domingo, 14 de diciembre de 2014

Denuncia, segundo calvario para la víctima de violencia

Unas grandes gafas negras y una bufanda que le servía como una especie de burka (velo), escondían sus ojos, hinchados de tanto derramar lágrimas de dolor; su labio inferior reventado y uno de sus pómulos amoratados. Así, tapada, por vergüenza, más que por encubrir las bajezas de su agresor, llega hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Martha V. para denunciar a su concubino.

Como casi todas las víctimas de violencia intrafamiliar, cuenta que esta no es la primera vez que su pareja le propina una golpiza, pero sí fue una de las peores. “Él no sabe nada, no sabe que estoy aquí”, dice, e inmediatamente echa a llorar.

Tras unos largos minutos de espera, un efectivo de la FELCV le toma su declaración y mientras Martha cuenta su triste situación, llorando amargamente -como si recordar le hiciera volver a sentir los duros golpes que recibió aquel día- su rostro cambia de repente, como si le habrían dado una mala noticia.

PEREGRINAJE Al abandonar la FELCV, cuenta que le dijeron que necesitaba hacerse un análisis forense, en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), de la laguna Alalay o en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), Coña Coña (Blanco Galindo, kilómetro cinco). Con los resultados del médico forense debía volver a la FELCV de la avenida Baptista, entre Ayacucho y Colombia.

“Tú crees que tengo tiempo para caminar, mi marido se va a dar cuenta. Así nomás lo voy a dejar”, dice resignada y se marcha.

A esto, el director de la FELCV, coronel Alejandro Pozo, admitió que “el camino que tiene que recorrer la víctima (para denunciar) es muy moroso”.

“Por ejemplo, acá (FELCV) es la central, pero si yo quiero hacerle un examen forense tengo que mandarle (a la víctima) al IDIF o a la FELCC, que son distancias largas, considerando que las mujeres están maltratadas”, aseveró.

Muy ocasionalmente, dice Pozo, la FELCV proporciona sus vehículos para que trasladen a las mujeres hasta el forense, pero casi nunca se puede.

Esta situación, según Pozo hace que las víctimas de violencia física, psicológica o sexual, se cansen y no culminen con el proceso de denuncia.

CONSECUENCIAS Además, según el psicólogo Marco Antonio Tapia, el hecho de que la denuncia de una mujer no tenga efecto inmediato sobre el agresor, puede hacer que éste cobre venganza o bien que pida perdón y que todo quede como si nada habría pasado.

Según Pozo, mientras más dura el proceso de denuncia, el agresor sale beneficiado, pues éste aprovecha para convencer a la mujer de que pare con lo que ha iniciado.

A este calvario, que, con mucha suerte, suele durar una semana, se suma la burocracia y un segundo maltrato que recibe la mujer por parte de ciertos funcionarios involucrados en la denuncia, dice Pozo.

El director de la FELCV indica que están intentando reducir esta situación, ordenando a su personal que sea más cálido con las víctimas.

Sin embargo, la solución a este y otro tipo de inconvenientes que las víctimas tienen mientras su denuncia se procesa, es la construcción de una nueva infraestructura integral para la FELCV, dice la autoridad.

Datos.

Uno

En todo el territorio nacional, Cochabamba es el departamento donde más casos de feminicidio y violencia contra la mujer se registraron en lo que va del año.

Son 29 casos de feminicidios en el departamento y del total 18 se dieron en Cercado.

Ley

Existe una ley, la 348, que sanciona la violencia contra la mujer, en el peor de los casos, con 30 años de privación de libertad y sin derecho a indulto. Sin embargo esta legislación no ha logrado disminuir los casos de abusos y de feminicidios en Cochabamba.

Anonimato

La denuncia de agresión física, sexual o psicológica, no necesariamente debe ser presentada por la víctima, sino también por algún familiar o vecino. La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) garantiza el anonimato del denunciante.

Opiniones.

Cristian Villavicencio

Obrero

Creo que están descuidando a la FELCV, ahí los policías trabajan en condiciones nada óptimas, además no tienen el personal adecuado ni capacitado. Es más, ahora recién han habilitado una línea gratuita, pero falta saber si estará disponible.

Martha Rosas

Enfermera

No tengo esposo y nunca nadie me ha puesto una mano encima, ni siquiera mis padres, pero poniéndome en el lugar de las víctimas, pienso que deberían haber más policías que estén al pendiente de las mujeres golpeadas. No podemos permitir que en nuestra sociedad sigan pasando este tipo de cosas.

Giorgina Escóbar

Estudiante

Hay mujeres que prefieren retirar su denuncia por miedo a sus maridos. Muchas, después de ir a denunciar, el marido se desquita con la mujer o les hace daño a sus niños.

Yo creo que las mujeres tienen que agruparse y luchar porque se cumplan sus derechos, lo digo como madre de familia y esposa.

Juana Mamani

Comerciante

Si a una mujer le pega su esposo, ella tiene que ir a pedir ayuda a la Policía, a la Brigada o a cualquier institución.

Ahora hay muchos lugares donde se puede denunciar.

Si la mujer lo deja así, pienso que su esposo le va a seguir pegando y puede terminar en feminicidio. No hay que callarse.

10 mujeres en casas de acogida

Según el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), la mayor parte de las víctimas de violencia, más que dar un escarmiento a su agresor, necesita refugios donde les proporcionen ayuda psicológica, sin embargo todas las casas de acogida que hay en el departamento, apenas pueden refugiar a 10 mujeres.

La FELCV tiene una precaria habitación con la capacidad de albergar solo a una víctima, es por eso que casi siempre, pide respaldo a la Organización No Gubernamental (ONG), Voces Libres e incluso a las Estaciones Policiales Integrales (EPI’s) de la zona norte y sur.

No obstante, esto no es suficiente para cubrir la demanda de todas aquellas mujeres que abandonan sus casas porque corren peligro en ellas.

Falta una firma para iniciar obras en la Ayacucho

Una imponente infraestructura, que concentra oficinas de fiscales, de médicos forenses, psicólogos, entre otros profesionales, pretende edificar la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), en la avenida Ayacucho e Ismael Montes, sin embargo la falta de una firma está obstaculizando el proyecto.

Según el director de la FELCV, Alejandro Pozo, esta edificación pondrá fin al calvario que las víctimas de violencia pasan mientras su denuncia se procesa, pues la concentración de las instituciones, va a permitir que “las mujeres entren (a la nueva FELCV con su denuncia) y salgan de ahí con un castigo para su agresor”.

Pozo indicó que lo único que falta para empezar a edificar la nueva FELCV es que un colegio, que dice ser dueño del terreno, demuestre su derecho propietario. El colegio hasta ahora no lo ha hecho, mientra que la FELCV ya demostró que esos predios le pertenecen al Estado.

Es por eso que, para acelerar la situación, Pozo está mandando constantemente memoriales a las partes involucradas.

MÁS PROBLEMAS Otra dificultad que enfrenta la FELCV es que, la Alcaldía les dijo que no derriben unos galpones cuando construyan la nueva obra porque supuestamente son patrimonio cultural, y les planteó un nuevo diseño que, según Pozo, elevará el presupuesto.

Una vez que estos obstáculos sean superados, la nueva FELCV podría estar concluida en el plazo de seis meses a un año.

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