sábado, 13 de agosto de 2016

Mujeres peruanas salen a las calles y piden alto a feminicidios y violencia

Una fue desfigurada por un ladrillazo lanzado por su esposo. Otras fueron golpeadas salvajemente por sus parejas. Hartas, miles de mujeres en Perú piden este sábado en las calles un alto a la violencia, desafiando a una sociedad local altamente conservadora.

Desde el presidente y la primera dama hasta la ciudadana más sencilla, policías y reclusas, ministros, actores y medios de comunicación, un gran número de peruanos se ha solidarizado con la campaña #Niunamenos, que busca frenar el alto número de agresiones contra la mujer.

"Sin respeto no hay sociedad que funcione. Rechazamos cualquier acto de desigualdad y violencia de género. #Niunamenos", escribió el nuevo presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, en Twitter, donde además agregó una foto con su esposa, Nancy Lange, y su hija menor Susan, con uno de los carteles que tendrá la marcha.

Dos casos rebasaron la paciencia en Perú y detonaron esta manifestación. Uno, el de la bailarina Lady Guillen, cuyo novio la golpeó y desfiguró y luego recibió una sanción que no contemplaba cárcel.

El otro, el de Arlette Contreras, cuya expareja la arrastró de los cabellos en un hotel, la golpeó y la dejó inconsciente. También quedó libre pues la justicia consideró el hecho como lesiones leves.

"Somos doblemente víctimas, porque somos atacadas no sólo por nuestros agresores sino por la justicia", dijo Contreras. Por su parte, Guillén se volvió abogada para apoyar a mujeres que sufren violencia.

En el 2015 hubo 95 feminicidios y este año van 54, además de 118 intentos. De este total, el 33% de las víctimas ya había denunciado a sus agresores, según la Defensoría del Pueblo.

Un caso de los últimos días que no entró en este conteo fue el de Shirley Pajuelo. Su esposo y padre de sus seis hijos, Pedro Coronel, le lanzó un ladrillazo en el ojo porque la comida que le sirvió tenía mucho ají. En la última semana han muerto tres mujeres víctimas de violencia.

Según un informe de la OMS de 2013, Perú ocupa el tercer lugar en el mundo con mujeres entre 15 y 49 años que sufren violencia sexual por parte de su pareja, detrás de Etiopía y Bangladesh.

El pecado de 'provocar'

Las marchas se harán en todo el país. En Lima, partirá desde el Campo de Marte -al que las activistas han rebautizado como el Campo de Venus- y llegará hasta Palacio de Justicia. Ministros y la primera dama han confirmado su presencia y es probable que el presidente Kuczynski llegue, dependiendo de su agenda.

'#Niunamenos, tocan a una, tocan a todas', se inspira en un lema que acompañó marcha similares en países como Argentina o México.

Esta masiva convocatoria ha llevado a que personajes del espectáculo y políticas como la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz, cuenten públicamente los episodios de abuso que les tocó vivir, en el caso de ella, emocional, a manera de estímulo para que quienes aún no lo han hecho, acudan a denunciar.

Luchar contra la agresión a la mujer es una tarea difícil en una sociedad altamente conservadora y machista, donde voces como la del cardenal peruano Juan Luis Cipriani, ha sugerido que la mujer "se coloca en un escaparate, provocando" el abuso, aunque luego dijo que fue malinterpretado.

Desde sectores conservadores, frases como "la mujer debe vestir responsablemente" o "ellas deben entender la naturaleza del hombre" se han escrito en las redes sociales para oponerse a estas manifestaciones.

"La justicia la trata (a la mujer) exactamente como el violador: su minifalda es mencionada para justificar el crimen. Es como ser ultrajada dos veces", consideró la escritora peruana Gabriela Wiener, en una columna de opinión en el diario The New York Times.

En Perú el feminicidio puede recibir al menos 15 años de cárcel, pero los tribunales no saben aplicar la norma. Ante ese escenario, el Poder Judicial dispuso la capacitación obligatoria de jueces desde una "perspectiva de género". El Ministerio de Justicia reconoce la necesidad de una reforma.

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