La niña que tuvo gemelos, producto de la violación de su padrastro, salió ayer del hospital de Montero (Santa Cruz) y fue trasladada inmediatamente, junto a sus bebés, a la comunidad de sus abuelos maternos, quienes se harán cargo de ellos. Los tres tienen una salud estable.
“Ellos (gemelos) y mi nieta vivirán en mi casa. Mi esposa y yo los cuidaremos tal como hicimos con mis cinco hijos, que ahora son mayores. Ahora tendremos un trío de hijos más, eso significa un mayor trabajo y esfuerzo para conseguir el alimento”, expresó Antonio, el abuelo materno de la niña de 11 años, mientras sostenía en sus brazos a los recién nacidos.
La menor de edad fue abusada sexualmente por su padrastro. El viernes fue sometida a una cesárea con riesgos extremos por un cuadro de anemia severa, en el Hospital Municipal de Montero. Pero los gemelos y ella tienen la salud estable, por lo que fueron dados de alta ayer. Al día siguiente del parto, el agresor fue aprehendido y llevado a la cárcel del municipio, donde espera la audiencia de medidas cautelares.
Familia. Antonio y Teodosia, ahora bisabuelos de los gemelos, aseguraron que la joven madre y sus hijos estarán mejor en el seno de la familia, y se comprometieron a hacer todo lo que esté a su alcance para que nada les falte.El abuelo trabaja desde hace una década como tractorista en su comunidad, ubicada en el municipio de Saavedra, a tres horas de Montero. La abuela es ama de casa y mantiene trabajos informales. La familia es de bajos recursos económicos.
Antes de marcharse del hospital, la niña velaba el sueño de sus hijos, ambos varones. Ella solo se limitó a contar que les da de lactar cada dos horas. “Hay momentos en que los dos se ponen a llorar y no sé a cuál atender”.
Antonio recordó que se enteró de la situación cuando su nieta estaba a punto de dar a luz. “Ella no vivía con nosotros, sino con su madre, y fue muy duro conocer lo que pasaba porque mi nieta es apenas una niña. No puedo entender cómo pudo ser abusada por su padrastro, si se supone que él la criaba como si fuera su hija”.
Teodosia recordó que al enterarse de que el agresor era el padrastro se cercioró, con su esposo, de que no huya. “Dos días antes de su detención, Sandro (32) se puso a lavar toda su ropa, me imagino que era para escaparse porque ya empezaba a sospechar. Antonio y yo le dijimos que la niña estaba mal y que teníamos que ir a verla, fue así que conseguimos que vaya hasta el hospital, donde la Policía ya lo estaba esperando”, relató.
Yauli Usnayo, jefe de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) de Montero, manifestó el lunes que el hombre aprovechaba la ausencia de la madre para cometer los abusos. Según un informe preliminar, los abusos comenzaron en febrero de 2014, cuando la niña tenía 10 años.
El agresor fue acusado por el delito de violación agravada. El fiscal de la Unidad de Víctimas Especiales, Miguel Urrutia, anunció que también se acusará a la madre de la niña por complicidad, debido a que no denunció el vejamen contra una menor de edad.
El estado de salud
Neonatos
A pesar de que la mamá es una niña de 11 años, cuyo cuerpo aún no está preparado para la gestación, el pediatra del nosocomio, Antonio Achá, sostuvo que los bebés nacieron con peso óptimo. Los tres están estables
Llega leche, un andador y pañales para los bebés
La ayuda para los gemelos y la joven madre comenzó a llegar hasta el hospital municipal de Montero (Santa Cruz). Un andador, pañales desechables, leche, ropa y alimentos figuran en la lista de donaciones. Los abuelos agradecieron la solidaridad de la población.
Teodosia y Antonio, hoy los bisabuelos de los gemelos, relataron que fueron siete días de permanencia en Montero. “No teníamos qué comer y menos un lugar dónde dormir, pero afortunadamente el director del hospital nos dejó quedarnos en el pasillo”. Dos mujeres se aproximaron ayer a la puerta del nosocomio preguntando por los gemelos. Ellas fueron derivadas a los abuelos. Una llevaba ropa y la otra, dinero.
Teodosia contó que incluso una empresa de Santa Cruz se contactó con ellos para ofrecerles pañales y leche. Otras personas se ofrecieron para organizar una campaña y recolectar lo que necesitan los bebés. Los abuelos agradecieron la solidaridad de la población, que continúa haciendo llegar su colaboración. Pero les preocupa que tengan que viajar tres horas para continuar recogiendo los aportes.
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