"Desde mi personal punto de vista y como psicóloga yo creo que es un terrible problema de autoestima cuando necesitas hacer que tu imagen corporal sea aprobada por el resto y eso es porque en el fondo no te apruebas tú personalmente; por tanto, tiene que haber una reglamentación, la ATT no puede estar solamente para cobrar y transmitir uno que otro partido de fútbol sino para normar y sancionar este tipo de violencia", señaló Palenque.
ALGUNAS CAUSAS
Por su parte, Wendy Molina, psicóloga y activista feminista, explicó que la causa de violencia mediática estriba en el hecho de cómo criamos a nuestras hijas e hijos, naturalizando este tipo de violencia desde muy pequeños al fomentar la participación de las niñas en la sociedad sólo a través de su presencia física, de su belleza exterior.
"La hija crece mirando que ir a las pasarelas, que arreglarse, que pintarse, que ser deseada por otras personas es la mejor forma de existir, de estar presente en la sociedad cuando deberíamos enseñar a los niños y niñas que esa no es la única forma de existir de las mujeres porque luego piensan que mostrarse en cualquier medio de comunicación, gigantografías u otras formas de publicidad con un "cuerpo bien formadito" no es un tipo de violencia cuando sí lo es pues no estás haciendo respetar tu capacidad de otra manera si no es a través de tu cuerpo", puntualizó Molina.
Añadió que la violencia mediática llega a tener consecuencias muy serias ya que "las mujeres pueden llegar a explotar su atractivo físico hasta convertirse en un objeto reciclable al recurrir a las cirugías y otros métodos estéticos para mantener la belleza física de un cuerpo que será utilizado y se lo botará después de un tiempo porque si no tienes esos atributos no eres una mujer servible o válida para la sociedad".
"Creo las mujeres tenemos mucho que dar y nuestro cuerpo es sólo un elemento más y los medios de comunicación que utilizan aquello realmente no nos respetan, ni nos respetamos nosotras mismas si hacemos aquello, por ello la ATT debe normativizar y así ayudar a la construcción de una sociedad noble y respetuosa.
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