteligente” ofreciendo imágenes de niñas y niños. Hasta 5 años, eligen la imagen de su sexo. A partir de los 6 años, las niñas eligen a los niños. Entonces, ¿qué hacer para preservar su autoestima?

1) Trabajar sobre los propios estereotipos de los padres: ¿Hay más preocupación por el peso o físico de la hija que por su inteligencia? ¿Cree que su hijo es bueno en matemáticas porque es brillante y su hija lo es porque estudia mucho? Ser consciente de los propios puntos de vista ayuda a corregirlos.

2) Sugerir otros modelos: Elegir películas y libros en los que la heroína no es una princesa, sino una niña que vive aventuras y resuelve misterios.

3) Mejorar la educación en los colegios: Un informe reciente del Consejo Superior para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Francia recuerda que en los libros utilizados en el colegio para alumnos de entre 6 y 8 años, las mujeres representan el 40% de los personajes y el 70% son personajes que cocinan y hacen la limpieza, pero solo el 3% de los personajes trabajan en una profesión científica.

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